domingo, 19 de enero de 2014

LA TEORÍA DEL CUADRÁNCULO: Tiempos y cargos

El P.C.O. (Proyecto de Ciudades Ocupacionales) impulsa la limitación de cargos y tiempos en los mismos y orientativamente propone:
a)      Establecer la jubilación definitiva a los 72 años, si bien, desde los 60 se puede optar a ella en las condiciones que la ley dictamine.
b)      La mayoría de edad será a los 18 años. Salvo excepciones de la ley.
c)       Su diferencia, 54, (72-18), nos da los años máximos posible de actividad laboral. Los divisores exactos más elevados (salvo él mismo) son 27 y 18 que representarán:
27     El número máximo de cargos o categorías en las que se podrán dividir las distintas funciones que desarrollen los empleados del conjunto de sociedades y administraciones.
18     El número máximo de años que una persona pueda ejercer el mismo cargo en una misma entidad, tanto pública como privada.
Lo importante es que nadie se acomode en una posición permitiendo que su espacio sea ocupado por savia nueva. Tal vez, al hombre le interese tener más tiempo libre. Si esto fuera así y su pagador lo considera conveniente puede continuar retribuyéndole  con arreglo a lo que estime oportuno por dejar el empleo y quedarse en casa. Una sociedad cuyos hombres sólo piensan en su propio beneficio es una sociedad podrida y los dirigentes que no vean más allá de su ombligo, unos pobres ilusos, que la vida se les irá como la sal o la azúcar en el agua.
A modo de ejemplo, se han ordenado categorías y plazos, limitándonos a las funciones públicas y privadas más conocidas, si bien, de igual forma, puede hacerse extensivo a otros cargos más específicos. Quedan como sigue:
Categorías      Años      Empleos/categorías/oficios/funciones/cometidos
   1                          18           Rey o Presidente de la Republica (máximo cargo).
   2                          8            Presidente del Gobierno (segundo cargo en importancia).
   3                          8            Primeros mandatarios de la oposición.
  4                       12           Presidentes autonómicos (tercer cargo en importancia).
                                           Presidentes de las empresas del Ibex.       
   5                      12           Ministros del Estado (cuarto en rango de su escala).
                                           Presidentes de grandes empresas y consejeros del Ibex.
   6                      12           Consejeros autonómicos (quintos en su rango).
                                           Presidentes empresas y consejeros de grandes empresas.
   7                      12           Segundos mandatarios de la oposición.
   8                      12           Primeros dirigentes sindicales.
  9                         8           Alcaldes cuyo municipio sea superior al millón de habitantes.
                                          Personal de alta dirección del Ibex y grandes empresas.
10                        12              Regidores en poblaciones de más de cien mil habitantes.
                                               Concejales en general  y cargos de la administración autonómica.
                                           Miembros de dirección empresarial
 11                          16           Alcaldes cuyas poblaciones son de menos de cien mil  habitantes.
                                          Otros cargos de la administración local.
12                           12           Cargos políticos y sindicales de rango inferior a los citados.
13                           8            Consejo presidente de Empresas públicas.
14                           8            Miembros del Consejo de administración de alguna empresa pública.
15                         15             Asesores de la administración en general.
16                           18           Auxiliares, Oficiales administrativos.
17                           18           Personal subalterno, peones.  
18                         18             Oficios varios, sin calificar.

Todo es prescindible. Cargos eternos sólo es propio de dictadores u hombres llegados por la fuerza que se consideran imprescindibles. Ni siquiera lo es el dios que veneran las religiones. La historia nos muestra que su existencia no es cuestión de telas, estatuas o suntuosos  edificios en los que se negocia con su creencia. El tiempo nos muestra la realidad, sin embargo, morimos sin descubrirla.

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