La novela de ficción Escape fue
presentada ayer por su autor en Toledo. Su autor vino a decir:
Escape no es más que un trasfondo de la realidad que podía haber
ocurrido y que, en algunos casos, sucedió. Un relato imaginario en el que
su escritor se dejó llevar por sus personales, siendo incapaz de detenerlos
hasta que, mediada la segunda parte de la misma, vio luz e impuso su criterio para divulgar un Nuevo Mensaje, incluso
apartándose de aspectos literarios, para que Eduardo Zaragoza, el protagonista
principal, diera a conocer algo tan trascendental como que el hombre sólo necesita de una ocupación para subsistir y un pequeño
esfuerzo para rodearse de valores y estímulos por los que optar y poder vivir
felizmente.
La democracia, decía el señor
Zaragoza, es el sistema político más participativo, si bien, limitar su
participación al uso de insertar cada cierto tiempo una papeleta en una urna,
es dejarla morir por inanición. Su salud dependerá del estilo que marque el
poder que la dirige; por eso la opinión pública debe de ejercer una presión
importante y tener un papel predominante.
Escape lo hace saber claramente: El
hombre (como persona individual) está por encima de la economía, la política y
todas las cosas sin excepción; sin él (si falta) nada es viable. No se puede
basar la vida en el logro del dinero, acaparando poder y riqueza; hay que convencerse
de que sólo el camino en búsqueda de la Felicidad es por el que se ha de
transitar. Por tanto, para lograr tan fundamental valor, Escape describe soluciones (excesivamente sencillas) anulando los
inconvenientes para el resto de valores naturales como lo son la Vida, la
Libertad y la Propiedad.
Sobre la Vida contesta a la pregunta de: ¿quién podrá vivir dignamente sin trabajo con que obtener los recursos
necesarios? La medida es clara: Establece
el Pleno empleo dando ocupación a todos los que carecen de trabajo a cambio
de un s.m.s. (salario mínimo de subsistencia). ¿De dónde se obtiene el dinero
necesario para ello? La respuesta no se hace esperar: Creando a través de los
impuestos una limitación a las rentas, una regulación de las herencias y una
clara diferenciación entre los bienes y derechos de las personas físicas y
jurídicas. Potenciando además a éstas últimas, permitiéndolas establecer sus
propios costes laborales y una total flexibilidad en el empleo que todos
conocemos como despido libre.
Sobre la Propiedad privada, que es un derecho irrenunciable, se
determina que sólo es lógica mientras la persona viva. Una vez muerta, con ella
se irán bienes, derechos y obligaciones. Los hijos o herederos nada tendrán que
temer porque el Sistema les proporcionará los medios para la vida (alimentación, cobijos, salud, educación,
justicia).
Sobre la Libertad del hombre, otro derecho natural que el Sistema
debe defender a ultranza, no caben ni el paternalismo (quienes más nos intentan
ayudar son quienes más nos acaban perjudicando) ni la hipocresía (los más
fanáticos defensores de las normas son aquellos que las han quebrantado) sólo,
pese a quien pese, será menester el respeto, la razón y el conocimiento
envueltos en un halo de armonía y flexibilidad.
Escape afirma que cuando una
sociedad ayude a los países necesitados, ponga fin a las crisis, erradique el
hambre y, además, el beneficio de las empresas sea distribuido de manera
equitativa entras las personas que la forman, se estarán creando las bases para
el bienestar general y no para unos pocos. Nada extraño es pues, que surjan
movimientos predicando el cambio del modelo de producción, al cual habrá de
adherirse: solidaridad en lugar de caridad. Moderación en lugar de austeridad.
“Bien común en lugar de crecimiento. Bienestar
en lugar de beneficio” y todo ello, preservando el medio ambiente y las vida de
los demás seres vivos.
Escape da a conocer medidas a realizar de inmediato en España: Suprimir el dinero físico. Separar la
política de la Justicia. Limitar cargos y su duración. Exigir ejemplo a
nuestros representantes. Eludir privilegios. Impartir responsabilidades y
castigos. Y, sobre todo, transformar desde la infancia nuestra identidad con
educación, cultura y costumbres de acuerdo con la razón y no con la imposición,
al margen de creencias religiosas que provocan sentimientos encontrados e impiden entendernos. Todo ello vendría a
invalidar el podio actual del descontento de los ciudadanos. Pasarían
desapercibidos el paro, la corrupción, los políticos, incluso, la economía como
si fueran un buen árbitro en cualquier competición.
Por último, el autor manifiesta
que no es posible que la Felicidad acompañe al paro, a la falta de cobijo, al
hambre, a la miseria, a la ignorancia o a la desgracia. Todos y cada uno de
nosotros, que nos movemos en virtud de los sentimientos de dolor y placer,
hemos de procurar empequeñecer al primero y engrandecer al segundo: esa es la
orientación de nuestro destino. Depende de nosotros.
340 páginas que dan para mucho, aunque una mujer importante dijera de
Escape, que es un libre escrito por un
hombre para los hombres, porque sucede lo que cualquier hombre quisiera que
siempre sucediera.
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