¿Cómo se elimina el paro? Bromeando podíamos decir: 1) Cuando el
desempleado muere. 2) Si es paro juvenil, cuando el parado cumple años y deja
de serlo. 3) Emprendiendo una aventura yéndose fuera de España, es decir,
practicando la movilidad exterior que, por supuesto, si es a la CEE no es salir
al extranjero, sino a un viaje que permite aprender a: (a) Pasarlas canutas (b) Entender idiomas (c)
Refugiarse en albergues sociales (d) Conocer gente (e) Darse cuenta de lo poco
que vales. 4) Ser anulado de las listas del paro. 5) No sellar los papeles. 6)
Asistir a algún curso del INEM. 7) Irse de vacaciones a la casa del pueblo de los
abuelos. 8) Suscribir un contrato como becario. 9) Hallar trabajo al cabo de
una eternidad.
Con el PCO Proyecto de Ciudades Ocupacionales (Ver blog) el paro NO EXISTIRÍA. Ya hemos escrito
sobre ello, con medidas para innovar el Sistema y especialmente en lo referido
al Plan ocupacional. Ya me gustaría tener una varita mágica e implantar la
mejor solución para atajar la lacra que se padece, sin embargo como esto o algo
parecido no llega, mientras tanto, ahora, cabe realizar muchas cosas que cada
uno de los desempleados ha de intentar hacer, dado que los poderes no ofrecen
formulas con qué ganarse la vida y hay que alimentarse cada día.
Lo primero (aunque sea fácil decirlo) es no desesperar: la vida es
lo más importante y nada hay que justifique perderla. Después es VENDER. ¿Vender? Si, vender. Vender lo que se tenga o no
se tenga.
Comencemos con vendernos a
nosotros mismos: Vendernos confianza es
lo fundamental y ver lo que más nos gusta, lo que mejor se nos da, lo que más
fácilmente conseguimos hacer. Para ello será necesario hablarnos. Sí, como
si estuviéramos locos. Haciéndonos
saber que somos capaces de acometer lo que vamos a realizar. El poder de la palabra es inmediato.
Nos dará resultados positivos. La acción posterior (un paso) será la fuerza o
el valor duradero que lo proporcionará nuestro ejemplo, nuestra actitud,
nuestro esfuerzo, nuestro trabajo.
La decisión importante nada tiene que ver con la cabeza, porque ese
entramado de cables es temeroso. Será el combustible que le echemos con
nuestras voces la que le darán ánimos para
lograr lo que nos propongamos. Nos convertiremos en lo que le ordenen
nuestras palabras.
¿Qué tienes por perder?
Yo no soy partidario de azuzar,
achuchar, estimular la vida basándola en el dinero, pero de momento, no te dan más
alternativas, no te queda otra salida: VENDER. Busca lo que otro quiere o necesita y ofréceselo. Se vende no solo
cosas tangibles, también las imperceptibles, futuras, espirituales, invisibles.
Continuamente, aun sin proponérnoslo estamos vendiendo: buena imagen, que nos quieran,
ideas o derechos que tenemos y quién sabe qué cosas más.
Terminaré, no obstante,
preconizando el poder de la palabra (Véase
este blog la Transición personal) y el estímulo personal del
hombre (que ha de tener sus necesidades básicas cubiertas) para que se supere
en el saber, en la comprensión, en el entendimiento de derrochar los menores
medios y bienes materiales posibles (limitados y de todos) en lugar de las competiciones económicas que tienden al
derroche del poder y la riqueza material, sin conducir a nada
satisfactoriamente espiritual.
Digan lo que digan, hay que vivir
con arreglo a lo que se ingrese. La salud y el saber va en ello.
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