Nuestra transición personal ha de pasar por una formación continua. En tan
maravillosa tarea no habremos de escatimar esfuerzo. Sabido es, sin embargo,
que para toda actividad necesitamos de
algún tipo de estímulo y, en este caso, lo encontraremos con la propia acción. Comencemos sin más dilación. Si es
preciso, iniciemos sin preparar guía alguna que nos encamine, a sabiendas “que
se hace camino al andar” y descubriremos lo que queremos.
Les presento a continuación sugerencias de las que pueden echar mano para
ilustrarse sobre: Transgénicos, ¿sí o no? Dependencia de las drogas. La
homeopatía. Las tradiciones, la religión. Trastornos de la cabeza.
Prostitución. Células madre. Semillas e híbridos. Hechos paranormales
Exorcismo. Excomunión. La mujer, su cuerpo, su maternidad. Cuernos de rinoceronte
o aletas de tiburón. Palabras,
pensamientos, emociones. Neuronas. Sinapsis. Testamentarías.
Son tantos los temas que podemos emprender, y que hoy día, a través de
Internet, están al alcance de la mano, que bastará con hacerse una pequeña
lista (como la anterior) y empezar a cultivarnos. A propósito de ello, cito dos
frases que vienen a colación, sacadas de la revista Muy Interesante núm. 394 de
Marzo 2014, para que su pensar nos mueva a lanzarnos. Dicen:
“Mientras
haya gente asustada la Iglesia tendrá poder”, de Gonzáles Auro.
“85 individuos poseen tanta
riqueza como 3.570 millones de pobres”, según señala en Gobernar para elites Oxfam
Intermon.
Nuestra transición personal,
como parte de la vida, debe de estar abierta, con el debido respeto, a la duda,
a la crítica, al debate, a la acción. Pero no hemos de olvidar mantener siempre
palabras educadas, sin presuponer nada, teniendo presente que no podemos
evitar lo que digan o hagan los demás, siendo imprescindible hacer lo que
debamos hacer y lo máximo posible. Todo
ello enmarcado en la Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad, bajo las
premisas de que los hombres partimos de una única especie y somos finitos.
Surge, por tanto, la generalidad de
la que hablamos en la anterior entrada y a la que tenderé en beneficio de los
desfavorecidos, permitiéndome copiar el comentario que me hicieron:
“La verdad es que considero que los
temas de su blog son muy interesantes. Me
hacen pensar en que todas las personas
debieran tener los mismos derechos y oportunidades. La herencia lo abarca
todo y se puede hacer extensivo a donde naces, tu sexo, lo atractivo que eres
físicamente, la lotería del nacimiento, etcétera. Lo que sale en cualquier constitución de un país democrático medio
avanzado, sería un concepto revolucionario si se llevase a cabo de verdad que
todos nacemos iguales... Y si no, podemos echar una mirada a la gente que
se muere en el Mediterráneo para llegar a Europa o en el Índico para llegar a
Australia o echar un vistazo a los derechos de las mujeres, en más de medio
mundo, en comparación con los hombres...”
Es un hecho que la transición personal está generalizada. Hemos sido
domesticados. No obstante, el mayor
logro personal lo conseguiremos cuando tomemos conciencia de ello. Seamos
nosotros mismos, prudentes ante el desconocimiento, y aceptemos las
circunstancias (sean cual sean) para después analizarlas siendo flexibles,
tolerantes y generosos. Y tomemos una decisión de acuerdo con nuestro personal
criterio: Acatarlas o atacarlas conscientes
de que no somos inmortales, sin fiarnos del poder por mucha confianza que nos
muestre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario