sábado, 24 de junio de 2023

EL PAN DE CADA DÍA IV

 

A propósito de la presente serie “El pan de cada día”, escrita por un servidor en este blogs, reproduzco a continuación los errores cometidos por el Gobierno actual, que un docto experto en los mismos dio a conocer en Facebook y son los que siguen:

POLITICA GENERAL: Pactar con Podemos y con Bildu. Acercó etarras al País Vasco. Puso a la ministra de Justicia e fiscal. Arremete contra el PP por los audios de Villarejo. Rompe la separación de poderes. Cesa a un general de la Guardia Civil. No responde a preguntas de periodistas. Desplates al Rey, a la OTAN, por parte de sus socios. Meter en la Comisión de Secretos a Podemos, Bildu y ERC.  DESPILFARRO GENERAL: Record de gasto del Gobierno, asesores y cargos de confianza. Utilización del Facón. Compra a Marlasca de una cinta para correr en su casa. Derroche del Ministerio de Igualdad. Reflote de la aerolínea Plus Ultra. CATALUÑA: Indulto a los golpistas. Incumplir el compromiso de traer a España a Puigdemont. Insultar a los policías llamándolos Piolines. Contentar a separatistas. PANDEMIA: Comité de expertos que no existía. Manifestarse el 8M. Declarar el estado de alarma. No se redujo el IVA de las mascarillas ni de los test. Puso a la Guardia civil a controlar las opiniones contrarias. Cierre anticonstitucional del Congreso. Contratos opacos de material sanitario. Confinamientos anticonstitucionales. Gobernando a golpe de decretos ley. Caso Playbol de financiación de empresa familiar de Sánchez. Ministros eludiendo el confinamiento. INTERNACIONAL: Llegada de Delcy Rodríguez A Barajas sin ningún control igual que el jefe del Frente Polisario. Vender el Sahara a Marruecos y dejar de ser socio de Argelia. LEYES: La reforma del Poder Judicial. La del solo sí es sí. La de Educación Celáa. Promulgar Decretos con temas incompatibles: obligatoriedad de mascarillas y aumento de pensiones. Exigiendo que el descuento de 20 céntimos en los carburantes lo adelanten las gasolineras. FEMINISMO: Indultar a Juana Rivas y a María Sevilla.

Compruebo que no indica medida económica alguna, ni tampoco una tan solo que perjudique a trabajadores, pensionistas, autónomos o empresarios. ¡Qué raro! Eso sí, no cita como errores lo que el PP y VOX votaron en contra; es decir, dichos partidos se opusieron a: 1.La subida de pensiones, sueldos y el salario mínimo interprovincial. 2. Establecer un salario mínimo vital a los más desfavorecidos. 3. Gravar con tasas las grandes fortunas y los excesivos beneficios de empresas bancarias y energéticas. Medidas estas que a nuestro docto experto, posiblemente, para su pan de cada día, le vinieron muy bien, aunque recuerde como yo que fueron muy criticadas y, según los citados partidos políticos y otros, iban a producir despidos masivos en las empresas, recesión económica  aguardando un otoño caliente y que, de llegar ellos al poder (lo han anunciado) las derogarán, si pueden.

¿A quién interesa tal proceder? Desde luego y por simplificar, NO a la clase trabajadora ni a los jubilados, ni a los más desfavorecidos o vulnerables. A una gran mayoría los hundirían más en la miseria arrebatándoles tan formidables beneficios. Y no solo eso, la España, de los españoles citados, caminaría hacia las privatizaciones como muchos gobiernos autonómicos lo hacen ya con la sanidad y la educación. En esa dirección avanzaría también la Seguridad Social (mochila austriaca, libre mercado, planes de ahorro…) alegando la insostenibilidad del sistema o bajada de impuestos que siempre anuncian, afectando no a los sentimientos sino a las cosas del comer, al Pan de cada día.

sábado, 17 de junio de 2023

EL PAN DE CADA DIA III

Hoy ya conocemos los resultados de las últimas votaciones para cubrir la mayoría de puestos políticos a regidores locales y autonómicos. Antes, se impartieron eslóganes y mensajes públicos a fin de cautivar al electorado. Unos, los que tocaron las fibras del espíritu nacional de la gente, fueron los que ganaron; otros, los que aludieron a las necesidades básicas, y que denomino El pan de cada día, perdieron. O sea, se votó con el alma y el corazón más que con juicio y razón. No cabe duda que las cosas importantes se asientan sobre fantasías, mentiras e ilusiones creadas en beneficio de quienes las crean.

La campaña discurrió con temas, frases y palabras sueltas concernientes a la sentimental idea de España y a la espiritualidad patriótica de los españoles (viva España, todo por la Patria, España una, grande y libre…) y menos a cuestiones precisas relativas a la vida diaria (salarios, trabajo, seguridad…). Es decir, lo patrio, intangible e inmaterial del momento, tuvo más peso,  influyendo más en los votantes, que lo cercano, tangible y material, común a todos ellos. Algo, por supuesto, achacable al mensaje nacional, emotivo y abstracto, percibido más vincular e intenso que la supervivencia concreta que une a los ciudadanos.

La democracia, esencialmente frágil, tolerante y de difícil reconocimiento, merecedora de todo respeto, nos permite pensar diferente y, por ello, como demócratas, nos felicitamos como no puede ser de otra manera.  Está claro que a los ciudadanos, ante las misivas expuestas en la campaña, les resultó más atractivo contestar a cuestiones emotivas (qué es España o qué clase de gente somos los españoles?) que a cosas concretas (cómo afecta  cada día una u otra política o cuál de ella resultará más beneficiosa para la clase más desfavorecida?).

Nos guste o no, la difusión permanente contra el gobierno por la oposición, desde su creación, hizo mella en la decisión ciudadana (“cuando el rio suena agua lleva”). No fue cuestión de suerte (que también), si no de una orientación, conducta y gestión para que el Gobierno de España administrara lo mejor posible y obtuviera buenos resultados que pueden cuantificarse y compararse con otros anteriores o con los países de nuestro entorno, dado que el ideal de cada uno de ellos, además de ser amantes de sus usos y costumbres, de sus identidades y otros aspectos, son los de vivir en paz, con salud, educación, trabajo, bienestar y, de ninguna manera, con guerras, conflictos, violencias y agresiones en las que todos pierden.

Me gusta el futbol. Me considero madridista y no por ello, ante otros equipos europeos, deseo que su eterno rival, el Barcelona, pierda. Sé que ninguno o muy pocos de los jugadores son españoles, pero ello no tiene que quitarme el sueño. Nada ha de pasar. Pero ojo a las emociones. Ojo, pues, a los mensajes de “Sánchez o España”, “derechos o derechas”, “Madrid o libertad”, “confianza o seguridad”... son subliminales,  engañosos y nada reales. Son como la publicidad que vemos: atrayentes, seductoras, no renunciables. Piénsese en lo que importa y afecta al día a día. Piénsese en el presente, el único tiempo que se vive; en lo que aportaremos a nuestros hijos y nietos y miremos el futuro de perfil, dejándolo para profecías y promesas que las interpreten los científicos y estadistas, ya que vale más pájaro en mano que ciento volando.

Sigamos confiando en los defensores de la democracia que no denigran a nadie. En el sistema democrático que sustenta valores de equidad (cada voto vale lo mismo) e igualdad de oportunidades para todos en una sociedad libre y justa. En todos los ciudadanos que habitan España, en las personas físicas y jurídicas que participan en el reparto proporcional de cargas y tributos, en base a la regulación de la riqueza y de las imperfecciones existentes.

sábado, 10 de junio de 2023

EL PAN DE CADA DÍA -II-

 

La política se inicia con el arte de interesar a la gente a votar en favor de una determinada opción para ser elegida y luego, en su caso, llevarla a cabo durante al menos una legislatura. La religión se presenta de forma parecida sin necesidad de ser votada: basta tan solo creer en ella y durará para siempre, muchas vidas. Ambas actividades tienen como misión fundamental mejorar la vida de la gente de forma material  (en especial, para ellos y los suyos) y espiritual respectivamente, sean pobres o ricos, cultos o incultos, empresarios o trabajadores,…

Los políticos y sacerdotes son auténticos profesionales, con su verbo fácil y palabras gruesas, de crear bulos y trampantojos, descalificaciones y sospechas, que sirvan para sembrar odios y miedos con los que domar las voluntades de sus conciudadanos. Se alían con periodistas y comunicadores, influyentes y otros tertulianos de su misma cuerda, sabedores del dicho que reza: “calumnia que algo queda”. No obstante, los humanos disponemos de un organismo (cuerpo y mente inseparables) que, además de procurarnos alimento y energía, debe sopesar, con evidencias y sin pasión, los beneficios que reportan las distintas organizaciones.

Unas y otras, en algún momento de la historia, tuvieron que abrirse camino imponiendo sus normas y criterios, apartando a consejeros y cortesanos, a oráculos y profetas. Y lo hicieron a través de la guerra y la conveniencia de intereses particulares (alejados del acuerdo o la razón), disfrazados en promesas y patriotismo o en misterios espirituales de inquietudes y emociones, si bien, lo básico (y más entonces) fuera el sustento para mantenerse vivo.

Hoy en día, afortunadamente, hemos avanzado algo (aunque poco) y la democracia permite votar libremente con criterio propio, aunque subsistan bienes esenciales para la vida (salud, educación, trabajo…) que, como primeras necesidades humanas, han de satisfacerse por los poderes que nos gobiernan en una sociedad civilizada. Una sociedad que jamás será libre, justa e igualitaria sin tales medios, ya que su carencia produce desequilibrios personales y sociales.

Los partidos que deseen representarnos, por tanto, deben esmerarse en ello y, además de prometerlo, han de propiciarlo y mejorarlo. Nosotros exigirlo y comprobar lo que hacen. Las iglesias,  dedicadas a la salvación espiritual eterna, se alejan de tales propósitos a juzgar por el imperio económico que acumulan. Sin embargo, en la última votación celebrada en España, siendo hechos evidentes y contrastados las subidas de salarios, pensiones, empleos…, beneficiando físicamente a la mayoría de la gente, se postergó a quien lo hizo, prefiriendo a otros que, además de oponerse a ello, predicaron augurios de “se rompe España”, “la ETA vive, … aspectos opinables que desaparecen igual que las ideas o esperanzas de obtener el cielo. Es decir, inexplicablemente la gente se decidió ir contra ella misma a la hora de votar (tal vez influenciada, desde el comienzo de la legislatura, por el odio sembrado hacía el diferente, las descalificaciones e improperios vertidos de continuo contra el sanchismo). Algo perturbador y preocupante, semejante a un suicidio generalizado por la emoción ignota de que un Dios nos espera en el cielo. Algo propio de antaño donde, aún sabiendo que nos quitarán lo logrado o derogar avances lo llamen tradición,  asistiremos a los entierros para que persista lo espiritual.

Valoremos, pues, los bienes materiales obtenidos y olvidemos razones supuestas y estériles, engendradas por virtudes o maldades, identidades o rencores, que  priman más que el pan de cada día, imprescindible para los que menos tienen y necesario para poder rezar o soñar. El voto nos iguala y vale lo mismo. No se lo regales a quien menos lo precisa si tú te consideras ciudadano de a pie, sin acritud a nadie, favoreciendo a quien te beneficia de verdad.

sábado, 3 de junio de 2023

EL PAN DE CADA DIA

 

El día a día, nos guste o no, no solo depende de uno mismo o de su suerte (que también), sino de otros factores como el Sistema Político y el Gobierno que lo administra. Obviaremos el primero dando por hecho que la Democracia es el menos malo de los sistemas. En cuanto al segundo, lamentamos contrastar que una buena gestión realizada ha propiciado un mal resultado en las urnas, máxime cuando el beneficio obtenido por la gente de a pie ha sido encomiable, el mejor posible y nada comparable al de administraciones anteriores (1). Cabe considerar que tal provecho no se ha tenido en cuenta en la campaña electoral al ser trasgredida por descalificaciones, bulos e improperios (más creíbles cuanto más fantasiosos), creando dudas entre la población, afectando a sus emociones y sentimientos patrios, por arduos asuntos de resolución discutible, opinable y de difícil cuantificación (2).

“El miedo al fascismo solo convence a los ya convencidos, pero no sirve para cambiar la opinión de los que votan a Vox o al PP. Mucho menos en un entorno de tanta polarización emocional y crispación”. (Joan Coscubiela).

 

(1)Subida del salario mínimo y pensiones. Creando una renta básica. Rebajando el coste de la luz. Implantando impuestos especiales a las grandes fortunas, bancos y eléctricas. Todo ello, ante  un panorama de pandemia, guerra y catástrofes y, sobre todo, con la oposición de otros partidos que, lo que hacen y votan, es “en favor y por España”.

(2)ETA. Independentistas. Ocupas. Emigrantes y el “Sanchismo”. Rompiendo España aunque ETA no exista, haya gente que piensa diferente y ya no se hable del “Procés”.