REFLEXIONES
Llegó la Navidad y volverán Santa Claus y los Magos de
Oriente.
Los niños y los mayores se emocionan. Los regalos acuden por
doquier.
¿Alguien se pregunta cómo surgieron aquellos? ¿Cuál es el origen
de estos?
Pocos lo saben. Una información trasnochada que pasa de boca
a boca sin reflexionar.
Cataluña no es una excepción. Sentimiento y no razón como
tantas cosas.
Damos por hecho cosas y entendimientos sin preguntarnos por
qué.
Nos creemos a pie
puntillas lo que nos cuentan. Tradiciones, Costumbres. Hábitos.
Somos así. Presuponemos. Ni un minuto nos detenemos para
pensar.
Desde la más tierna infancia los hombres somos inocentemente engañados.
Intereses políticos, religiosos, empresariales y otros son inventos
que se acrecientan.
¿Merecerá la pena tratar de averiguar la verdad de las
cosas? Pues claro que sí.
Todo es relativo. A veces, contradictorio como la
competencia o el mercado.
Las cosas importan, sin embargo, no tanto como adaptarse a la
vida.
Cuestionar. Preguntarse. Dudar. Contrastar es un ideal, una metodología.
Luego habrá como el agua ir surcando por el camino correcto y
volver a pisar.
Perdonar y perdonarse. Algo imprescindible de aprender. Errores
todos los cometen.
Muchos son los puntos débiles del ser humano, uno de ellos
es la vanidad.
El empleo de las palabras impecables nos hace mucho bien;
sólo tienes que probarlo.
No podemos evitar lo que los demás digan de nosotros, por
tanto, ni te lo plantees.
Antes, un segundo antes de actuar, reflexiona. Merecerá la
pena saber que vas hacer y enterarte de sus consecuencias.
Solo tú eres dueño de ti. Y en ti está lo que buscas. Y en
ti está la felicidad.