sábado, 28 de octubre de 2023

COMPLEMENTOS PARA LA VIDA (1)

 

Actuemos. Hagamos aquello que tememos hacer y el miedo desaparecerá.

Hagamos el trabajo desagradable ahora y disminuirá la preocupación.

Cuanto más tiempo pase uno sin hacer lo que le resulta desagradable, más desagradable resultará. El retraso hace crecer el miedo. La acción lo elimina.

Primero, aprende todo lo que hay que saber para hacerlo. Y, después, hazlo.

El miedo surge de la ignorancia y, su primera causa, está en unos conocimientos incompletos o inadecuados. Adquiere confianza a base de preparación.

Afírmese: La inteligencia divina me da todas las ideas que necesito. Todo lo que hago es un éxito ([i]). Hay de todo para todos, incluso para mí. Muchísima gente necesita de mis servicios. Me asocio al club de los triunfadores. Mis sueños se cumplen. Soy un imán que atrae prosperidad. Tengo oportunidades por doquier.

Aprendamos que una derrota es una lección. Aprendamos de ella y sigamos luchando.

Definición: Me merezco lo mejor y lo acepto. Lo acepto desde ahora mismo.

Guía: No posterguemos nuestra prosperidad con celos, resentimientos porque hay personas que tengan más que nosotros. No critiquemos la forma en que los demás gastan su dinero. Eso es asunto suyo.

Cada uno de nosotros está bajo la ley de su propia conciencia: limitémonos a ocuparnos de nuestros propios pensamientos. Alegrémonos de la suerte ajena. Hay para todos.

a)      Sensibilidad

b)       Pensamiento independiente

c)       Perseverancia

d)      Motivación por el trabajo

e)       Alta autoestima.

Querámonos. Tenemos que aprender a querernos a nosotros mismos. Es la primera y fundamental clave para propiciar nuestra formación en el camino del éxito.

Recomendaciones: Exprese gratitud. Escriba afirmaciones. Practique meditación. Disfrute al ejercitarse. Mejore su nutrición. Exprese afirmaciones en voz alta. Cante sus afirmaciones. Tómese tiempo para ejercicios de relajación. Use visualizaciones e imágenes mentales. Lea y estudie.

Sonriamos. Mira a los ojos de los demás expresando lo que deseas.

Hay personas (compañeros, amigos, etcétera) que a menudo están contentas de ver cómo nos rendimos. Es muy descorazonador, pero es así. Ellos no tienen el valor de hacer algo por sí mismos. Si ven que fracasas se sienten mejor consigo mismos. Son mediocres, sin más. ¿Nos pasa a nosotros eso? Si es así eres otro mediocre más.

-          Respetar a la gente con autoridad sí. Temer no. (Interés mutuo)

-          En todos los niveles hay gente que, tristemente, se comporta con temor. (Somos más perecidos que diferentes).

 

 

 

 



[i] (Altérnese éxito con felicidad y viceversa)

lunes, 23 de octubre de 2023

NO. NO ES POSIBLE

 

Últimamente parece haberse incrementado. La cantidad de atractivos de la Web, cada vez más, es más (valga la redundancia) abundante y sofisticado.

Cursos gratis. Resultados extraordinarios. Cien por cien eficaz. Cristo o la Virgen resucitados.

No. No es posible que nadie dé algo a cambio de nada.

No es posible tampoco, que invirtiendo una módica cantidad, por ejemplo 250 euros se obtenga 10, 100 0 2850 veces más.

No es posible, que compañía alguna, se llame como se llame, invirtiendo -¿Qué se yo?- 250 euros u otra pequeña cantidad, puedas ganar la intemerata, como muchos dicen.

No es posible, que en los medios digitales se regale tanto como se regala. Ni siquiera la madre que nos parió lo haría. Eso sí, es tan importante, tan atractivo, tan ¡vamos a ver!,  que siempre habrá alguien facilitando información veraz de sus claves y códigos, números de cuentas y/o tarjetas e, incluso, enviando alguna modesta cantidad de dinero que no le va a sacar de pobre.

Está claro que en el mundo persiste el Toco Mocho, la I.M.N. (Inteligencia Malévola Natural) y comienza la I.A. (Inteligencia Artificial) y, lo de siempre, el  L.M.Q.L.P. (La Madre Que Lo Parió), pese a dar por sabido que por la caridad entra la peste. 

No seamos incautos y desterremos toda esperanza de que (“a mí, a vosotros, a nosotros”) no os pueda pasar, porque engañan  a todos aunque sean por motivos bien diferentes: interés, avaricia, curiosidad, atractivo, “¿qué puedo perder?”... Después, en la comisaría, aparecerán las risas por no llorar, la ingenuidad, el despiste, la falta de consuelo o los lamentos de aquellos expresando “que más se perdió en la guerra”.

Ojo pues y desconfiad. Pensemos que por ganar se pierde. Que la avaricia rompe el saco. Que nada ni nadie que no te conozca (y menos por internet) puede sacarte de un apuro. Que hay muchas más ocasiones. Que casi todo puede esperar y, tranquilamente, con total confianza, antes de decidirte, puedes informarte. Que las prisas son malas. “¡Qué nada ni nadie nos va a sacar de pobres!” y, por supuesto, que sienta muy mal que a uno, por tonto, le tomen el pelo.

¿No es posible –me pregunto- que alguna autoridad acose y elimine tanto timo, tanto engaño, tanto bulo, tan magníficas ofertas… de los medios digitales? ¿No se les puede seguir el rastro como a cualquiera y comprobar si lo que digo corresponde a la realidad? ¿No se puede una vez detectado el cebo, anuncio o regalo, informar y hacer saber a cuantos lo lean de qué se trata?

Somos muchos los que apenas si sabemos manejar los medios digitales (imágenes y audios;  bases de datos y páginas web de propaganda normal; etcétera) y ni te cuento si, como un servidor, son personas crédulas de ciertas edades. En fin: “apaga y vámonos”, el miedo es libre. ¿O, es posible que, tal vez (no lo sé) sea peor el remedio que la enfermedad?

 

 

sábado, 21 de octubre de 2023

NO ES MÁS QUE...

 

LA VIDA (no es más que…) un conjunto de reacciones químicas. EL COMPORTAMIENTO (no es más que…) la respuesta a un estímulo. El CEREBRO (no es más que…) un ordenador, un hológrafo con capacidad de almacenamiento. LA MEMORIA (no es más que…) un proceso de adaptación a nuevas necesidades y medidas. EL MALESTAR (no es más que…) un incentivo de la vida. LA INTUICIÓN (no es más que…) un inmenso número de combinaciones posibles. LA EVOLUCIÓN (no es más que…) una mutación natural de selección compleja. LA RAZÓN (no es más que…) un convencimiento propio. EL VINO (no es más que…) el contenido de una candiotera.

NO ES MÁS QUE..., son simples palabras que despiertan emociones, sentimientos o formas de pensar. Pero considerablemente es mucho más. Distinto a cuanto nos imaginamos que es. Todo es algo más. Por ejemplo, este zumo o caldo último (el vino), por más de cuarenta clases conocido, es: bebida medianamente tóxica. Integrante de la vida cotidiana. Acompañante de comidas. Propiciador de compañías y cordialidades. Bálsamo que alivia fatigas e inquietudes. Afrodisiaco de deseos eróticos. Mareante, reconfortante, querido e idolatrado a través de dos dioses,  Dionisio y Baco, según cual cultura. Es decir, nada es una sola cosa, es algo más.

La nostalgia, los  recuerdos y sus evocaciones, no son más que vivencias pasadas que no volverán. No importa la añoranza, el cariño con el que las conmemoremos, todo pasa como no puede ser de otra manera, pues el tiempo todo lo transforma, la memoria olvida y la vida continúa como si nada pasara a nuestro alrededor.

Quedan y quedarán huellas e improntas una vez anulados sus efectos dulces y amargos, sus fortunas e infortunios, sus amores y odios… Historias que, rotundamente, no se repiten, que no llevan a ninguna parte e inquietan bien poco. Solo conmovedoras de amargados que no miran hacia adelante; de melancólicos que la ignoran; de agoreros que se aferran a burdas creencias; de los que no quieren reconocer que, salvo excepciones, cada día, se progresa más en bondad y sabiduría (menos religiones e intolerancias y más letras, técnicas y ciencias), para procurarnos una vida mejor.

Eso sí, solo una vida, por profusa fe o mucho interés que pongan en hacernos creer  lo contrario. Una única vida que, desgraciadamente, aún no es ajena a supercherías e interesados fraudes. Por tanto, será necesario vivirla con la ilusión de la infancia, con los vigores y entusiasmos de la adolescencia, con la plenitud de fuerzas de la juventud, con la templanza de la adultez en plena consciencia y con los consejos de la ancianidad antes de quedar inertes con la muerte.

Desde una de esas fases, en la que me hallo, me permito asegurar que nunca nada es igual por mucho que así se parezca o haya quien diga: “Las mismas guerras. Los mismos horrores. Todo sigue igual”. Pero no. Los cambios se mueven muy lentos porque así lo quieren los poderosos: políticos y magistrados que dictan e interpretan la ley; quienes dicen representar a Dios en la tierra y nos dirigen con sus normas; los predicadores e influyentes de noticias con las que se benefician y nos enfrentan; sus vulgares palmeros que mendigan las sobras que estos tiran...

¡Qué poco ha descendido la barbarie desde nuestra existencia!

NO ES MÁS QUE…, esclavitud, crueldad, violencia… encerradas en el círculo de la humanidad, del que no podrán salir, salvo que se corten de raíz las alas del mal con el que se sustentan. Maldades originadas por el miedo, la ignorancia y la creencia, imbuidas a la población por intérpretes de dioses tribales, mensajeros y profetas, autores y exegetas de una fe monoteísta, que, para sus fines, los más poderosos aprovechan sin compasión, porque no la conocen. Apresan y subyugan a las personas (hombres y mujeres esencialmente) con inverosímiles premios y castigos, tanto en el cielo como en la tierra, creando sus propias comunidades y organizaciones (fundaciones, ong’s, sociedades benéficas…) que se sustentan a través de nuestros impuestos. NO ES MÁS QUE… una broma de mal gusto que, aunque nos desagrade, todos sufrimos cuando no tenemos que soportarlo.

domingo, 15 de octubre de 2023

ACABEMOS CON EL MA X

 

EPÍTOME (Resumen de una historia).

¿Existe una idea, frase, gesto, palabra… de algún componente de partido político, religioso o de otra naturaleza, que no enaltezca la voz ACORDAR?

¿Existe por lo general, entre los mortales, día que pase, sin darse cuenta, sin querer, sin desear evitar dramas, conflictos, problemas… para vivir en armonía, lo más agradable posible, aunque eso, de momento, sea una UTOPÍA?

ACORDAR es, sencillamente, un primer paso para el inicio de vivir más confortablemente. Algo imprescindible para sentirse humanos y charlar como tales de cuanto sucede y pueda ocurrir. Por lo común, COMPARTIR es el comienzo para el dialogo, la reflexión y el pacto. Lejos de las luchas triviales, del sentido individual de dominio, de derechos adquiridos, de etiquetas de quita y pon, que no conducen a ninguna parte.

Todo partido, debería manifestarse con sus propios signos, estandartes o banderas que no son característicos de la mayoría de la gente a la que no representan. Valga esto, no solo para la política y religiones sino también para cualquier sociedad que, a través de LOS IMPUESTOS DE TODOS reciben pingues retribuciones. ¡Qué sean sus seguidores quienes contribuyan a su sustento!

Cada uno de nosotros pensamos diferente. Ya no solo entre hombres y mujeres, determinado por sus distintas naturalezas, sino por la influencia de los lugares donde se habita: su clima, su costumbre, educación o (ni mejor ni peor) sus simples características predominantes.

Resulta imprescindible aunarse para entenderse.

No discutir los problemas, esconder la cabeza bajo el ala, a nada conduce. Es de vital importancia para el desarrollo de los habitantes de este planeta, llamado Tierra, tener presente la existencia de  una continúa disensión de pareceres.

La ideología, ni todo lo justifica ni todo lo tapa.

Habrá que convencerse que son las cesiones las bases con las que todo se resuelve, sea (por resumir) de forma conservadora o progresista, sin olvidar que con la muerte (que es nada y vacío) nada se arregla; al contrario, es pensando en vivir la vida (que es energía y bienestar). 

Hemos tenido y seguiremos teniendo grandes hombres (varones y hembras) de muy diversas ramas que nos han imbuido de inmensas riquezas que mantener y mejorar, si llega el caso. Todos, y cada uno de ellos, lo hizo bienintencionadamente para el logro de un fin común: vivir la vida humana en absoluta armonía. Incluso, ahora, con el presente escrito (y la serie de "Acabemos con el mal que hoy termina), una pizca va en ello. Tomemos, pues, lo que consideremos, pero jamás lo empleemos como arma arrojadiza sino como la fortuna que compartir para alcanzar un arreglo sin personalismos ni egos, dejando al margen egoísmo e intereses que acabarán con cualquier decisión que se tome ya que, ante un suceso, nada está exento de consecuencias imprevisibles y, en ningún caso, nadie será capaz de argumentar científicamente la razón del porqué ocurre. Lo que sí está demostrado es que el cerebro hedonista tiende a eliminar lo que le hace daño, aunque el arrepentimiento de “su espíritu” lo mantiene vivo, hasta que el tiempo, en su transcurrir, lo disipe.