domingo, 8 de septiembre de 2024

UNA SOCIEDAD NUEVA

 

¡Qué duro es envejecer! ¡Qué difícil resulta dominarse, sobre todo, cuando tienes a tu alcance lo que deseas! ¡Bastante más fácil es prescindir de aquello que ya no se tiene ni se desea!

Interesante es estudiar y gozar de conocimientos con los que aplacar los miedos que nuestros antepasados sufrían y aun sufrimos. No obstante, creer, resignarse, preocuparse tan solo de lo que uno puede resolver, es tener una vida feliz, “a tu manera”, haciendo partícipes a tus seres queridos.

Hoy en España ¿se consideraría política y cristianamente moral el comercio de esclavos de otra época? ¡Seguro que no! El abominable robo de hombres negros en las costas de África, para llevarlos encadenados a América, sería una vergüenza.

Un Sistema Capitalista, en el que hoy nos hallamos inmersos, me recuerda al de aquel tiempo de sometimiento en que trataban a las personas como cabezas de ganado y cuya abolición, por parte de las distintas autoridades, costó lo suyo. Un sistema actual, el nuestro, que camina en pro del ánimo de lucro únicamente, debe de ser modificado o abolido cuanto antes para evitar que nos lleve a la ruina, toda vez que esquilmará lo que sea preciso (medio ambiente, medios vitales, recursos naturales…) en aras a un crecimiento absurdo e imposible de mantener para el enriquecimiento de unas minorías que también morirán de éxito. Cuando esto ocurra se rememorará lo “de aquellos polvos estos lodos” y para entonces puede que no sea factible la posibilidad de dar marcha atrás, toda vez que contra la Naturaleza poco o nada se puede hacer.

Hay que empezar ya a construir un tipo de sociedad más igualitaria, donde la gente viva dignamente con su trabajo y las empresas moderen sus márgenes empleando los recursos precisos, siendo menos competitivos y más solidarios. Donde, como ahora, convivan lo público y lo privado y todo pueda democratizarse (reduciendo diferencias salariales, regulando herencias, calificando empresas no por sus beneficios sino por sus comportamientos, enalteciendo el trabajo con el que vivir dignamente, socializando impuestos, abominando las injusticias, procurando la convivencia…)  y de ello seguiremos escribiendo; si bien, desde estas líneas, animo a todos a dar a conocer sus ideas y consideraciones, manifestando las que estimen oportunas.

Agradezco de antemano la opinión de cada cual, y les hago saber “que, al margen de las diferencias anatómicas y fisiológicas obvias, entre machos y hembras, la diferencia cromosómica tiene influencias en sus cerebros y, por tanto, en su forma de comportamiento. El sexo, pues, influye en el cerebro de manera doble: por mecanismos hormonales y por la expresión y represión de determinados genes (hormonas sexuales, estrogénicas, femeninas, masculinas, androgénicas)” lo que viene a significar las variables maneras de pensar que, con certeza, todas se verán reflejadas en el presente blog, salvo las ofensivas o de mal gusto.

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