jueves, 22 de noviembre de 2012

O CAMBIAMOS O NOS VAMOS AL GARETE


Va para casi un año que he escrito sobre normas, medidas, actuaciones que se pueden acometer. He ampliado, aclarado y dado detalle de muchas de ellas. Apenas si he intervenido para mostrar la situación que sufre nuestro país, sus causas, los motivos endémicos que los genera. La gente no sólo los conoce y los intuye sino que los sufre. Me he  centrado en aportar soluciones sin mirar ni denunciar culpables. Hoy, diré algo alto y claro, sin ningún tipo de recato:
O CAMBIAMOS O NOS VAMOS AL GARATE  
Todo hace aguas en España, en mí querida España. Tires por donde tires. Lo mires como lo mires. En cualquier sitio, en cualquier instancia, en cualquier situación. Desde las más altas esferas hasta las capas sociales más bajas.
 ¡Es vergonzoso! ¡Siento vergüenza ajena! ¡Me siento culpable! ¡No hay explicación!
Y es que ejemplo donde mirarnos son espejos que chirrían, desportillados, putrefactos, macilentos, como sepulcros corrompidos que se debieron extirpar hace muchos años.
Hubo un sistema cerrado, excluyente, opaco de por medio. Han pasado cerca de cuarenta años y  la tierra está abonándose para  que la siembra de más calamidades. Y eso parecer no verse: ¿Qué hacen seis millones de personas en paro?
No hay control, por importante que parezca, que ejerza sus funciones. Ni en lo público, ni en lo paraestatal, ni en lo privado. Fundaciones, donaciones, levantamientos de bienes. Latrocinios, engaños, corrupciones. Y un lago etcétera que consideran que administrar es robar, falsear, favorecerse, beneficiar a los suyos, dilapidar, pasar desapercibido, ganar votos, enriquecer a sus empresas, traspasar beneficios, enfangar  lo público, privatizar lo rentable, crear empresas fantasmas, llevarse el dinero a paraísos fiscales, estafar, desahuciar, no contabilizar o emplear contabilidad creativa, condonar, indultar, ceder a cambio de favores y, en definitiva, se llame como se llame, abrir la mano por la parte posterior de la cintura.
Es decir, todo el sistema se corrompe,  basándose en el ladronicio y el que venga detrás que arreé. Así se convierte en una canalla y en una vergüenza: el despropósito más grande de la historia de España, excluida la Guerra civil que es a la que algún político nos aboca; menos mal que las armas están en los cuarteles y los hombres de bien, velan por la paz y el amor de los suyos, pero aquí y así no hay quien viva.
No desaprovechemos la ocasión propicia de la crisis para ponernos de acuerdo: NI UN CAPITALISMO SALVAJE,  NI UN  COMUNISMO RANCIO, en los que sólo ganan unos pocos. Cedamos algo todos, por mucho que tengamos el poder o la mayoría. Pongámonos de acuerdo en los grandes temas y ganaremos todos. Un año es un plazo razonable para que hombres buenos se pongan de acuerdo en la Salud, en la Enseñanza, en la Justicia…; mientras que el Gobierno  prohíbe el paro tapando agujeros.
En España han cambiado muchas cosas en poco tiempo: LAS PERSONAS, LOS VALORES, LAS IDEAS… Y LAS QUE NOS ESPERAN, AL PASO QUE VAMOS. A mí me gustaría que una sola cambiara: LA IDEA DE LAS DOS ESPAÑA.  De nosotros depende. Mientras tanto, que la PAZ y el AMOR nos unan.

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