domingo, 12 de enero de 2025

EL SISTEMA CAPITALISTA XII

 

En el mundo vegetal y animal el engaño es un motivo para la supervivencia. Ni qué decir en el mundo humano (homo erectus, habilis, heidelbergensis, nadeli, neardertalensis, sapiens) una vez fue incorporado el dinero físico como medio de cambio para ser canjeado por salud, alimentos…e, incluso, por favores, traiciones y fortunas tan amargas, a veces, como una venganza.

El Sistema Capitalista potenció el dinero físico y, aunque éste vaya en retirada, va siendo hora de que el homo sapiens se inicie en el camino hacia el hombre razonable (homo rationabile), capaz de ponerse en lugar del otro (potes pone te in alio loco) y modificar el fin empresarial del “ánimo de lucro” por el del “bien común” en contra, por supuesto, de la voluntad de los hombres más ricos.

En la actualidad, Elon Musk, no solo está revirtiendo la idea citada, sino que con el poder de su riqueza tiende a imponer gobiernos conservadores de extrema derecha en el orbe mundial por el simple hecho de ganar todavía más. Por igual razón lo hará Mark Zuckkerberg de Meta y muchos más. En EE. UU., esto es un hecho que ya ha comenzado. Mañana lo harán en otros países que les plazcan y así sucesivamente hasta que suceda lo inevitable y la democracia se destruya, dado que el bien general de la gente les importa un bledo y amasar más dinero y poder no les harta.

El Sistema Capitalista alimenta la inflación como si fuera un criado al que cuidar de forma imparable y son los negocios los que encarecen sus productos o servicios haciéndolos exclusivos bajo el lema de “renovarse o morir”, ya que su propia identidad se basa en progresar, crecer y derribar a sus competidores, salvo que se unan con ellos o lleguen a un acuerdo.

Las personas jurídicas, carentes de sentimientos, a diferencia de las personas físicas, merecen ser tratadas únicamente con argumentos fríos y calculadores, si bien, la confianza, hoy asentada en la publicidad y la agresividad de estas y empleadas en su provecho, ha de cambiarse por las diferentes opiniones de sus consumidores y usuarios: ello es lo importante.

Los clientes deberán otorgar su confianza en base a la calidad y precio de los productos o servicios adquiridos, a la consideración y amabilidad con que son tratados, a la eficacia y acompañamiento del personal que les atiende y otros aspectos relevantes, por lo que sugerimos sea implantado “El Buzón de Confianza” (responsabilidad de la Administración de Consumo), en el que los consumidores depositen un boleto (facilitado por el establecimiento) señalando un solo color de los cuatro existentes con el que evaluar la confianza de éste, de forma que marcando Boleto Verde denotará confianza absoluta; Boleto Amarillo confianza media; Boleto Rojo poca confianza; Boleto Negro ninguna confianza.

Comencemos a pensar, pues, que el dinero no lo puede todo y, poco a poco, el Sistema Capitalista se puede ir mejorando ¡claro que sí! y lo seguiremos intentando.

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