domingo, 4 de mayo de 2025

LA GENTE

 

La gente prefiere el miedo a la tranquilidad, la falsedad a la verdad, la indignación a la empatía” (Bárbara F. Walter).

¿Es cierta tal afirmación? El pasado día 28/10/2025 algo pudimos comprobar.

No escuché nada de lo que dijeron los interesados listos, los confabuladores alarmistas, los farsantes hechiceros, los destacados influyentes y demás adivinos y videntes (por lo general nunca lo hago) sobre el apagón general de luz en España, pero el P.P., es decir, el “Puto Putin”, a juicio de la gente, se llevó la mayoría de las papeletas de la rifa y el resto sería para el P.A.M. (POTUS Donald Trump) el “Puto Amo del Mundo”, aunque se comente que una persona lista y mala tiene menos peligro que una tonta y buena.

Seguramente, aún hoy, no se sepan las causas; ahora bien, si no tuviéramos en cuenta los primeros párrafos expuestos, es posible que las conclusiones fueran distintas, toda vez que las preferimos y aceptamos sin reflexionar primero, es decir, sin practicar las habilidades mentales para las que todos estamos capacitados; a saber:

a)       Tener un pensamiento crítico, pero moderado y respetuoso.

b)       Solucionar problemas lógicos, adecuadamente como corresponde.

c)       Gozar de hábitos saludables como el descanso y el sosiego.

d)       Aplicar un lenguaje y comunicación precisos, no hirientes o provocativos.

Tampoco lo sucedido es sorpresivo porque viene existiendo desde el comienzo de los tiempos con arreglo a cada época y lugar. Bastará leer un libro duro y cruel de la historia de un pueblo como la Biblia u otros escritos relativos a Grecia y Atenas, precursores de nuestra civilización, donde existía gente hechizada por dioses y diablos; profetas y adivinos de religiones y mitologías; acontecidos de batallas influenciadas por divinidades; Autos de fe de la Santa Inquisición; males de ojo, brujería, exorcismos, cielos, infiernos, limbos, purgatorios…, detrás de los cuales estaban -y están- las manos de los hombres condicionados por un dogma o una ideología, una ciencia o una creencia y -¿cómo no?-  la fe que cada cual profesa.

El apagón citado que nos ocupa, dependiendo de quién lo explique y escuche, se entenderá de una u otra manera, dado que nadie da puntada sin hilo conforme a su provecho, pensando diferente debido a su educación o doctrina, sabiendo que nunca llueve a gusto de todos o nos rasquen los bolsillos que es lo único que duele. Lo que está claro es que a Pedro Sánchez le crecen los enanos o, sencillamente, es un cenizo o pájaro de mal agüero, ya que le ha tocado lidiar con el apagón citado, el cambio climático (la Filomena o la terrible Dana valenciana), el Covid 19, la Guerra de Ucrania, el volcán de La Palma, procesos familiares y, pese a todo ello, comparta Gobierno, acuerde indultos, amnistías, condonaciones de deuda regionales, goce de fama fuera de España y esté bien valorado, aunque aquí le odie una mayoría.

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