Libertad es una palabra que se emplea
a todas horas. Esa es una libertad manoseada, aprovechada y empleada por muchos
indolentes de la vida. Es una libertad que no respeta a los demás imponiendo su
criterio. La que no quiere pagar impuestos y se adueña de lo que le interesa.
La misma que ejerce una dictadura con intereses ocultos que nadie puede
cuestionar.
La libertad es de todos y para todos.
No es de nadie, ni nadie ha de arrogársela. Nada que ver con la que piden
ciertos seguidores a sus políticos, o la que emplean ciertas asociaciones
cristianas y no cristianas que la usan en su beneficio exclusivamente, sin
considerar otros razonamientos y puntos de vista.
La libertad hay que ganarla, no
pedirla. A nivel individual principalmente. Y se conseguirá cuando desaparezcan
las imposiciones, cuando nos pongamos en lugar el otro, cuando después de un
debate razonado la igualdad de oportunidades se establezca.
La
libertad no es posible ni plena entre las rentas altas y bajas, mientras las
diferencias entre ricos y pobres sean tan excesivas. Los primeros pueden moderar sus riquezas si se les aplica
impuestos a sus rentas, a los beneficios que obtienen de sus negocios, a las
transacciones que realizan, por pertenecer a los consejos de administración de
grandes compañías, por los sueldos,
indemnizaciones, primas, bonos, despidos, planes de pensiones, fichajes… que
reciben. A los segundos hay que proporcionarles trabajo con el que puedan
ganarse la vida y ampliar sus salarios hasta que no haya ninguno exento de pagar
impuestos, aunque sea por rentas bajas.
La
Administración derrocha mucho dinero (un bien escaso que cuesta mucho ganar y
no es suyo) en base a una libertad delegada. La mayoría son políticos que
tiran con pólvora ajena, sin reparo alguno y, ya se sabe: “de lo que no cuesta
se llena la cesta”. Gastos que se podrían disminuir o suprimir anulando o
aligerando entes y cargos. (El Senado, el defensor del pueblo, los tribunales
de cuentas, las Diputaciones, el Banco de España, Ministerios, otros Organismos
representativos, enchufados, asesores, periodistas a sueldo, palmeros,
familiares, amigos... Menguando las aportaciones a ONGs, Partidos, Sindicatos,
Obras beneficias, Sectores improductivos, Iglesias, Asociaciones que a nada
contribuyen, Entes que no aportan soluciones ni propuestas, Parásitos. Chiringuitos).
En
aras a la libertad bien merece la pena esforzarse mirando por los demás.
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