Si de mí dependiera, pensando en los
hombres (mujeres y hombres) a fin de erradicar el hambre, acortar las enormes
diferencias económicas existentes, procurar la igualdad de oportunidades y el
bienestar de todos, seguiría las
entradas de los días 28 de septiembre, 11 y 25 de octubre y 8 de noviembre del
año en curso e implantaría en la sociedad el Proyecto de Ciudades Ocupacionales
(PCO) y no dudaría para ello establecer consensos con el mismísimo diablo,
especialmente hoy en materia social y política para:
-Separar el poder político del poder
judicial. Repensar la Fiscalía, el
Tribunal constitucional, el Tribunal de cuentas, la formación de comisiones independientes
para cuestiones complicadas.
-Anular privilegios y prebendas.
Replantear temas de Aforados, Indultos, Acuerdos, Prescripciones y
Retribuciones ajustadas a lo determinado en la Teoría de los números primos.
-Eximir asesores nombrados a dedo.
Regulación de cargos y plazos existentes.
-Financiar partidos políticos,
mediante cuotas de afiliados y obligado porcentaje de los contribuyentes a
través de la renta.
-Abolir las donaciones. Vigilar
fundaciones, ONGs, Asociaciones altruistas.
-Establecer controles rigurosos para evitar de delitos. Sanciones justas. Responsabilidades.
-Adelgazar las múltiples
instituciones del Estado con iguales competencias. Recopilación.
-Nombrar responsables subsidiarios a
los partidos respeto a sus representantes.
-Crear modelos de participación
ciudadana.
-Publicitar guía del buen dirigente
político. El defensor del pueblo. Exigir ejemplo a nuestros representantes.
-Normas de publicidad y propaganda de los partidos fuera y dentro de
campaña.
-Adecuar la ley al posterior debate de la ciudadanía para que pueda
mejorarse.
-Adecuar cualquier actuación a los principios de Honorabilidad,
Transparencia y Rentabilidad.
-Valorar actividades no tangibles en provecho humano o en beneficio
económico.
-Designar al Estado en el principal
regulador del empleo (a través de sus ayuntamientos o empresas creadas al
respecto).
-Basar nuestras vidas en logro de la
felicidad. Que sea el motor por el que el mundo gire.
-Fundamentar el poder y la riqueza
en aptitudes y actitudes ciudadanas. La morfología natural y el saber
adquirido.
-Separar claramente la persona física de la persona jurídica: política,
económica y socialmente.
-Considerar que nada es inmutable y
todo factible de modificar, hacerlo flexible y modelable.
-Instaurar que los delitos sean
resarcidos y sus penas cumplidas totalmente.
-Determinar las diferencias entre los entes públicos y los privados sin
ánimo de lucro.
-Implementar normas de ética en general en la equidad de los medios
audiovisuales públicos.
-Separar de verdad la religión de la
política.
-Velar por los sindicatos que defienden
a empresas y trabajadores asignándoles tareas de recomendación, iniciativas y mejoras.
-La financiación sindical será
similar a la de los partidos políticos.
-Cimentar un plan de educación para
todo el Estado desde la infancia.
-Regular las drogas, la
prostitución, el juego. Comprometerse con la vida y la naturaleza.
-Suplir la caridad por solidaridad.
Austeridad por moderación. Beneficio por bienestar. Bien común de la minoría
por el de la mayoría.
-Ocupar el esfuerzo principal, por
parte del Estado, en la seguridad de la vida de los hombres que lo forman,
desde su nacimiento hasta su muerte.
-Consensuar las distintas
identidades de España; que todas ellas nos representen.
-Desterrar la profesión de político
en beneficio propio. Desprestigiar a los enchufados.
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Cualquier línea anterior en blanco se puede completar para extender el
bienestar social y político que pretendemos, desde las siguientes voces que
reflejamos como indiscutibles:
“La democracia es la participación libre del mayor número de ciudadanos.
Sus leyes han de permanecer activas mientras no sean rechazadas por el clamor
popular. Han de ser modificadas cuando se cuestionen y ratificadas con la
aceptación mayoritaria de quienes a ellas estén sometidos. La imposición no es
otra cosa que el impedimento a la razón.”
“La soberanía emana del pueblo. La vida, la propiedad, la libertad y la
felicidad son derechos naturales de los hombres, anteriores a la constitución
de la sociedad. El Estado, y especialmente el Gobierno, como representante de
esa soberanía, tienen como misión proteger esos derechos.”
El Proyecto de Ciudades Ocupacionales, comprometido con la subsistencia
digna, está pensado para beneficio de los hombres sin excepción deseosos de
obtener calidad de vida. Los negocios no lo contemplan en sus objetivos porque
carecen de ella. Si tuvieran corazón como nosotros, denunciarían las infamias
viendo pasar las injusticias del hambre y la ignorancia a su alrededor, navegando como muertos arrastrados por la
indiferencia de las aguas turbias de un Gobierno.
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