Chulos, golfos,
indeseables son muchas las personas que se refugian en la política incapaces de
ganarse la vida honradamente en otra empresa. No es una excepción por
desgracia. Tenemos también sindicalistas, financieros, tertulianos y otras
personas sin escrúpulos. Babean con la
democracia sin creer en ella, considerándose superiores a los demás. Lo
demuestran cuando logran lo que persiguen, riéndose impunemente de los sentimientos
de la gente, con los que juegan a su antojo. Educadamente o no, defienden su
postura atacando a sus oponentes, a los que piensan de distinta manera o manifestando
vanamente lo que la gente quiere oír. Roban a través de mecanismos oscuros
(sociedades interpuestas, testaferros, dinero en efectivo), que si descubren
siempre les quedan los privilegios de su aforamiento e indulto. ¿Qué democracia tenemos? La democracia
no tiene porqué ser débil. Ha de ordenarse con medidas que eviten las
corrupciones, los chantajes, las mentiras y en la cárcel, reparando lo dañado,
sea un lugar de castigo y no de rehabilitación. ¿De qué va a rehabilitarse
Bárcenas, por ejemplo? ¿No sabía lo que hacía? Nada mejor que instaurar el P.
C. O. (Proyecto de Ciudades Ocupaciones) y, a propósito, les invito leer la novela titulada ESCAPE: les ilustrará
al respecto.
Democracia es:
-
Elegir a los representantes políticos, sin que
éstos sean impuestos por partidos o por el azar y en especial los mandatarios
principales (reyes o presidentes) que no han de llegar al poder como
consecuencia de gente o avatares extraños.
-
Dirigir prescindiendo de asesores habiendo
funcionarios públicos de los que servirse.
-
Eliminar aforados y demás privilegios a
empleados públicos, políticos y otros cargos.
-
Que los trabajos o empleos se
otorguen a quienes se lo merezcan.
-
Repudiar los enchufes, los mangoneos, las
injusticias y separar la justicia de la política.
-
Que los medios de difusión no
estén intervenidos por fuerzas políticas.
-
Que lo público conviva con lo privado, sin socializar
las pérdidas privadas ni privatizar los beneficios públicos.
-
Actuar con Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad, hasta que se constituyan como tres pilares imprescindibles en toda
acción que se efectúe.
-
Que los partidos tengan discusiones, debates
internos, sin limitarse sus miembros a acatar la decisión de un presidente o
persona que decida por él.
-
Que ningún iluminado arrastre a la
ruina a infinidad de gente que no lo ha elegido.
-
Que las decisiones no sean impuestas sino discutidas.
-
Que el dinero y el poder no sean
potestativos de multinacionales y la ley las limite.
-
Todo aquello que se decide por
votación. El poder del pueblo.
Libertad. Pluralismo. Tolerancia. Lo importante, que afecta a la mayoría, ha de
ser motivo de consulta.
-
Mantener igualdad de oportunidades, que se
obtiene tanto con la estabilidad física (los mínimos vitales cubiertos) como
con capacidad de juicio (prudencia y sensatez).
-
Aceptar las decisiones que se tomen por mayoría y, en su caso, tratar de cambiarlas por los medios pacíficos del
dialogo, la persistencia o el convencimiento.
-
El cumplimiento de la ley, la
integridad de las personas, el orden alcanzado libremente.
-
La publicación de las ideas. La manifestación
pública. La voz libre con el respeto a los demás. La lucha tenaz y noble de las
palabras que nos distinguen.
-
La confrontación lícita, la legitima opinión,
la consideración ajena, la solidaridad.
-
La responsabilidad individual, el
reconocimiento del error, la dimisión y la excusa.
-
La no permisibilidad a los tramposos. Que el
delito no les salga gratis.
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