domingo, 29 de septiembre de 2024

EL SISTEMA CAPITALISTA II

El Sistema capitalista económico actual, trascendental motor social, precisa de un cambio para no descarrilar por su excesivo ánimo de lucro, que mantiene como único fin. Éste es, sin duda, un medio forzoso para su negocio, aunque su verdadero y autentico objetivo ha de ser el bien común, que nos permita a todos vivir en una sociedad más justa e igualitaria, sin las diferencias abismales existentes.

Las personas físicas hemos de ser el centro de la vida y no el dinero. La salud, el conocimiento y la seguridad son valores máximos, por encima del poder y la riqueza. Las personas jurídicas, reguladas por las leyes y las normas establecidas, se calificarán no por sus beneficios sino por lo que aporten al bienestar común con mejores precios y calidades, excelente trato y comportamiento, condiciones y pagos justos a sus operarios, cumplidoras de sus compromisos y demás asuntos.

Cuando lo apuntado se cumpla o se regule con medidas oficiales propuestas a continuación, mediante consulta democrática y vinculante a la población, la ciudadanía transformará a positiva la opinión que le merecen las empresas y los empresarios considerando sagrados sus bienes y derechos privados, aunque sobre éstos, en determinados casos, tengan que prevalecer los comunitarios. 

1-      Controles ejercidos por las autoridades para que funcionen las buenas prácticas y la competencia comercial sea efectiva.

2-      Revisar los epígrafes empresariales (organizaciones con y sin ánimo de lucro) y estudiar con detalle su forma de actuar.

3-      Aplicar y actualizar los márgenes productivos y de negocio necesarios para la subsistencia de empresarios y trabajadores por cuenta propia y ajena.

4-      Anular el dinero físico para que toda transacción deje su huella y no eluda los impuestos con los que pagar sanidad, educación, seguridad, funcionarios...

5-      Pagar sueldos con los que, el más ínfimo de los obreros, pueda vivir de forma digna, a lo que seguirá la democratización de las empresas.

6-      No esquilmar más los recursos naturales y medios vitales (agua, aire, medio ambiente, naturaleza…) por un crecimiento insostenible.

7-      Regular impuestos directos, indirectos y especiales; herencias y privilegios que anulen las abismales diferencias sociales, económicas y de poder.

8-      Establecer en toda empresa un sistema de convivencia democrática para el reparto justo de beneficios entre el capital, directivos y trabajadores, sugiriendo la conveniencia de un sistema cooperativo donde todos puedan ser propietarios y responsables de las mismas.

9-      Control exhaustivo de las cuentas de las sociedades sin ánimo de lucro (asociaciones en general, iglesias y demás entes creados al efecto).

10- Reconocer el derecho a la vida para poder respirar y alimentarse con salud, educación, seguridad, ocupación, buen medio ambiente y naturaleza que respondan al bienestar común y, en su defecto, sea cubierto por el Estado. 

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