“Los conventos tenemos que andar
con mucho cuidado en materia de herejías e inquisiciones que el auto de fe es
cosa de temer, y el Santo oficio es amigo de procesar a gentes de dinero para
quedarse con sus fortunas”, es un párrafo de la novela Las hogueras del Rey
inspirada en la época de Felipe II que me hizo ver lo poco que hemos cambiado
pese al número de años transcurridos.
Limitándome a España y sin
adentrarme en regímenes de otras latitudes, observé que la Santa inquisición
continúa por mucho que haya alterado el relato. Han variado muchas cosas: tecnología,
medicina, costumbre y otras, si bien, principios y valores humanos transcurren
inamovible en el alma del hombre. Emociones y sentimientos como la tristeza,
codicia, generosidad...o, sus orígenes y fines en los que las sensaciones, ideas,
pensamiento… son ignotos pasajes confirmando el espíritu limitado de la esencia
humana y que jamás podremos superar. Otras especies o formas de vida vendrán que nos
asombren como nosotros, posiblemente, causemos a otros seres más
insignificantes como hormigas o mosquitos.
Me dio pie igualmente a remedar
el texto de la siguiente manera: El partido político Podemos tiene que andar
con mucho cuidado en materia de política y economía que la calumnia es cosa de
temer, y el Gobierno es amigo de arremeter a gentes de ideas para quedarse sin
oposición.
¡Qué similitud tan evidente!
Ya me estoy imaginando una
revolucionaria y alocada primavera que se nos avecina con las nuevas elecciones.
Los que en liza disputan una España mejor, sembrarán los campos con cándidas
soflamas y sofisticadas semillas de mentiras y delitos. Y ¿qué decir del miedo
que algunos tratarán de inculcar a los posibles votantes de Podemos? La elocuente
oposición tildará al nuevo partido de todo menos de bonito. De cualquier forma
el ambiente otoñal quedará agrio y macilento y dará paso al frío invierno que
combatirlo entre plumas y mantas, lumbre y calefacción se podrá soportar, pero
no así, si las primeras se humedecen y faltan las segundas. Y, menos aún o de
todo punto imposible, si reina la codicia y el valor del esfuerzo y la confianza se evapora entre los miembros del gobierno de turno. Sólo fuertes y poderosos, iglesia incluida en una inmovilidad rentable, podrán prosperar.
Podemos ha sido tildado, sin
pruebas, de populista, terrorista y de otras maldades más. No hay quien pueda creerlo. Si fuera cierto, quien lo ha dicho, tendría que demostrarlo y
la justicia evitaría que Podemos siguiera luchando en la brecha. Contra este
partido se han levantado espinos y toda clase de perversidades para detenerlo o
hacerlo desaparecer. Con anterioridad instigaron a jóvenes que lo
formaron para que dejaran de protestar en las calles y constituyesen un partido con el que debatir, con orden, políticamente. Hoy amenazan a la gente con las plagas de Egipto para ponerlas en su contra. Cosa de matones. Inventan infundios. Nos hostigan con mentiras. Los terroristas han de estar presos. Los partidos quieren ser populares, incluso, así se hace llamar alguno aunque no lo sea. Todos los gobiernos han hecho tratos, negocios, relaciones con
desalmadas organizaciones, dictaduras o
regímenes bolivarianos ¿es extraño que otras personas también lo haya hecho? No nos engañemos, siempre quedará el poso de la calumnia en el pueblo prudente y temeroso; no obstante, ese mismo pueblo llano
ayudará siempre al débil contra la opresión e impunidad de los poderoso, ya que también sabe que el ladrón piensa que todos son de su condición.
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