Semana Santa, fechas señaladas, propicias y culturalmente aprovechables
para activar, en el entorno cristiano que nos desenvolvemos, pensamientos que puedan
orientarnos, mediante meditaciones o plegarias, a vislumbrar infinitas e
interminables cadenas de causas y
efectos que nos acontecen y cortejan, induciéndome a no omitir manifestar,
que ha de existir una Ley Universal que rige para todos los hombres por igual
y de la cual, tan sólo, podemos imaginar lo que quedó en el ayer o lo que será
en el mañana; es decir, aquí y ahora, en este preciso instante leyendo estas
líneas, lo único que nos acompaña es un lapso que pasa como un soplo.
Los humanos siempre hemos buscado, y hemos de continuar buscando,
Seguridad, Amor y Paz. Rechacemos pues, las disputas, las injusticias y las
frivolidades.
No es posible dar un primer paso sin ningún esfuerzo.
Imprescindible será exterminar el
egoísmo, que como el miedo nos atenaza, y limpiar así el sentimiento de
generosidad interior para poder mostrarnos puros como un cauce límpido.
Entonces, nuestro ATP (que bautizaré llamándolo también, Actitud mental
positiva) nos hará dichosos, sencillos, hermosos y obtendremos hermosura,
inteligencia y felicidad.
Los defectos que acumulan
nuestros sentidos, los errores, ilusiones y tendencias a engañar a lo que somos
propensos, desaparecerán para convertirnos en seres abiertos, simpáticos y caer
bien a todo el mundo, aunque esto último suponga casi un sueño.
Debemos de alegrarnos sabiendo que tenemos infinidad de bienes y recursos
a nuestro alcance, dentro de nosotros, y que de nosotros dependen.
El esfuerzo, el coste que sea, siempre
habrá de pagarse, pero su compensación será enorme y habrá merecido la pena. Sin que nada cueste, sin nada a cambio, no
es posible obtener ningún objetivo, por mucho que nos lo propongamos. El
azar no es ingenuo y confiar en él es engañarse. Cualquier cosa que nos suceda
es bastante más imputable a nosotros mismos que a los demás.
¿Qué es lo que debemos hacer? ¿Controlar o liberar? Ni lo uno ni lo
otro y las dos cosas en su justa medida. Lo importante es conseguir un
equilibrio, sabiendo que lo peligroso es la falta de moderación, la
inestabilidad, el radicalismo.
Por eso, en el P.C.O. (Proyecto de Ciudades Ocupacionales) hablamos ampliamente de medidas flexibles,
adaptables e innovadoras; valorando
los estímulos y las motivaciones personales alejadas del dios dinero que, si
bien, es necesario como instrumento de cambio, no lo es tanto para la vida
plena. Para que esto se cumpla, no hay que escatimar esfuerzos manteniendo
vivo el presente blog y, además, no descansar ni darse por vencido con
constantes iniciativas, por mucho que digan que éstas son utópicas. Ya se ha
dado un primer paso publicando 5 Fórmulas para el bienestar de España
(un compendio que se regala comprando la novela de ficción Escape de la que se ha
dicho, aunque yo opine que no es para tanto, que tendría que prohibirse por su
desvergüenza) y continuaremos caminando.
Si la economía es la que gobierna nuestras vidas o es su motor más
importante, sólo cabe comentar la desdicha y el vacio que secretamente nos
envejece. Actuemos en consecuencia.
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