domingo, 1 de diciembre de 2024

EL SISTEMA CAPITALISTA VII dos bis

 

“Sin comida no hay paz”.

El dinero produce dinero y este se convierte en capital, cuya raíz latina, caput, significa cabeza, que es lo que mantienen las empresas para dominar y explotar a la naturaleza y a la gente. Carecen de cerebro, pero pueden apropiarse de la riqueza colectiva de la gente, dado que su finalidad es ganar dinero basándose en subir el precio de sus productos y servicios y/o en rebajar sus costes de salarios y materias primas principalmente.

La teoría capitalista es un axioma del egoísmo, de naturaleza humana, al que hay que combatir. Así se hizo para protegerse de los derechos de los esclavos liberados en EE. UU.; una idea por la cual las corporaciones, empresas, sociedades y compañías pasaron a denominarse “personas jurídicas” como si pudieran votar al igual que las personas físicas, aunque, como se sabe, influyen decisivamente en las elecciones políticas con todo tipo con financiación, subterfugios y capacidad de bloquear leyes democráticamente instituidas.

El capital busca nuevas colonias que invadir y explotar para ir acumulando riqueza, que llama progreso. Destruye la Naturaleza (transformadora de la humanidad), disfrazando todo de misiones científicas y, junto a las religiones, niega a la Madre Tierra sus derechos. La agricultura natural es como el parto natural de una mujer. Ambos implican: salud, creatividad, sensibilidad, conocimiento, asociación, participación, construcción, regeneración, diversidad… En la agricultura industrial solo cuenta lo que da su explotación. Nada comparable a la ecológica que devuelve al suelo su regeneración manteniendo su fertilidad: humus de lombriz, retención de aguas, organismos vivos, biodiversidad, polinizadores, control de pestes…

Las semillas milagro hibridas no son económicas salvo para quien las tiene patentadas, (empresas particulares y no gobiernos precisamente), ya que los agricultores tienen que comprarlas todos los años al no poder guardar ni plantar las que siempre cultivaron. Es una forma simple de poder dejar al mundo sin alimentos en un momento dado, o cuando lo deseen los propietarios de las simientes.

¿Sabemos lo que comemos? ¿Tenemos forma de, por sí mismos, alimentarnos?

Habrá que transitar del ánimo de lucro individual al espíritu del bienestar general o del bien común y, por descontado, sin abandonar jamás la segunda opción que es una oportunidad en defensa nuestra y de los de más seres vivos.

Preguntémonos si en algo, o en parte, se pueden revertir las Revoluciones Verdes y la Globalidad alimenticia sufridas. Si, es posible, teniendo en cuenta que:

a)       Los países han de destinar de su presupuesto ayudas a los pobres para que tengan acceso a la comida y funcionarios que se ocupen de estos.

b)       Producir en cada país los alimentos básicos para cubrir las necesidades de sus habitantes conforme a las idoneidades de sus lugares.

c)       Regular los precios de los mercados si es menester y razonablemente para agricultores y consumidores, fomentando la venta directa.

d)       Controlar precios de importación y exportación que denuncien y castiguen los abusos de donde procedan.

e)       Crear almacenes locales, producciones nacionales, importar/exportar para conseguir evitar los posibles desabastecimientos de semillas y alimentos.

f)         Perfeccionar los medios mecánicos y técnicos que no perjudiquen al medio ambiente, al suelo, … y beneficien a agricultores y ganaderos.

g)       Suprimir la industria alimentaria causante de los alimentos químicos y los procesos agrícolas contaminantes del aumento climático.

h)       Establecer los cauces necesarios para que todas las partes interesadas en el sector puedan ponerse de acuerdo.

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