Uno: La abolición del dinero físico. Dos: La ocupación (o el trabajo).
El
primer punto, del que hoy nos ocuparemos, está a punto de conseguirse. Apenas
si el dinero en rama se mueve, salvo en contadas excepciones donde se impone “la calderilla” (pagos corrientes o de
actividades comerciales de pequeños importes) y el “dinero negro” (transacciones para evitar el pago de impuestos. Comisiones
por favores prestados. Operaciones en general que no dejan huella y cuya mayor
parte va encaminado a beneficiar corruptelas particulares en detrimento del
beneficio general…).
La
no utilización del dinero físico dará lugar a:
-
Evitar robos, hurtos o pérdidas
irrecuperables.
-
Dejar traza en todo tipo de movimiento
comercial y especulativo.
-
Conocer el origen y destino de los fondos que
se manejan.
-
Descubrir negocios delictivos, tramas
peligrosas, ilegalidades.
-
Prescindir de gastos de fabricación,
almacenamientos y traslados.
-
Poder efectuar controles imprescindibles:
-
Probatorio de gastos e ingresos.
-
Donaciones, transmisiones y herencias de efectivo.
-
Inspecciones o registros de pagos y cobros por cualquier motivo.
-
Blanqueo de capitales.
- Turismo
y emigración.
- Personas
físicas o jurídicas que pagan o cobran en negro.
- Competencia
desleal.
Mientras
oficialmente no se instaure la abolición del dinero en rama y en su lugar se
empleen los medios de cobros y pago que dejen trazas, ciertas corrupciones
serán difícilmente erradicadas. Las organizaciones mafiosas, los sobornos, las
coacciones, las estafas, de mayor o menor cuantía, se continuaran produciendo
sin que puedan comprobarse. El dinero es un medio de pago o mercancía
comprometida que se hace aún más peligrosa cuando se trafica en efectivo, con
billetes y monedas (al portador, no nominativos) que no dejan huellas.
¿A
quién puede interesar no perseguir, descubrir y eliminar las corrupciones; las
ventas y consumos de drogas; los beneficios e ingresos de todo tipo que no se
declaran; los cientos de miles de personas estafadas por empleos miserables de
esclavitud que muchos practican; las mordidas que influyentes realizan con
informaciones desleales; la evasión de impuestos a través de testaferros y
sociedades interpuestas; la trata de blancas, de armas o de mercancías
prohibidas; la emigración descontrolada, la prostitución encubierta, los
negocios abusivos…?
Todo
ello, no usando dinero en rama y sí otros medios de pagos y cobros, se puede frenar.
¿A a usted le interesa que se pueda impedir?
Otra
cuestión será el abaratamiento, la gratuidad del empleo de tales medios (de lo que podemos hablar otro día). En
ambas cosas en Estado puede intervenir e influenciar para conseguirlo y
presionar en la Comunidad Europea para que lo imponga.
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