martes, 16 de julio de 2013

LA REVOLUCIÓN PACÍFICA

Es el tiempo de conducirse pacíficamente contra quienes abusan de su situación de privilegio sin considerar la realidad. A modo de ejemplo y con carácter general:
Contra los partidos: Votar en blanco o a un partido moderado que se establezca o que no haya gobernado. No asistir a los actos propagandísticos de ninguno: son mentiras.
Contra la Iglesia: No visitar ni monumentos ni iglesias o palacios del clero que cobren. Han sido hechos por el pueblo y no son de su propiedad. Todos sus servicios los efectúa en negro.
Contra los bancos: Evitar tener cuentas, cancelando aquellas que cobren por todo. Reclamar. No domiciliar nóminas ni recibos. No permitir números rojos. Manejar efectivo hasta que éste sea abolido. Su interés es su beneficio, no el nuestro.
Contra grandes empresas: Evitar domiciliar pagos, (agua, luz, teléfono, gas, seguro, etcétera) y que vengan a cobrar sus suministros o servicios a casa. Facilitar sólo datos imprescindibles.
Contra la Administración: No domiciliar los impuestos. No comprar loterías, ni productos con impuestos abusivos (carburantes, tabacos, alcoholes). No visitar museos que no sean gratis. No facilitar sus tareas. Confeccionar la declaración de la renta a mano. No marcar cruz alguna a favor  de nadie. Hacer uso de todos nuestros derechos. Reclamar y denunciar arbitrariedades. Dar a conocer los abusos que se conozcan a través de los medios digitales.  
Seguros  y otras compañías: No hacer seguros médicos. Ni de defunción. Ni planes de pensiones. Ni fondos de inversión. Ni plazos fijos. Ni tarjetas de crédito o débito que cobren.
Televisión: Ni verla. Sustituirla por libros y otras distracciones. Borrarse de las televisiones de pago y no contratar sus servicios. Además del fútbol hay otras distracciones.
Ayuntamientos: Enterarse asistiendo a las deliberaciones de los asuntos que traten. Denunciar a los políticos que meten a los suyos a dedo, a los que cambian  normas en beneficie propio  o de sus allegados y, sobretodo, rechazar las subidas abusivas de los impuestos.
Cuestionar todo. Lo normal no es como ellos dicen: a todos no les tratan igual. No contratar, ni comprar si se puede pasar sin ello. No importa quien lo diga: hay que entenderlo bien. Si no está claro rechácelo. No se preste a ninguna encuesta y no tenga consideración con quien le llama para molestarle y sea respetuoso con quien lo sea con usted. No tolere injusticias y reclame. No ceda por compasión, los asuntos comerciales carecen de ella. Advierta, denuncie y no se conforme con cualquier cosa.
La Revolución Pacifica es la lucha consciente y  sensata, pese a las molestias que originen, por insistir y mantener los principios de normalidad sin permitir que nadie ni nada vulnere impunemente los derechos que nos están recortando en aras a injusticias y excusas sin sentido.
La Revolución Pacifica puede llegar hasta la desobediencia civil, el no pago de impuestos, la respuesta decidida con acciones ante arbitrariedades e iniquidades por parte de los poderes que no son consecuentes con la situación actual. Es un mecanismo que ya está en marcha en España y que no ha de cesar hasta conseguir la Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad.


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