sábado, 12 de diciembre de 2015

LAS ELECCIONES DEL 20 D LAS GANARÁ...

Las ganará Podemos. El partido vencedor de las próximas elecciones generales en España será Podemos. Seguirán, por este orden, Ciudadanos, el Partido Popular y, por último, el PSOE.
Hoy día no es predecible el futuro y cada vez lo será menos. Sin embargo, en esta ocasión, no hay duda: el conjuro de la Fuerza se ha conexionado como piezas de un reloj para que esto sea así. Nada nos extraña cuando oímos (hablando de cualquier tema científico o religioso) que toda incertidumbre alcanzó un acuerdo para establecer:
a) La función gaussiana o campana de Gauss, la fe o el profético libro de Mormón.
b) Que el caos no tiene sentido ante la virginidad de la Virgen o la claridad de la Santísima Trinidad.
C)   Que las hipótesis no son sino cabalísticos cálculos a fin de adivinar el Fin de los tiempos o el Juicio final.
Basta pues con analizar  tales componentes y nos guiarán a conclusiones improbables, pero acertadas, para pasmo de la mayoría de incrédulos. Y, como además sabemos del desasosiego a que nos lleva la curiosidad, nos confabulamos aupando al nuevo partido político de Podemos al triunfo. Otros elementos a consideran son:
El PP se originó merced al pecado capital de la Soberbia de su fundador, superada por su gran valedor Aznar para después (hoy) caer en la desidia, la dejadez y el dejar hacer. Ello, pasado por el tamiz de las mentiras, les hizo perder las elecciones (informando  del atentado de Atocha) y ganar las siguientes (prometiendo bajada de impuestos que no hicieron). Esta vez la corrupción les dará el golpe de gracia ante la ineficacia que ante ella presentan, sin responsabilizarse en ningún caso de lo que es evidente. El azar es caprichoso, no siempre va del mismo lado, y no sólo engañando la suerte premia de nuevo: quedaron en el camino ya, muchos cadáveres por dependencia, emigración y por la tan cacareada economía de recortes y favores.
El PSOE, un partido político nacido al amparo de la lucha obrera o de clases (de ahí que la UGT, su sindicato, fuera más importante), no ha sabido defender a ultranza sus postulados  porque, salvo excepciones, nunca mantuvo con firmeza su línea ideológica proletaria. Se creó anunciando la supresión del ejército que nunca hizo, con voluntad republicana que nunca promocionó, con la idea de mantener un gobierno laico, al margen de confesiones religiosas, que no acomete, con amplias contradicciones entre la intervención o no en las guerras, así como la de no saber decidirse entre un obrero o un señorito como González que lo encumbró. Cabe destacar la nula y flácida reacción al respecto de un ingenuo Zapatero.
Ciudadanos es un partido que atraviesa por momentos dulces. Tan deseado como lo fue la UCD de Suárez, salvando las diferencias y los tiempos. A él se apuntan en masa los aspirantes a ganadores confiados en que éxito de entonces, hoy se pueda repetir. Sin embargo, carecen de trazas definidas, como los anteriores partidos apuntados, para catalogarlos en una línea concreta. Bien podían ser una anónima cuyos fines sociales pasen por beneficiar a la gente que consideren sus accionistas, rozando de paso la función principal de ésta: el ánimo de lucro. Corren leyendas urbanas sobre sus orígenes a los que no tenemos por qué dar crédito. Todo es susceptible de cambio y, por eso, su música me suena bien, sus acordes melodiosos, limpios y concienzudos menos rococó que los del PP. Me huelen a aire fresco y los comparo con el texto escrito por Reynaldo Tendero en su libro 5 Fórmulas para el bienestar de España, si bien alejados de radicalidades que éste contempla.

En Podemos confluyen la rabia sobria, el desencanto político, la indignación de la gente y, sobre todo, el órdago que en su día lanzaron los encantadores de serpientes invitándoles a que a las elecciones se presentaran en lugar de estacionarse y dar el coñazo en la Puerta del Sol. Llevan en sus genes la sangre que les permitirá mandar sin escrúpulos, exentos de dueños financieros que les exijan dividendos o acreedores que les acoquinen con retirarles su crédito. Sólo la gente es propietaria de sus hechos y palabras. Palabras dichas altamente, por las que no podrán olvidar a la Casta y, menos aún, crear su propia Mafia. Tendrán que, estando en Europa, renunciar a financiarse de los ávidos mercados, porque el dinero hay muchas formas para proveerse de él. Permitir a la empresa su alta capacidad para crear trabajo y riqueza, para que así lo demuestre invirtiendo hasta hacer de España el país más prospero donde vivir: sin tantas diferencias sociales, sin tanta incultura y bajeza, sin tanto chorizo que se lleven el dinero a espuertas. Será el rejuvenecimiento de las formas a la hora de hacer política, donde no manden los malos consejos, sino que, al revés, una vez acordado por el pueblo, su mandato sea radicalmente llevado a término, correcta o incorrectamente, pero sin ambages. Podemos, por tanto, ganará las elecciones del 20 de Diciembre del 2015.    

miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA INTENCIÓN

En nosotros mismos está todo: el cielo, el infierno, lo bueno, lo malo, lo regular...
Me enseñaron de chiquillo que para jugar al fútbol, además de practicarlo, habría que saber su reglamento. Éste habla que una falta consiste en tocar el balón con la mano o tener intención de hacerlo. Me preguntaba entonces cómo el árbitro podría saber si querías tocar o no la pelota con la mano. Hoy, aun preguntándome lo mismo, la respuesta me resulta  más clara.
La intencionalidad (no olvidemos esa palabra) es tanto o más importante, que el propio hecho o la acción cometida que da lugar a la sanción; lo que pasa, es que se halla dentro de cada uno de nosotros, si bien, existen signos externos que lo delata.
Nuestro fuero interno espera que alguien descubra nuestro propósito, aunque lo neguemos, porque ello más que servir a los demás nos servirá a nosotros mismos, a nuestra conciencia, que es quien, en definitiva, la promueve y no, precisamente, para ocultarlo. Por eso, estad seguros que la rama de un zahorí se os moverá, como a él mismo, donde haya agua: nuestro convencimiento depende de la intención con que afrontemos el asunto. Nos curaremos de una enfermedad independientemente a las medicinas que tomemos, con el simple propósito de quererlo. Cualquier deseo se cumplirá si estamos convencidos y  tenemos intencionalidad de lograrlo. Nuestra creencia no es otra cosa que nuestra propia intención. La intencionalidad que portemos, su intensidad y el grado de convencimiento hará que movamos o no las montañas. Y eso, nadie más que nosotros lo sabemos: bastará con creérnoslo.
No se hacen negocios porque los americanos nos digan cómo hacerlos o porque empleemos excelentes técnicas de ventas, sino por la intencionalidad que llevemos para emprenderlos que generan confianza. No habrá espíritus pululando a nuestro alrededor si nuestra intención es que no los haya, pero hete aquí que, muchas veces, las palabras que pronunciamos no se corresponde con la intención que nuestra conciencia delata y sobreentiende: entonces, nos equivocamos o sufrimos espejismos. Puede ser que nuestra intencionalidad pretenda conseguirlo y, sin embargo, dudemos: es el inicio para rendirse y  no luchar  ya que un tercero nos desarma. Y lo hace, no por sus méritos sino porque, nosotros mismos, nos engañamos al no poder ocultar nuestras verdaderas intenciones. No quiero decir que seamos unos malvados o cedamos yendo de buenos para que los demás averigüen lo que deseamos. Nuestra intención ha de ser clara, decidida y sin ambages. Ni mostrarla ni ocultarla. La intencionalidad siempre se saldrá con la suya; una cuestión propia que se logra o se culmina por los principios adquiridos.  
Pensar una cosa y hacer otra, se da con harta frecuencia. Creemos, siendo aparentemente  incrédulos. Necesitamos acallar nuestras dudas con un gesto o confirmarnos lo que pretendemos.  Son contrariedades de las que hemos de  cuidarnos y tenerlo presente para no sufrir más de la cuenta. Son intenciones que se aprenden de muy niños, cuando el adulto le engaña no dándole lo que le ofrece, retirándole el caramelo de la boca, asistiendo a misa cuando se despotrica de la iglesia, haciendo lo opuesto a lo que se piensa. Un ejercicio infantil que queda grabado como parte de una domesticación que muchos han dado en llamar identidad nacional.

Todo depende de la intención con que se afronte. Una premisa equiparable a: “Ser o no ser, esa es la cuestión” o, “Pienso, luego existo”.

sábado, 28 de noviembre de 2015

MODELOS ECONÓMICOS

Si la historia reciente nos ha enseñado algo, es que no se debería fomentar una economía liberar a ultranza como sucede en la actualidad, ni un intervencionismo totalitario socialista como muchos exponen; las fórmulas para el futuro han de ser componendas entrambos, capaces de regular la codicia hacía la que nos conduce la primera y la falta de iniciativa, tanto individual como colectiva, a la que la segunda nos lleva.
Paulatinamente, poco a poco, de manera subliminal, nos han ido inculcado la idea de que las actividades de carácter económico han de ser privadas y no públicas para que funcionen. Tratan de convencernos argumentando razones que, por simplificar y no extenderme, se deben al modelo vil de enriquecimiento personal que un individuo puede alcanzar. Es cuasi similar a participar en la compra de lotería con la esperanza de ser agraciado, cuando en realidad son unos pocos, los organizadores y otros, quienes se llevan las ganancias.
Tampoco una economía pública, por el hecho de serlo, es sinónimo de mejora en la vida de los individuos que formamos la sociedad; existen también razones para desacreditarlo y no ponerlo en práctica; sin embargo, si hay una causa de peso a considerar, siendo compatible con el sistema económico actual: poner en valor el bienestar de cada individuo; aquél modelo que constriñe la avaricia desmedida del capitalismo, que difícilmente puede reprimir su tránsito y nos arrastra a lograr, a costa de lo que sea, más beneficios.
La economía y la productividad especialmente, han de estar al servicio del individuo y no al revés. Por ello, no cabe moral alguna que justifique la existencia de personas, o entes al servicio de éstas, que alcancen riquezas incalculables,  imposible de disfrutar o consumir en mil vidas, mientras otros mueren de hambre inmisericordemente. Cabe pues, una regularización, una intervención estatal o las desamortizaciones como antaño, que a nadie seduce; por ello, y lo podemos ver en el libro 5 Fórmulas para el bienestar de España, se han formulado la Teoría de los números primos y el Proyecto de Ciudades ocupacionales. La primera limita sueldos y rentas sin que el sistema productivo se resienta, ni el individuo pueda carecer de opulencias, con costes laborales a determinar, únicamente, por la patronal. Por el segundo, nada se regala que no cueste esfuerzo, dando la posibilidad a toda persona a trabajar percibiendo, al menos, un mínimo para subsistir y estar exento de carencias, con costes laborales para el propio regulador laboral que será la Administración. Técnicas de ambas políticas/económicas citadas.
Cabe añadir que la iniciativa privada no ha de coartarse; al contrario, hay que incentivarla y hacer que sea relevante con estímulos adecuados a una vida saludable, pero no hasta el extremo de acaparar medios y haciendas que sean, por exageradas, indecentes. El hombre será feliz haciendo lo que realmente quiere hacer y eso, teniendo lo necesario, se consigue cultivándolo desde la infancia. No se realiza el individuo trabajando más o poseyendo más, sino viviendo como le gusta.

Acabemos con la publicidad engañosa y aunemos fuerzas solidarias para fabricar cosas en común: desarrollar ideas, obtener beneficios universales, competir con empresas, emporios o multinacionales que velan únicamente por el lucro sus accionistas y no por el bien general. Valoremos cosas que ahora no se cotizan: La cantera en educación,  deporte,  investigación, materiales, medio ambiente, principios, honradez, esfuerzo… desterrando el germen cruel de las compañías que tienen en la corrupción un arma para vender y generar beneficios.

sábado, 21 de noviembre de 2015

NOTICIAS COMENTADAS

Ayer 20 de Noviembre di un repaso a las noticias con las que la prensa, cada día, nos alimenta.
. Se conmemoraba la muerte del Dictador Franco y tal recuerdo me trae a la memoria las víctimas que ni siquiera, desde entonces, tuvieron algún tipo reparación, murieran antes, durante o después de la guerra incivil. Nada comparable a aquellas otras que, de igual forma, corriendo la misma suerte al ser vil y cruelmente masacradas, pero a cuya familia si le fue posible resarcir tan infame injusticia.
. Veo la foto de un yate comprado, sólo por unos 400.000 euros, por la Diputación toledana con impuestos de los contribuyentes que ahora no saben qué hacer con él. Vergüenza ajena siento por quienes emplean el dinero que no es suyo en caprichos y bagatelas. Para escarnio de algunos gobernantes podrían dejarlo en el Tajo, entre el puente de Alcántara y el de San Martín, que la gente lo vea y navegue, con un pendón negro que diga: Estás en el yate gracias a políticos que tiran con escopeta ajena. Tendrán el significado de  las obras que ciertos políticos realizan para su disfrute cuando a ellos no les cuesta y salen de nuestros bolsillos.
. Leo la listeza de los negocios de un tal Amat en Almería ¡Qué ojo! Comprar unas tierras baldías por precio desmedido para que luego sean recalificadas y aumente en no sé cuántas veces su valor. Me recordó a un director general de la administración que conocí; apenas si sabía lo que era una acción e invirtió en bolsa con tanta fortuna que le permitió comprar con las ganancias que obtuvo unas buenas fincas en Asturias. Ya estoy hecho un lío y no sé sin son los listos los que se meten en política, o es la política la que les espabila.
. Me sorprende no haber visto aún un calendario que en lugar de poner el nombre del santo del día, indique el título o la conmemoración a considerar como el de hoy: “Día universal del niño”. Me gustaría que alguien me indique, si es que existen, dónde me puedo hacer con él.
. Me ha parecido leer que los genes Monedero, por extraño que parezca, tienen polos bien distintos y que, como tales, se atraen siendo agresivos, a juzgar por padre e hijo enrolados en Vox y Podemos respectivamente, y por un amigo que conozco en tierras almerienses aunque, tal vez, éste sea un radical libre.

. Leo también la idea del comunista Garzón indicando que las viviendas expropiadas pueden servir para que las ocupen las personas que las necesiten. Y yo agrego, como comenta Reynaldo Tendero en el libro 5 Fórmulas para el bienestar de España, que ninguna empresa tiene que tener en sus balances bienes no susceptibles de explotación, por ello esas viviendas claro que sí servirán para que, igual que se hace con las acciones de compañías en pérdidas, sean compradas por la administración por el valor simbólico de un euro, las habiten quienes las necesiten. Éstos pagarán un alquiler que saldrá de la remuneración que obtengan estando ocupados, como funcionarios honorarios, a favor de la sociedad. (Quien leyó el libro antes citado se dará cuenta de cómo optimizar las cosas: a) Alguien por falta de pago se queda con una vivienda. Si en un plazo determinado (tres años) ésta no se explota, es la administración quien la confisca. b) La administración ocupa a los parados en empleos productivos a cambio de una prestación (500 euros/mes) y parte los cobra (30%) en especie, resarciendo el alquiler. c) Echar a la gente de sus casas expondrá a los acreedores  a quedarse sin ellas o a tener que arrendarlas. d) Los parados encontrarán trabajo y casa, pero no gratis porque ya se sabe,  lo que poco cuesta poco se valora).

sábado, 14 de noviembre de 2015

RETAZOS DE IDEAS

Para conseguir una cosa, si te lo propones, lo más fenomenal que sucede se encuentra en el camino por donde transitas. Si lo logras, la alegría se desborda y embriaga tu alma. Ambas sensaciones, el recorrido y la meta, son felicidad. Entonces puede ocurrir que, en consonancia al esfuerzo realizado, un bajón, un vacío o una sacudida acudan a tu ánimo, aún sin destensar, del que costará recuperarse.
En el futuro estaremos todos vigilados físicamente. Nuestras vidas controladas por entes desconocidos o anónimos contra los que nada podremos hacer. Habrá dos clases bien diferenciadas de personas (pobres y ricos) en los que la humanidad, en su caso, se dividirá. Evitar males semejantes constituye una ardua tarea que hay que emprender ya, innovando el capitalismo actual, deteniendo su empuje ambicioso y depredador, ya creciendo económica y equilibradamente, aumentando la educación y solidaridad, sin prisas, sin suicidarnos.
La credibilidad en la religión es una cuestión de fe; tanta, como la que se ha de tener para conocer los efectos de las cosas sin que hayan sucedido. Hay que agarrarse a cualquier influencia cósmica o desconocida, donde nada es demostrable sino sólo para fieles seguidores.
En España, no hace mucho tiempo, dos partidos políticos eran hegemónicos: los burgueses liberales y los burgueses conservadores. Con aires europeos surgió el partido socialista que no se comió una rosca hasta pasados más de treinta y cinco años. Hoy ocurre algo similar. El PP y el PSOE se alternan en el poder tildando de entrometidos a otros partidos emergentes, tratando de taponarles en su ascenso. Y no solo eso, cuestiones tan sensibles como la vida de la mujer o lo que fue la esclavitud, aún no se han desterrado absolutamente: han variado las formas por otras más modernas, en especial, la imposición que mujeres y trabajadores se ven sometidos. Los cambios van poco a poco, lentamente, sobre todo, cuando el sentido de la propiedad está muy arraigado y los intereses se elevan sobre la moralidad.
Los vaticinios económicos son tan fiables como fueron los astronómicos, quedando éstos para pasatiempos de la gente. Los primeros carecen de veracidad, si bien, son recurrentes en toda tertulia u opiniones importantes. Son cuentos parecidos a los horóscopos que por sugestión se adaptan a sus seguidores. No fueron capaces de prever la última crisis económica; ni lo serán de las que, indefectiblemente, vengan; tampoco sospecharon las caídas del muro de Berlín o del Lehman Brother y, menos aún,  las que en lo sucesivo caerán; la estabilidad de las bolsas y sus movimientos, caóticos espejismos de una economía real, son su ideal pleno: suben y bajan como las monedas lanzadas al aire y cuyo resultado, cara o la cruz, son un azar previsible. Casi todo se basa y lo argumentan, a toro pasado, con alegatos aparentes, injustificables o sin sentido. Algunos hasta mienten asegurando haberlo pronosticado.
El último fin del independentismo consiste en vivir solo, aislado. Únicamente se consigue por un anacoreta que, por infinita bondad que posea, será incapaz de vivir en compañía de seres de su especie. Hoy en día, difícilmente, existen personas de tal naturaleza; la domesticación excesiva a la que estamos sometidos por la sociedad a la que pertenecemos (sea cual sea) es un hecho y cada vez resultará más complicado la autogestión, la supervivencia aislada, el ser independientes.

La felicidad, en definitiva, es la meta por la que deberemos obrar, pues son poco los días que vivimos con conciencia plena.

martes, 10 de noviembre de 2015

A PROPÓSITO DE LA INDEPENDENCIA

Sólo la cultura puede liberarnos.

Y para liberarnos no cabe admitir una monolítica educación. No caen dos colores únicamente: la del espíritu nacional o la diversidad de la razón, la de la lucha de clases o la del reino de los cielos, la de los catalanes agarrados o la de los españoles nos roban; el arco iris es bastante más amplio.
Ningún monotema tiene por qué enfrentar a las personas, salvo que desde la más tierna infancia se inculquen verdades equivocadas, sin posibilidades de discrepar, sin género de dudas que lo aclaren o lo cuestionen.  No sé si aún estamos de acuerdo en quién descubrió América o si la Tierra es o no el centro del Universo o si este o aquel río nace o muere en lugares innombrables. Muchos serían los quemados en la hoguera, muchos los acusadores para que a ella fueran: ¿para cuándo permitir a los expertos que pongan de acuerdo a los políticos en impartir una sola clase de enseñanza? Sin vencedores, ni vencidos, sin argucias ni sutilezas que lleven al engaño; sólo y exclusivamente los fundamentos de la ciencia (ligados o no a la filosofía) con las raíces de las cosas que razonen la evolución de la vida, dado que todo lo que ocurre tiene que explicarse por algo sucedido anteriormente.

Animo a que se haga un pacto por el conocimiento. Que sean los técnicos quienes implanten el método, el contenido, las reglas para enseñar igual para todos; con la salvedad de que si en algo existe discrepancia se formule y se haga saber. Los resultados mostrarán saberes alejados de odios, rencores y venganzas, ya que al mundo de las ideas, de las decisiones y de la confianza les bastan los estímulos de superación y esfuerzo. La escuela los necesita  y todos los necesitamos para que el futuro no nos enfrente.

Nota:

Un duro golpe de Estado se ha producido en toda regla. Hace tiempo, algunos asaltaron la República con las armas al grito de Viva la República y murieron de forma injusta mucha gente, arruinando largamente el pensamiento de España.  Ayer, con otro tipo de armas tan peligrosas como aquéllas, saltándose la ley igualmente, al grito de “por la Democracia”, en nombre del pueblo catalán, segregaron la Democracia, cuando ésta no se divide a la fuerza, retorciendo las ideas o arrogándose representación que carecen, sino que ha de hacerse con el respaldo unánime de las leyes y la gente, con el convencimiento que ellas (ideas y leyes) proporcionan y no para guarecerse unos de presuntos delitos cometidos como antes lo hiciera el “honorable” y  otros para lograr la República de la misma manera que la derrocaron.


Existe la sospecha que el principal valedor de tal iniciativa, que en otro tiempo manifestara que la independencia estaba anticuada y que conseguirla no era posible sin saltarse las leyes democráticas, hoy se envuelve en la vulgar treta que cualquier delincuente utiliza: acusar a los demás de sus propios errores, sintiéndose perseguido y sin querer aceptar su derrota.

¡Qué el tiempo resuelva lo mejor para la gente que, en definitiva, es la que paga sufriendo las consecuencias!

sábado, 7 de noviembre de 2015

PERSONAS EQUIVOCADAS

Enhorabuena a los catalanes que están llevando al pueblo de Cataluña a separarse de España. A esos hombres de acción que, en aras a una idea, logran la hostilidad entre españoles. Una idea que dejará corazones vacíos lamentando una tenaz e inútil aventura desacertada.
Pasado mañana, lunes, se cumplen 28 años que cayó el muro de Berlín: nos congratulamos. Un nueve de noviembre que no hemos de olvidar: se derribó la indignidad cometida por el hecho ilegal de atentar a la libertad y separar personas fraternales. No es extraño que se le llame el “Muro de la vergüenza”: vergüenza para quienes lo construyeron y lo permitieron.
Vergüenza que hoy se repite: mandatarios de estados democráticos, elegidos por habitantes ejerciendo su derecho a decidir, vulneran los derechos más elementales del ser humano como socorrer, ayudar, dar asilo a la gente que huye del hambre y de la guerra. Algo más que cerrarles el paso se ha de exigir a nuestros representantes; no cabe tolerarlo.
Personas equivocadas actuando, acatando. Una sinrazón con las patas muy cortas.
Cuando alguien se considera un iluminado nada tiene de torpe; al contrario, acorralado, con el agua al cuello, su ingenio despierta, maquina, se enriquece, hasta que llega a creérselo. Al parecer un tres por ciento es la clave: algo concreto, nada espiritual ni etéreo; sin embargo, aunque su ahogo es inminente, se agarra a un colchón que flota en la marejada en la que se encuentra y consigue subirse a él para no perecer. Se erige entonces, en el paladín de la salvación y de la independencia de sus correligionarios (que se refugiarán tan pronto puedan) y de sus no seguidores, que son los hombres de fuerza felicitados al principio de este escrito.
Entiéndase que cuando una ley es injusta está permitido su desobediencia o cuando alguien se arroga un derecho que no le pertenece y lo hace suyo, incluso la violencia por arrebatárselo no sería ilícita, si bien, yo personalmente, antes recurriría al dialogo que a la acción, por ser hombre más de paz que de guerra…, no obstante, estoy convencido que los hombres de empuje, a los que he felicitado, están en un error, son personas equivocadas.

Hace unos días, en este mismo blog, expuse que el derecho a decidir es universal y en España nos costó mucho conseguirlo: ¿por qué dividirlo o  limitarlo ahora? La Constitución se elaboró por mayoría democráticamente,  habitantes de Cataluña incluidos. Si alguien quiere separar un territorio del conjunto reconocido legítimamente en la Constitución, enmendemos la misma. Es incomprensible que gente de bien (y en especial de izquierdas) quiera la desunión de las personas, sabiendo que la Tierra es patrimonio de todos los seres vivos y que buscan la igualdad de oportunidades sin distinción de clases, ni razas, ni territorios. Y ese derecho ha de prevalecer por encima de la independencia que, quiérase o no, excluye, crea fronteras, produce enfrentamientos y, sobre todo, no es legal. Es incompresible también, conseguir la República de esa forma. Un republicano respeta la ley y no la quebranta. Derroca a la monarquía en las urnas y el Rey, en su caso, como lo hizo Alfonso XIII, tendrá que marcharse pacíficamente, legalmente, pero no lograrlo por el burdo proceder de independizarse. El fin no justifica los medios. Ni siquiera un ácrata participaría de tal esperpento: la honorabilidad está por encima de todo. No olvidemos  que los nacionalismos son como las veletas que van al compás de los vientos. Mi identidad, lo mismo que mi patria, donde crecí siendo niño, aunque se transforme con en el tiempo, no quiera que me la toquen y la defenderé como a la madre que me parió, si con ella alguien se mete, es universal, lo confieso, porque los hombres hemos de tender a ser humanos sin que nadie nos equivoque.