sábado, 12 de diciembre de 2015

LAS ELECCIONES DEL 20 D LAS GANARÁ...

Las ganará Podemos. El partido vencedor de las próximas elecciones generales en España será Podemos. Seguirán, por este orden, Ciudadanos, el Partido Popular y, por último, el PSOE.
Hoy día no es predecible el futuro y cada vez lo será menos. Sin embargo, en esta ocasión, no hay duda: el conjuro de la Fuerza se ha conexionado como piezas de un reloj para que esto sea así. Nada nos extraña cuando oímos (hablando de cualquier tema científico o religioso) que toda incertidumbre alcanzó un acuerdo para establecer:
a) La función gaussiana o campana de Gauss, la fe o el profético libro de Mormón.
b) Que el caos no tiene sentido ante la virginidad de la Virgen o la claridad de la Santísima Trinidad.
C)   Que las hipótesis no son sino cabalísticos cálculos a fin de adivinar el Fin de los tiempos o el Juicio final.
Basta pues con analizar  tales componentes y nos guiarán a conclusiones improbables, pero acertadas, para pasmo de la mayoría de incrédulos. Y, como además sabemos del desasosiego a que nos lleva la curiosidad, nos confabulamos aupando al nuevo partido político de Podemos al triunfo. Otros elementos a consideran son:
El PP se originó merced al pecado capital de la Soberbia de su fundador, superada por su gran valedor Aznar para después (hoy) caer en la desidia, la dejadez y el dejar hacer. Ello, pasado por el tamiz de las mentiras, les hizo perder las elecciones (informando  del atentado de Atocha) y ganar las siguientes (prometiendo bajada de impuestos que no hicieron). Esta vez la corrupción les dará el golpe de gracia ante la ineficacia que ante ella presentan, sin responsabilizarse en ningún caso de lo que es evidente. El azar es caprichoso, no siempre va del mismo lado, y no sólo engañando la suerte premia de nuevo: quedaron en el camino ya, muchos cadáveres por dependencia, emigración y por la tan cacareada economía de recortes y favores.
El PSOE, un partido político nacido al amparo de la lucha obrera o de clases (de ahí que la UGT, su sindicato, fuera más importante), no ha sabido defender a ultranza sus postulados  porque, salvo excepciones, nunca mantuvo con firmeza su línea ideológica proletaria. Se creó anunciando la supresión del ejército que nunca hizo, con voluntad republicana que nunca promocionó, con la idea de mantener un gobierno laico, al margen de confesiones religiosas, que no acomete, con amplias contradicciones entre la intervención o no en las guerras, así como la de no saber decidirse entre un obrero o un señorito como González que lo encumbró. Cabe destacar la nula y flácida reacción al respecto de un ingenuo Zapatero.
Ciudadanos es un partido que atraviesa por momentos dulces. Tan deseado como lo fue la UCD de Suárez, salvando las diferencias y los tiempos. A él se apuntan en masa los aspirantes a ganadores confiados en que éxito de entonces, hoy se pueda repetir. Sin embargo, carecen de trazas definidas, como los anteriores partidos apuntados, para catalogarlos en una línea concreta. Bien podían ser una anónima cuyos fines sociales pasen por beneficiar a la gente que consideren sus accionistas, rozando de paso la función principal de ésta: el ánimo de lucro. Corren leyendas urbanas sobre sus orígenes a los que no tenemos por qué dar crédito. Todo es susceptible de cambio y, por eso, su música me suena bien, sus acordes melodiosos, limpios y concienzudos menos rococó que los del PP. Me huelen a aire fresco y los comparo con el texto escrito por Reynaldo Tendero en su libro 5 Fórmulas para el bienestar de España, si bien alejados de radicalidades que éste contempla.

En Podemos confluyen la rabia sobria, el desencanto político, la indignación de la gente y, sobre todo, el órdago que en su día lanzaron los encantadores de serpientes invitándoles a que a las elecciones se presentaran en lugar de estacionarse y dar el coñazo en la Puerta del Sol. Llevan en sus genes la sangre que les permitirá mandar sin escrúpulos, exentos de dueños financieros que les exijan dividendos o acreedores que les acoquinen con retirarles su crédito. Sólo la gente es propietaria de sus hechos y palabras. Palabras dichas altamente, por las que no podrán olvidar a la Casta y, menos aún, crear su propia Mafia. Tendrán que, estando en Europa, renunciar a financiarse de los ávidos mercados, porque el dinero hay muchas formas para proveerse de él. Permitir a la empresa su alta capacidad para crear trabajo y riqueza, para que así lo demuestre invirtiendo hasta hacer de España el país más prospero donde vivir: sin tantas diferencias sociales, sin tanta incultura y bajeza, sin tanto chorizo que se lleven el dinero a espuertas. Será el rejuvenecimiento de las formas a la hora de hacer política, donde no manden los malos consejos, sino que, al revés, una vez acordado por el pueblo, su mandato sea radicalmente llevado a término, correcta o incorrectamente, pero sin ambages. Podemos, por tanto, ganará las elecciones del 20 de Diciembre del 2015.    

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