domingo, 13 de abril de 2025

Una enfermedad del alma

 

“Hoy en día se sabe que no hay grandes diferencias entre el control de un apéndice y la expresión de una emoción. Las enfermedades neurológicas y las psiquiátricas no tienen por qué catalogarse en compartimentos distintos porque no hay dos compartimentos distintos, solo hay uno, en el que están el cerebro) y todas las propiedades que de ellos se derivan (la mente y sus efectos). Todo está en nuestro genoma. Todas las enfermedades sin excepción son biológicas y, en los circuitos cerebrales que controlan la mente, está la solución”.

El miedo es el enemigo del conocimiento porque este aniquila a aquel.

“La memoria y la personalidad inseparables nos hacen únicos. Somos lo que somos gracias a lo que hemos aprendido y a lo que recordamos. La destrucción de éstas borra nuestra propia identidad, nuestra propia alma. La memoria, además de almacenar datos, implica numerosos procedimientos que ejercen las neuronas y sus sinapsis. Adquirir nuevos conocimientos, utilizarlos y almacenarlos se efectúa mediante la percepción, la recuperación y el almacenamiento a corto o largo plazo involucrando a la memoria. Una memoria (implícita, emocional, declarativa, prospectiva, consciente, motora, inconsciente o automática, semántica o mnemotécnica, asociativa, social, episódica) no es sino el resultado de engramas o neuronas interconectadas mediante sinapsis”.

“El alma proviene de cada neurona, de cada conexión sináptica, de cada circuito, de cada región anatómica que compone nuestro cerebro y cuyo funcionamiento, como un todo interrelacionado, permite que seamos quienes somos; por tanto, tratar de comprender nuestras acciones, lo que llamamos conducta, recuerdos, pensamientos, emociones sin atender a que somos procesos biológicos, es una tarea sin sentido. Tenemos ciertos conocimientos, pero aun desconocemos muchas cosas, por ejemplo: ¿Qué sustenta la autoconsciencia? ¿Qué circuitos intervienen en ella? ¿Por qué solo está presente en algunas especies? ¿Cómo se cambian los estados de ánimo? ¿Por qué unos recuerdos persisten más que otros? ¿Por qué unos tienen más memoria que otros? ¿Dónde residen las capacidades en las personas? ¿Cómo desvelar los pensamientos de los demás? ¿Cómo mover con la mente los objetos? ¿De qué forma se puede adivinar el futuro? Para todo ello sería necesario conocer todas y cada una de las conexiones neuronales y cuándo y cómo se activan y cambian.  Nuestros pensamientos son el verdadero reducto de nuestra privacidad. Internet lo intenta cuando uno muestra un deseo, pregunta o se interesa por algo. ¿Puede saber tu ideología? Ya hay tanta publicidad, encuestas, noticias que motivan emociones de dolor, placer, miedo… que influyen directamente en nuestro comportamiento; es decir, el cerebro se modula por la educación, por la actividad que realicemos, por los medios y recursos en los que nos movemos”.

Y si. El miedo nos atrapa sabiendo nuestro destino: riámonos e ironicémosle desenmascarándolo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario