La Evolución de la naturaleza y
el desarrollo humano nacen respectivamente del Universo, al que La
Tierra pertenece, y de los pensamientos e iniciativas de los moradores de ésta para formar parte de una
simbiosis armónica. Ya, en otra época, el propio Sócrates se quejaba del
invento de la escritura pensando que con ello las personas perderían su
memoria. En la actualidad, además de otras circunstancias, son las redes sociales, los algoritmos y perfiles, la inteligencia artificial y demás decisiones
las que, en mayor medida, se crean y ocurre algo parecido (la presente crítica
lo puede ser), sin embargo, se sabe que la Evolución puede discurrir para bien
o para mal y es muy triste que los medios digitales estén castigando gravemente
a la gente joven, causándoles una dependencia nociva y peligrosa, incitando al
consumo de tóxicos o drogas que matan. Y es que cualquier adicción no es
saludable para nadie, salvo las obligadas por nuestro organismo (respirar,
pensar, comer, …) y las prescritas a causa de un dolor o enfermedad que han de
ser paliadas. He leído que el 25% de los crímenes y ocho de diez estafas en
España, suceden en la red.
El Sistema Capitalista actual,
ávido por obtener más dinero, todo lo propicia; si bien en él no está la
felicidad. Una felicidad por lograr que debiera ser la meta: un camino iniciado
hacía el bien común, gozando de un trabajo con el que ganarse la vida, costeando las necesidades básicas (comida y cobijo, educación y salud…) en
democracia, libertad, respeto e igualdad de oportunidades: el auténtico triunfo
de la humanidad, aunque existan enriquecimientos sin imponernos la esclavitud.
El mal uso de lo que se posee y
sobre todo la avaricia empresarial e individual por obtener más beneficios sin
reparar en sus consecuencias, se han convertido en un arma de destrucción
masiva. En general, los mensajes en las redes sociales, las escenas que en
las mismas se exhiben, las mentiras y desinformaciones que se trasmiten
influyen en los jóvenes para cometer actos siniestros, infinidad de muertes y
daños irreparables (suicidios, abusos, crímenes, drogadicción, pornografía,
pederastia, ruina moral, económica…) originados por sus autores para conseguir
fama y más dinero, sin importarles el bien general de la gente.
La Comunidad Económica Europea
tiene la llave para unificar las normas de uso de todas las personas físicas y
jurídicas que habitamos en su territorio a fin de establecer el bien común como
el objetivo prioritario, siendo ineludible que las empresas obtengan justos
beneficios y paguen salarios dignos. Esto se puede conseguir si se regula todo
aquello que vaya en su contra o no respete sus normas, tendentes a lograr el
acuerdo, el entendimiento, el reparto ecuánime de la riqueza, la recuperación
de un medio ambiente sano y saludable.
Cada uno de nosotros aisladamente
somos una simple fibra, sin embargo, unidos o entrecruzados formamos un cáñamo
firme, una soga prácticamente irrompible. No renunciemos a las ideas e
iniciativas, provengan de donde provengan, pero no demos pábulo a las mismas
sin son maliciosas, interesadas e inconsecuentes.
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