sábado, 18 de enero de 2025

EL SISTEMA CAPITALISTA XVIII

 

No conozco realmente a nadie que siendo un trabajador por cuenta ajena se haya hecho rico. Tampoco conozco a ningún rico que no quiera ser más rico o desee ser pobre. Por lo general, nadie trabajando por cuenta ajena se hace millonario salvo que herede una fortuna o le toque la lotería y pueda vivir de las rentas o de la suma de sus inversiones. Lo normal sería que todos viviéramos del fruto de nuestro trabajo o de la pensión que, en su caso, nos corresponda.

No es de recibo que producto de un legado alguien deba de vivir sin trabajar u ostentar un cargo que sea incapaz de realizar y menos dirigir. No obstante, el Sistema Capitalista o cualquier sistema económico, hasta ahora establecido, así lo mantienen. Posiblemente sea por un instinto humano egoísta tratando de favorecer a los herederos cuando en realidad la herencia del finado no solo proviene de su trabajo por cuenta propia o ajena sino por causas espurias, de otros difuntos anteriores o de la propia comunidad. Todo es susceptible, por tanto, de ser mejorado y nos inclinamos a que la Ley de sucesiones se modifique regulando el reparto de la riqueza y emprendiendo el camino hacia el bien común.

Cualquier Gobierno elegido democráticamente que se precie ha de procurar los intereses generales de la mayoría de los ciudadanos y, en especial, los más básicos e imprescindibles para vivir dignamente. De lo contrario, hemos de cuestionar o desacreditar a toda persona física o jurídica que se considere estar por encima de dicho Gobierno, y más si lo lleva a cabo con chantajes, amenazas, anunciando reducir puestos de trabajo, deslocalizarse, no invertir sin nada a cambio o incumplir la norma del bien común que se imponga en beneficio de la generalidad de la gente.

En mi vida profesional he asistido a hechos de corrupción que aún persisten y han de subsanarse hasta su abolición: financiaciones y prebendas renovadas una y otra vez a sus vencimientos, incrementando sus gastos e intereses, a personas significativas para, finalmente, cancelarlos llevándolos a contencioso. (Un agujero en España de “cien mil millones” nunca recuperados). Utilizar el dinero en rama, dado que no deja rastro, para transacciones ilícitas. Cruzar las fronteras con grandes sumas de efectivo para eludir impuestos. Pagar o cobrar extratipos en efectivo fuera de la Ley. Aumentar cifras en compras y gastos y/o disminuir ventas y beneficios para aminorar resultados positivos. En definitiva, infligir la Ley.

Estoy convencido que el tiempo nos va haciendo mejores personas, más legales y comprensivas, y que en épocas anteriores se vivía peor. No solo por los avances técnicos, que también, sino porque ahora, pese a las numerosas guerras existentes originadas por dementes y perversos intereses, nos sentimos más humanos.

Otra cuestión es la adaptación a las nuevas prácticas que a muchos mayores se nos resisten, como la I.A. lo hará con la joven inteligencia humana de hoy, aunque sepamos que queda mucho por optimizar como la tan aludida transformación del Sistema Capitalista hacia el bien común: un objetivo ideal a lograr.

domingo, 12 de enero de 2025

EL SISTEMA CAPITALISTA XII

 

En el mundo vegetal y animal el engaño es un motivo para la supervivencia. Ni qué decir en el mundo humano (homo erectus, habilis, heidelbergensis, nadeli, neardertalensis, sapiens) una vez fue incorporado el dinero físico como medio de cambio para ser canjeado por salud, alimentos…e, incluso, por favores, traiciones y fortunas tan amargas, a veces, como una venganza.

El Sistema Capitalista potenció el dinero físico y, aunque éste vaya en retirada, va siendo hora de que el homo sapiens se inicie en el camino hacia el hombre razonable (homo rationabile), capaz de ponerse en lugar del otro (potes pone te in alio loco) y modificar el fin empresarial del “ánimo de lucro” por el del “bien común” en contra, por supuesto, de la voluntad de los hombres más ricos.

En la actualidad, Elon Musk, no solo está revirtiendo la idea citada, sino que con el poder de su riqueza tiende a imponer gobiernos conservadores de extrema derecha en el orbe mundial por el simple hecho de ganar todavía más. Por igual razón lo hará Mark Zuckkerberg de Meta y muchos más. En EE. UU., esto es un hecho que ya ha comenzado. Mañana lo harán en otros países que les plazcan y así sucesivamente hasta que suceda lo inevitable y la democracia se destruya, dado que el bien general de la gente les importa un bledo y amasar más dinero y poder no les harta.

El Sistema Capitalista alimenta la inflación como si fuera un criado al que cuidar de forma imparable y son los negocios los que encarecen sus productos o servicios haciéndolos exclusivos bajo el lema de “renovarse o morir”, ya que su propia identidad se basa en progresar, crecer y derribar a sus competidores, salvo que se unan con ellos o lleguen a un acuerdo.

Las personas jurídicas, carentes de sentimientos, a diferencia de las personas físicas, merecen ser tratadas únicamente con argumentos fríos y calculadores, si bien, la confianza, hoy asentada en la publicidad y la agresividad de estas y empleadas en su provecho, ha de cambiarse por las diferentes opiniones de sus consumidores y usuarios: ello es lo importante.

Los clientes deberán otorgar su confianza en base a la calidad y precio de los productos o servicios adquiridos, a la consideración y amabilidad con que son tratados, a la eficacia y acompañamiento del personal que les atiende y otros aspectos relevantes, por lo que sugerimos sea implantado “El Buzón de Confianza” (responsabilidad de la Administración de Consumo), en el que los consumidores depositen un boleto (facilitado por el establecimiento) señalando un solo color de los cuatro existentes con el que evaluar la confianza de éste, de forma que marcando Boleto Verde denotará confianza absoluta; Boleto Amarillo confianza media; Boleto Rojo poca confianza; Boleto Negro ninguna confianza.

Comencemos a pensar, pues, que el dinero no lo puede todo y, poco a poco, el Sistema Capitalista se puede ir mejorando ¡claro que sí! y lo seguiremos intentando.

domingo, 5 de enero de 2025

EL SISTEMA CAPITALISTA XI

 

La Evolución de la naturaleza y el desarrollo humano nacen respectivamente del Universo, al que La Tierra pertenece, y de los pensamientos e iniciativas de los moradores de ésta para formar parte de una simbiosis armónica. Ya, en otra época, el propio Sócrates se quejaba del invento de la escritura pensando que con ello las personas perderían su memoria. En la actualidad, además de otras circunstancias, son las redes sociales, los algoritmos y perfiles, la inteligencia artificial y demás decisiones las que, en mayor medida, se crean y ocurre algo parecido (la presente crítica lo puede ser), sin embargo, se sabe que la Evolución puede discurrir para bien o para mal y es muy triste que los medios digitales estén castigando gravemente a la gente joven, causándoles una dependencia nociva y peligrosa, incitando al consumo de tóxicos o drogas que matan. Y es que cualquier adicción no es saludable para nadie, salvo las obligadas por nuestro organismo (respirar, pensar, comer, …) y las prescritas a causa de un dolor o enfermedad que han de ser paliadas. He leído que el 25% de los crímenes y ocho de diez estafas en España, suceden en la red. 

El Sistema Capitalista actual, ávido por obtener más dinero, todo lo propicia; si bien en él no está la felicidad. Una felicidad por lograr que debiera ser la meta: un camino iniciado hacía el bien común, gozando de un trabajo con el que ganarse la vida, costeando las necesidades básicas (comida y cobijo, educación y salud…) en democracia, libertad, respeto e igualdad de oportunidades: el auténtico triunfo de la humanidad, aunque existan enriquecimientos sin imponernos la esclavitud.

El mal uso de lo que se posee y sobre todo la avaricia empresarial e individual por obtener más beneficios sin reparar en sus consecuencias, se han convertido en un arma de destrucción masiva. En general, los mensajes en las redes sociales, las escenas que en las mismas se exhiben, las mentiras y desinformaciones que se trasmiten influyen en los jóvenes para cometer actos siniestros, infinidad de muertes y daños irreparables (suicidios, abusos, crímenes, drogadicción, pornografía, pederastia, ruina moral, económica…) originados por sus autores para conseguir fama y más dinero, sin importarles el bien general de la gente. 

La Comunidad Económica Europea tiene la llave para unificar las normas de uso de todas las personas físicas y jurídicas que habitamos en su territorio a fin de establecer el bien común como el objetivo prioritario, siendo ineludible que las empresas obtengan justos beneficios y paguen salarios dignos. Esto se puede conseguir si se regula todo aquello que vaya en su contra o no respete sus normas, tendentes a lograr el acuerdo, el entendimiento, el reparto ecuánime de la riqueza, la recuperación de un medio ambiente sano y saludable.

Cada uno de nosotros aisladamente somos una simple fibra, sin embargo, unidos o entrecruzados formamos un cáñamo firme, una soga prácticamente irrompible. No renunciemos a las ideas e iniciativas, provengan de donde provengan, pero no demos pábulo a las mismas sin son maliciosas, interesadas e inconsecuentes.