HISTORIA DE UNA MAESTRA, es una novela de Josefina R. Aldecoa. Una novela para leer y disfrutar de su lectura. Muy recomendable para, con serena lucidez, recordar un periodo decisivo de nuestra historia reciente sobre los maestros de la República.
Copio breves textos:
“La historia no puede borrarse, pese a que de la misma se hayan hecho muy diversas interpretaciones.
“Allá por enero de 1936 se disolvieron las Cortes. El Frente Popular ganó las elecciones en Febrero. La amnistía fue su primer objetivo.
“Otra vez a empezar después de un largo viaje por un túnel sin salida..., y se impulsaron con el ritmo de los primeros años de la República la creación de escuelas y demás instituciones complementarias para propagar la enseñanza y la cultura que habían quedado sepultadas y, sin las cuales, no se podrían salvar a un pueblo ignorante.
“¡Ay los hombres, qué bien sueñan y qué mal despertar tienen!
“Cada uno elige (o debe elegir) la responsabilidad de su destino”.
La historia de hombre carece (¡no sé si como en Universo!) de principio y de final.
Podíamos haber nacido en cualquier sitio. Cada uno de nosotros viene a la vida allá donde el azar decide. Un azar que está al albur de circunstancias y eventualidades, de causalidades e ignorados designios naturales. Y es que cualquier cosa puede suceder en cualquier momento y no todo se puede evitar; al contrario, suceden aunque no se quiera.
Se nace. Se vive. La vida de cada cual transcurre aprendiendo y consolidando una identidad que únicamente la razón o el convencimiento, a través del tiempo, puede cambiar.
El hombre, sea de donde sea, goza de unos modos y especializaciones para sentir dolor y placer: sus sentidos son los intermediarios para que los sentimientos lo perciban.
¿Qué importa ser español o polaco, africano o europeo? La persona debe de estar por encima de toda nacionalidad que le condicione u obligue a ir contra otra, por diferente que sea. Ha de abogar por la humanidad en su conjunto y paliar las diferencias existentes entrambas, sean negros o blancos, pobres o ricos, hablen inglés o chino, profesen o no una religión, piensen de forma distinta, ya que, en definitiva, la vida es común para todos.
Donde uno nace debería de tener, sea el país que sea, los medios necesarios para poder desarrollar su vida sin necesidad de emigrar a otros territorios por obligación. Hay muchos factores por los que ocurre (lugares pobres y explotados, carencias de alimentos y medios para subsistir, horrores de gobernantes corruptos, políticas sociales y económicas desastrosas, religiones y costumbres fanáticas, guerras y persecuciones y un sin fin de etcéteras más). España lo sufrió y muchos españoles emigraron a otros países para salvar su vida y es por ello que ahora nos toca corresponder acogiendo a quienes lo necesitan; si bien, algo de tanta magnitud debe de ser tratado a nivel europeo y encontrar los medios más acordes para solucionarlo. ¿Cómo?: Potenciando los lugares de emigración con trabajos con los que puedan subsistir, desterrando tanta miseria e incorporando factorías y conocimientos.. y no, por supuesto, comercializando con seres humanos como los europeos hicieron entonces, llevándoselos con grilletes a las colonias como esclavos para ser vendidos al mejor postor.
El poder y la riqueza, a explotados y pobres, no pueden dar lecciones.