domingo, 24 de marzo de 2024

LA CORRUPCIÓN

Hoy hablaremos de la corrupción, tal como anuncié. Ésta, forma parte de la lucha de los seres vivos por subsistir y, por tanto, consustancial con la vida misma. Para los humanos, con capacidades intelectuales, conciencia social y conocimientos del bien y del mal, son actos indecentes, ilegítimos, inmorales, delictivos, …, realizados en su provecho y a costa de lo que sea. Es una actividad fundamental del engaño, la sorpresa, la ventaja..., y su negación.

La corrupción no es tolerable, proceda de donde proceda, carece de justificación y puede ser tan terrible como asesinar que ni siquiera, antes de comprobarlo, se puede exculpar a quien mata en legitima defensa. La perversión se ha hecho tan habitual que mucha gente  admira a los corruptos pensando, equivocadamente, que el hombre vive para tener y no para ser. Desde su infancia recibirían una educación permisiva por la que quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón” y no una restrictiva apuntando aquello de:pobre, pero honrado”. 

Me limitaré a recordar unos pocos acaecidos de la empresa donde trabajé:

Un botones robó 25000 pesetas en un descuido del ayudante de caja. Compró instrumentos musicales y la policía lo detuvo. Otro “ventanillero” contabilizaba como dinero un simple papel en el que anotaba cuanto robaba. Todo se lo gastó en quinielas y loterías confiado en hacerse rico y resarcir lo robado: la inspección detectó el vale cuando ascendía las 300000 pesetas y lo puso de patitas en la calle, igual que a su jefe que, sabiéndolo, no lo denunció. El empleado que robaba a su tía viuda y el azar le jugó una mala pasada cuando, enfermo, no acudió al trabajo y esta se presentó a ingresar y a poner al día su libreta. Muy a  pesar de la señora, otro empleado le atendió comprobándose la falsedad de la cartilla en la que faltaban 800000 pesetas, por las que el sobrino fue despedido. Consejeros del banco que, necesitados de algunos millones,  los pedían prestados sabiendo que no los pagarían. Por lo general se documentaban a nombre de alguna persona jurídica y al vencimiento se renovaban con costes e intereses incluidos, y así durante años hasta ser contabilizarlos en fallidos. Los vigilantes de coches de los descampados, a los que un listo del ayuntamiento les puso una chapa en la solapa de sus chaqueta y los dio tiques de peseta que entregaban a los conductores por aparcar. Algunos rechazaban el tique y pagaban la mitad de tal manera que todos corrompían: el municipal que se quedaba con el noventa por ciento de lo que recaudaban los vigilantes; estos que, además del diez por ciento recaudado, se quedaban con el efectivo que recibían, y los conductores, dando pie a la trampa, sin molestarse en comprobar que se trataba de un timo urdido por concejal.

“¡Qué Dios no nos ponga donde haiga !”, hemos escuchado. Yo diría que dinero y poder han de estar vigilados y seguir las huellas por las que discurran, pues la corrupción anda siempre al acecho.

¿Merece la pena que la gente de a pie siga peleándose por ideologías, colores o equipos? ¿Por qué se ha de defender al corrupto que invoca a su honor, Patria, España o Dios para salvar su culo? Hay que acabar con la corrupción y sus sospechas, sin voces ni imputaciones gratuitas. Y actuar enérgicamente cuando todo se aclare. Contra el sinvergüenza y el hecho cometido. La corrupción no tiene tarjeta de visita, ni es de nadie: solo los mangantes se aprovechan amparándose en la presunción de inocencia que todos, naturalmente, invocamos.

Dar pábulo a las acusaciones de unos u otros partidos políticos, alentados o no por los medios de comunicación de unas u otras tendencias, atacando o defendiendo lo que no conocemos, nos convierte en divulgadores o consentidores: personas iguales a ellos. Aislemos al sospechoso y tomemos nota. Esperemos y actuemos en consecuencia para cuando las resoluciones judiciales lo aclaren y  digan la verdad. Evitaremos peleas y seremos justos votando al partido y creyendo a los medios de comunicación que actuaron correctamente.

Notas que dan pistas de casos de corrupción:

Hay subidas de sueldos, bonus, gratificaciones, planes de pensiones, seguros vitalicios, despidos y demás prebendas que no son sino abusos, inmoralidades, caprichos, injusticias divinas que vienen del cielo para que las perciban presidentes, consejeros, asesores, directores, secretarios abogados de gente poderosa, enchufados, padrinos, intermediarios de todo orden, comisionistas, familiares, artistas, deportistas y demás cargos generales de importancia en empresas públicas y privadas (conserjerías, ministerios, bancos, energéticas, farmacéuticas...) en detrimento de una clase trabajadora que poco o nada pueden hacer.

Hay bandoleros, timadores, ladrones, trileros, estafadores, políticos, banqueros, mangantes, cacos de guante blanco, chorizos, corruptos, rateros, cleptómanos, descuideros, atracadores, dinero negro, tapaderas, paraísos fiscales, gastos ficticios, facturas falsas, amigos, timadores, enchufados, tiesos, testaferros, mentirosos, cajas de alquiler, sociedades interpuestas, falsificadores y demás personajes y modos operativos cuya relación se haría interminable.

 

1 comentario:

  1. De este tema mejor no hablar, por él, no hay quién crea en l a clase pilitica

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