lunes, 24 de septiembre de 2012

INTUICIÓN


Acabo de aterrizar en Loughborough (UK) y comienzo a vislumbrar un Reino Unido diferente concibiendo una idea, como un británico pudiera crearla para España, al día siguiente de su llegada.
No es cuestión de hablar del clima, del paisaje, de su gente o de las infinitos aspectos de estos países milenarios ¡Dios me libre! Es una simpe cavilación de recién llegado, producto de la intuición, por la cual la crisis económica que atenaza al Reino Unido podría solventarse apenas con un pequeño esfuerzo.
Sirva igualmente para estas tierras lo que vengo pregonando en el presente blog para España, mi país, sumido en la más profunda de las desesperanzas que jamás he conocido, de las que estoy seguro, completamente seguro, que saldremos ya que el tiempo así nos lo dice. Todo sigue y seguirá adelante, aunque las justificaciones de los aconteceres dolosos se viertan de distintas maneras. El camino elegido desembocará en una alternativa de profundas diferencias entre la pobreza y la riqueza, volviéndose a iniciar nuevas crisis como si los negocios fueran globos inflándose y desinflándose sin regulación o limites que evite su explosión. Sencillamente, alimentando al Sistema Capitalista Salvaje del que no somos capaces de controlar; desoyendo otras posibilidades entre las que se encuentra el Proyecto de Ciudades Ocupacionales que divulgo y ánimo a que se lea.
No desbarraré por caminos andados sin antes dar a conocer la reflexión apuntada al comienzo. Se trata de lo siguiente:
Gran Bretaña debería integrarse en la moneda comunitaria. Antes, sin embargo, de aplicar las equivalencias que los técnicos hayan dispuesto, en su caso, para ello; a modo de práctica, con sólo cambiar la L (de libra) por E (de Euro) los usuarios se irían acostumbrando. Una pequeña diferencia sería suficiente  para paliar la crisis: mantener la misma cifra en euros a los precios al consumo de los marcados en libras. Los sueldos, sin embargo, serían elevados en razón de aplicar el cambio de la libra esterlina con relación al euro actual.
¿Qué pasaría?
Aumentaría la deuda pública. Aumentaría la deuda privada, pero fácilmente acudirían a su regularización, dado que el consumo igualmente aumentaría estimulando  a los colocadores (públicos y privados)   recaudado más impuestos y percibiendo mayores importes por sus ventas, respectivamente.
La entelequia de los sistemas económicos es un hecho, si bien las diferencias en su contesto y aplicación pueden ser muy diferentes, abismales, sin parangón. Retroceder del estado de bienestar es lamentable y conviene por tanto elegir con las ideas de la razón y no con aquellas que se mantienen porque siempre se han mantenido o han sido tradición.
Desde Loughborough un saludo

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