COMPLEMENTOS PARA LA VIDA (3)

ENTUSIASMO / CAPACIDAD

 1- Combatir lo negativo es una total pérdida de tiempo, si lo que realmente queremos es llevar a cabo cambios en nuestra vida.

“Conseguir ganar algo sin arriesgar nada, lograr experiencia sin ningún peligro u obtener una compensación económica sin trabajar es tan difícil como vivir sin haber nacido”.

2- He de pensar en mí. Solo en mí y en lo que quiero conseguir. Los demás han de pensar por sí, y para sí por lo que yo no voy a inmiscuirme en sus pensamientos.

Yo quiero a los demás y les deseo lo mejor, aunque no está en mí remediar sus problemas, por lo que no voy a permitir de ninguna manera que sus problemas me afecten, máxime cuando ellos no quieren remediarlos.

3- Si alguien no está dispuesto a renunciar a su antigua manera de ser y, por tanto,  quiere continuar igual que continúe igual donde estaba. Aquí, conmigo en este trabajo, solo necesitamos de personas con actitudes y disposición de cambios positivos, dispuestos a trabajar y conseguir los objetivos. No nos importa tanto la capacidad o preparación que tenga como su actitud.

4- El momento del poder es siempre el presente: No hay otro.

¿Dónde se producen los cambios? Aquí y ahora. ¡En nuestra propia mente! No importa durante cuánto tiempo hayamos seguido un modelo negativo ¡hoy podemos empezar a cambiar!

En nuestra mente no piensa nadie más que nosotros. Nosotros somos el poder y la autoridad sobre ella. Lo que en este momento, cada uno de nosotros decida pensar y creer, creará el momento siguiente, y el día de mañana, el mes que viene y el próximo año.

Esto es un consejo; sin embargo, cada uno de nosotros, podrá seguir pensando las mismas cosas de siempre, y continuar negándose a cambiar y quedarse con todos sus problemas.

En nuestra mente, el poder somos nosotros mismos. Y podemos conseguir cualquier cosa que decidamos pensar.

¡Aquí y ahora! En este momento se inicia el nuevo proceso Es estupendo saberlo. Este momento es el momento del poder, es el momento en que se inicia el cambio.

“Mirándose al espejo, dígase: ¿Estoy dispuesto a cambiar?... (No). ¿Por qué?... (No nos auto critiquemos). ¿A qué me aferro? ¿De qué se trata?”.

“Mirémonos nuevamente al espejo: Prometámonos, repitiendo en voz alta, que estamos dispuestos a abandonar toda resistencia”.

Tiremos fuera de nosotros: el arrepentimiento, la tristeza, el dolor, el miedo, la culpa, el reproche, la cólera, el resentimiento, la venganza.

La necesidad provoca el síntoma y se halla la causa. La causa gira encontrando el síntoma y acertando con la necesidad: Un círculo perfecto que refleja nuestro yo.