Los humanos pasaremos de
especie dominadora del planeta llamado Tierra a ser subyugados por ella,
por su medio ambiente y por otros nuevos pobladores, salvo un grupo selecto de
personas ricas y poderosas que, en algún momento, saldrán al espacio exterior
con destino desconocido.
Debido al excesivo número de
pobladores que quedaron, éstos tuvieron que ingerir alimentos generadores de un
semen estéril a fin de reducir su incremento. Los seres u organismos híbridos
que surgieron, conforme a su evolución, gobernaron a la raza humana
inclementemente, sin miramientos, ni posibilidades de que esta pudiera
revelarse para así los recién llegados convertirse en los nuevos
dueños de la Tierra.
Todo sucedió lentamente, aunque
el dilema atávico entre ciencia y fe nunca fuera resuelto. Luego, en otro
tiempo, cuando la rapidez de las comunicaciones, la informática y la
Inteligencia Artificial superaran con creces a la inteligencia humana, tuvo lugar,
como hemos dicho, a que otra civilización se adueñase del Planeta Azul.
Entonces, la vida de humana, mediante la ingestión de fantasiosos e inéditos
alimentos no naturales, cuyos átomos pseudo beneficiosos la hicieron retroceder
e ir en declive, fue evolucionando y poniendo de manifiesto que el crecimiento
eterno no existe y menos aun cuando los recursos materiales, merced a la
vorágine del homo sapiens, secaron sus prístinas fuentes.
Acaeció pues, a partir del
atávico egoísmo de la gente rica y poderosa que jamás comprendió que en
realidad no hay vida sino seres vivos, dado que, en definitiva, nada se crea ni
se destruye, sino que la temperatura, productora de una variabilidad, transforma
la energía provocando una cambiante entropía en los sistemas vitales de los
seres vivos.
El poderoso y salvaje Sistema
Capitalista existente no fue capaz, pese a estar informado, de modular la
agresividad de las sociedades bancarias, aseguradoras, energéticas y demás
negocios privados por cooperativas y compañías éticas, negándose a cambiar
su objetivo principal de ganar dinero a costa de lo que fuera por el del bien
común de la gente, que era primordial. Ello colapsó el Sistema convirtiendo el
Planeta Azul en un auténtico desastre, agotadas sus materias primas y los
alimentos imprescindibles para la supervivencia. Y el mundo dejó de funcionar.
De haber cambiado el beneficio
individual por el general y acortado las abismales diferencias económicas,
sociales y políticas entre las personas, la cooperación y la confianza de la
especie humana se hubieran ampliado hasta conseguir un amor mutuo, comprensivo
de un sentimiento más superior, jamás experimentado. Pero no fue así. Y la dura
avaricia de unos pocos ricos y poderosos rompió el saco destruyendo la vida
conocida, sin pena ni gloria, cayendo en manos de terceros: organismos
inteligentes e híbridos, contra los que el hombre nada pudo hacer.
De nada sirven los deseos. Los humanos, sometidos al destino de la
muerte, pronto agotarán su ciclo de vida, sean acaudalados, poderosos y
dirigentes políticos: un trío inseparable que encaja a la perfección con el dinero
efectivo para chantajes, sobornos y corrupciones.
La Naturaleza a través de la
entropía tiende al equilibrio y continuará su camino sin saber nada de los
masoquistas seres humanos que la destrozaron. A éstos, se les extinguirá la
memoria de sus grandes éxitos y fracasos, las enormes diferencias entre ellos,
los funestos resultados que llevaron a la humanidad a desaparecer.
Hoy y ahora, todavía estamos a
tiempo de orientar el camino hacia el amor, el supremo hacedor de la vida
perfecta, aunque para conseguirlo habrá que transitar antes por los caminos del
bien común que satisfagan a todas las personas ocupadas, conforme a sus
aptitudes, en el bienestar general de la humanidad. Se tardará, sí; pero habrá
merecido la pena, sin duda.
A menudo, me hago preguntas como
las que siguen: ¿Es mejor dar que recibir? ¿Somos los seres humanos el término
de la evolución?
Pese a cuanto antecede, no
consigo hallar una respuesta definitiva y acepto ser lo que soy. Entre otras
cosas porque no me queda más remedio; si bien, mi propósito consiste en ser
mejor persona para que, en tal sentido, se orienten los cambios a realizar en
mí mismo y en el Sistema Capitalista salvaje del que tanta tinta hemos vertido
últimamente en el presente blog.
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