sábado, 25 de mayo de 2013

UNA CUESTIÓN DE PERSONAS

Hoy he llegado a un punto de incredulidad tal,  que no hay verdad alguna que me resulte creíble. Desde que ganó el PP, pese a sus falacias y escándalos, respetando su mayoría parlamentaria, aguardaba alentar algo que hicieran bien e infundir en la gente confianza. Pero no. No hay nada que inspire en ellos un ápice afable: Deprimentes, grises,  negativos; hoy resulta más fácil relacionar a los políticos con la corrupción, a banqueros con ladrones, a la iglesia con el poder y la riqueza, a la caridad con la ignominia social oyendo a sinvergüenzas llenarse de honradez la boca, babeando y delinquiendo. Ni que decir de un Gobierno que gobierna para una minoría, abandona a muchos ciudadanos a su suerte, indulta a bandidos y estafadores, amenaza y falta a quienes se manifiestan cuestionando sus políticas represivas y jalea a la fuerza contra ellos. A este paso, reprobando la transparencia y exigiendo sacrificios insultantes para hundir más en la miseria a los pobres que no son sus amigos, volveremos a las tinieblas de la religión, que conduce los odios de la  gente. Ni una sola explicación de los beneficios dilapidados, de las compañías afines, de los prebostes que saquean España. Ni un comentario por los indebidos gastos, apropiaciones, privilegios, subvenciones, etcétera, tomados de los elevados impuestos que pagamos manteniendo ingentes sociedades, consejeros, administradores del Estado como si éste fuera un cortijo de su propiedad, dando la impresión que el  Estado les pertenece cuando saben que no es de nadie o, en su caso, lo es de todos. No he oído entonar un mea culpa por algo y si jactarse de lo bien que lo hacen mientras el desastre avanza, limitados a pedir paciencia: ¡qué se rece! Sólo les falta decir que Dios tenga piedad de vuestras almas ¡Apaños y añagazas! Con ellos comparto sin embargo, que saldremos de la crisis, ignorando cuántos cadáveres  caerán a su costa. Un único muerto sería suficiente para renunciar a su cargo quien no sabe impedirlo. Un Gobierno que lleva el timón, si no sabe llevarlo, que se quite y responda de su irresponsabilidad por manifestar lo contrario cuando lo alcanzó diciendo saber dirigirlo ¡Que preocupación la suya por los ingénitos cuando hay vivos pasándolas canutas! ¿Es de fiar un Gobierno que no clama ni grita solicitando ayuda; que no lucha ni pide socorro a la sociedad para remediar sus males? ¿Acaso, no nos llamarían si una catástrofe se llevara por delante  a más de seis millones de personas? Pero claro, ¿quién les haría caso si no parecen dar ejemplo de honestidad para que les sigamos?
Para que las cosas marchen mejor, la cuestión no es cambiar leyes o la constitución, (que sí), la cuestión es cumplirlas ¡Una cuestión de personas! Y nos guste o no, en esas estamos. Ayer lo hizo otro Gobierno, (al que el de hoy ha hecho bueno) y ya vemos lo que hay; mañana vendrá otro y se aunarán o cambiará lo hecho. Y en ese toma y daca estamos como antaño, muriendo la población de a pié entre dos fuegos, que ni la paz ni la caridad nos salva. Analícese lo menos malo para ambas partes y déjese de disparar. Hay que ponerse de acuerdo como si fuera una tregua;  es la única manera de vivir.  No continuemos con la eterna guerra. Ni somos enemigos ni tenemos por qué serlo. El asunto es serenarse. Sentarse y conciliar. Basta ya de tanto tiro cruzado. Nadie puede ser arte y parte. Es imprescindible un moderador neutral. Y ante desacuerdos extremados, en el punto medio está la virtud, porque siempre será mejor un mal arreglo que una guerra, cuyas condiciones las pone el vencedor. 

Este blogs está pensado para esa reconciliación. Para toda la gente. Todos han de ceder, pero ninguno saldrá descontento. Se trata de aplicar medidas innovadoras al Sistema, compensadas entre sí con medios imaginativos que eviten los desmanes y descubran los delitos. A veces, me pregunto dónde esta la razón, la grandeza del ser humano y si en la vida, en tan corto tránsito, merece la pena tanto sufrimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario