Copio frases sacadas de la prensa nacional:
. 85
individuos (de los 1600 más ricos) poseen tanta riqueza como 3.570millones de
pobres (la mitad de la población mundial), no podrán agotar su dinero ni
gastando un millón de dólares al día durante 100 años.
. 16 multimillonarios en África frente a 358
millones de habitantes en pobreza extrema: Sin agua potable. Sin luz eléctrica. Sin comida suficiente.
. En España la diferencia entre pobres y ricos se
distancia considerablemente. El hambre crece en la población infantil hasta
alcanzar cifras que ni siquiera hubo en la posguerra. Un 30% del país en el
umbral de la pobreza, mientras 100 grandes fortunas equivalen al 15,6% del PIB.
Son datos para los que, los
partidos políticos que nos gobiernan, no tienen respuesta. ¿Y eso por qué? ¿Por falta de
conocimiento? ¿Por qué sus afiliados no sufren tales desgracias? ¿Por qué
reducir el desequilibrio económico no da votos? ¿Por qué no tienen interés ni
voluntad en remediarlo?
Es algo que cada uno de nosotros puede estimar.
Siempre habrá ricos y pobres una simpleza que se dice para justificar
una historia sin fin, donde nada es por
supuesto. Donde las contradicciones, luchas de clases, revueltas,
encrucijadas se pueden resolver con la razón y no con el sentimiento. Un
raciocinio que nos llevaría a la solidaridad en lugar de que, automáticamente,
la emoción nos traslade hacía la caridad. Una
caridad que es el fracaso social y bienvenida sea, mientras el sentido
común o ese ponerse de acuerdo, que reclamamos, no se lleve a efecto. Hemos de tener en cuenta que la pobreza
siempre tiene el mismo aspecto (penuria, incultura, muerte); los ricos al
contrario, pueden variar sus vidas al tener medios para ello.
El presente blog y los
libros titulados 5 Formulas para el
bienestar de España y Escape, tantas veces en él citados, han expuesto
medidas para remediar la pobreza, las
desigualdades y la falta de respuesta a tales calamidades. De manera pertinaz han abogado por nuevas
soluciones (visto que las viejas sólo dan satisfacción a unos pocos) tomando
partes del capitalismo y comunismo como dos ideologías muy dispares que pueden
(¿por qué no?) complementarse. A veces, son medidas radicales las que hay que
tomar. A veces no. No será necesario caerse de un caballo para comprender que
antes se fumaba y ahora depende de dónde se haga. Nadie se ponía un cinturón de
seguridad en el coche y hoy es al contrario. Ya nadie da crédito a que la etiqueta de izquierdas es sinónimo de
honorabilidad, ni que el mercado capitalista es libre o favorece el desarrollo.
Reflexionar sobre tales arrogancias, que emanan de las creencias adquiridas
es imprescindible. Los ritos humanos proceden de las mismas fuentes con
independencia del color de la piel o del país de origen. El clima quizá ejerce
alguna influencia. Somos, pues, las personas comprometidas con el sentido común
y con el bienestar general, las que hemos de dejar de alimentarnos con
las mentiras que nos cuentan quienes nos engañan. Hemos de equivocarnos
nosotros solos y tratar seriamente para que
todo hombre tenga igualdad de oportunidades desde su nacimiento, se desarrolle
en libertad, con la ausencia de credos, servidumbres y prejuicios, respete la
vida y se marque los objetivos que considere necesarios y le estimulen para ser
feliz. ¿Es mucho pedir?
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