domingo, 17 de marzo de 2024

PRELIMINARES DE INTERÉS

Alguien, comentando uno de mis WatsApp, me indujo a que escribir sobre temas de más actualidad hoy en España; es decir, sobre la Corrupción (una perversión despreciable en todo tiempo) y sobre  la Amnistía (una medida de gracia que viene de antiguo y propició la democracia en España). Lo uno lo asemejo a Robar, lo otro a Perdonar. Distingo entre el vicio de tomar para si lo ajeno por soborno, cohecho u otros métodos, de la virtud de exonerar, absolver o condonar ciertos delitos con el empleo de la razón y no del corazón. De ambos temas hablaremos las dos próximas semanas y hoy lo haré introduciendo unos preliminares previos, que considero necesarios y de interés abordar.

La gente de Cataluña, Galicia, País Vasco y el resto de comunidades, hasta hoy, son españoles y además independentistas o nacionalistas del lugar donde nacieron o se criaron. La Patria, el origen de cada uno de nosotros, es consustancial con el modo de pensar y actuar conforme a la educación mamada y recibida desde el nacimiento, abriendo las puertas de la memoria de par en par para que entren hábitos y costumbres, virtudes y pecados,  placeres y dolores, ideologías y  principios. ¿Podrán votar los separatistas como les plazca? Naturalmente. No faltaría más. Son tan ciudadanos como los demás, pagan sus impuestos y, por tanto, sus deberes y derechos son idénticos, dado que en democracia se preserva la libertad e igualdad individual por imperativo legal, respetando la decisión de la mayoría de los votos en las urnas.

Se puede opinar, criticar, debatir e incluso caer en la falta de cortesía, pero jamás insultar, violentar y no respetar a quienes pienses lo contrario o de diferente manera. A la gente de a pie nos causa dolor contemplar, en determinadas ocasiones, el espectáculo político de las Cortes. Un ejemplo impresionante de lo que no hay que hacer. Menos mal que gozan de inmunidad parlamentaria que permite decir lo que quieran sin ser mediatizados por la censura y un poder dictatorial como el que sufrimos durante casi medio siglo.

Existen infinidad de criterios ideológicos, tantos como personas somos, si bien, concretándonos a dos tendencias (izquierda y derecha), imprescindibles para manifestarse y tomar partido en absoluta libertad, estos, han de llegar a entenderse mediante las palabras y cesiones mutuas, ya que ni todo es blanco ni todo es negro, existiendo puntos intermedios en los que poder encontrarse. Recordemos la Carta Magna de 1978, la famosa Transición española, donde se impuso la cordura, aunque ahora, merced al tiempo transcurrido y otras circunstancias, no se vean de igual manera. A propósito, se pueden establecer reglas de juego tan imperecederas como lo son, entre otras, la Fumata Blanca para la elección papal.

Hemos sintetizado cuanto antecede para recordar algo que todo el mundo sabe. La política es un juego de intereses de partido para alcanzar el poder donde, aunque así no lo sea, todo vale. Una lucha dialéctica de la que no podemos des-inhibirnos. Un arte, gracias al cual, lo imposible se hace posible. Una filosofía que, como la ciencia y la religión, ha de inventarse a medida que el tiempo avanza. Una doctrina de actos y voces dentro de un sistema de gobierno por el que decantarse, y que simplificados a dos: la dictadura (poder omnímodo) y la democracia (poder popular), optamos por la Democracia, instaurada en la cultura clásica griega que hoy, a nuestro juicio, es la mejor de los sistemas políticos posibles, en la cual las palabras e ideas son libres, legitimas y respetables, sin atentar contra la vida y la dignidad de las personas, iguales ante la ley de los hombres y no la de ningún Dios desconocido. La que tiende a equiparar  derechos y obligaciones, independiente al lugar de nacimiento, color, familia, creencia,..., y actúa acatando las mayorías.

El orden de prelación de instalar la democracia en primer lugar, por encima de causas y  credos, principios e idearios, nacionalismos y demás ismos, tanto políticos como religiosos, será la esencia para que los hombres podamos entendernos allá donde habitemos. Una decisión que habrá que buscar individualmente, dentro de nosotros mismos. 

1 comentario:

  1. obvio, pero hay que entrar en detalles que ahora no es cosa menor, recuerdo el famoso, españa nos roba, ahora por la supervivencia en el poder lo blanco se está volviendo negro

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