sábado, 18 de octubre de 2014

¿CONNIVENCIA ENTRE EL PODER ECONÓMICO Y EL POLÍTICO?



Asistí  a una conferencia sabiendo que era patrocinada por Podemos. Tenía interés en saber cómo iban a resolver el tema de la Deuda (de alcanzar el poder) ya que trataba sobre la misma. He de confesar que me sorprendió, no respecto a lo que consideran, no sin razón, Deuda Legítima (cuyo engorroso destapar generará, de llevarse a efecto, verdadera cazas de brujas o conflictos irreparables, nada comparable al proceso islandés) sino a que su programa político, como el resto de los programas, omite o no contempla abolir el dinero físico. Y, ¿por qué no?
Me choca que uno de los medios más eficaces para controlar los desmanes opacos, los negocios de las mafias,  la venta de armas, drogas, trata de personas, chantajes, evasión de capitales, corrupciones, etcétera, no quieran establecerlo. ¿No será porque también dejarán huella las connivencias entre empresarios y políticos y las trazas de prevaricación y cohecho podían ser fácilmente descubiertas? Bastaría un simple seguimiento, a través de un extracto bancario para descubrir a los impostores. (Difícilmente habrían descubierto el entramado de las tarjetas de Caja Madrid y Bankia, si el dinero lo hubieran repartido en sobres, bolsas de plástico o deportivas como dicen sucedió en el PP, en el caso Malaya o Pujol respectivamente).
Privar de libertad o de iniciativa para emplear el medio que la gente estime oportuno es una de las explicaciones que esgrimen para su no instauración. Y tendrían razón en  tiempo pasado no en el actual, donde las técnicas a nuestro alcance (y me refiero a España y otros países avanzados)  no causarían problemas y la decisión particular no estaría cercenada porque lo está ya. ¿Acaso, podemos pagar los impuestos, los recibos de luz, gas, teléfono, la cuota de la hipoteca, etcétera o cobrar casi la totalidad de nuestros ingresos y rentas en efectivo, sin que medie una cuenta corriente? ¿A quién le interesa que no se suprima el dinero físico?
Otra razón aducida, que también oí, es que al suprimir el dinero físico, los medios de pago serían monopolizados por entidades bancarias (hoy por cierto, y no sin motivo, perversas,   denostadas y criminalizadas) y me pregunto, ¿la fabricación de moneda, tanto en metal como en papel, no está monopolizado? Otra cosa sería, que el Estado no ponga freno a los abusos de gastos de mantenimiento de cuentas, expedición y uso de tarjetas, etcétera. ¿A quién o quienes les interesa que el dinero físico no sea abolido?
No se esgrimió en la charla otros inconvenientes para no erradicar el dinero físico, pero yo apuntaré alguno. Me refiero a transacciones de pequeños importes (compra de pan, pago de una consumición, un préstamo súbito a un amigo u otros) que pueden temporalmente realizarse de no erradicar la moneda o calderilla y que a nadie perturbaría. ¿A quién le interesa permanecer en el anonimato para cobrar y pagar? Desde luego no a la gente que nada tiene que ocultar. No a los trabajadores, ni a la clase media y sí a superiores intereses. Desde luego a los que no les interesa quitar el dinero físico son a los señores de la “casta”. ¿A qué teme Podemos? ¿Por qué no establecer el medio más eficaz de seguir la pista a los defraudadores?  Bien que alardean citando que las inspecciones fiscales sacarían a la luz unos 40.000 millones de euros. ¿Cómo quieren hacerlo si no tapan el principal agujero por donde se escapan? ¿Creen que los inspectores tienen  en su poder un recurso tan poderoso como este para controlarlo? ¿Por qué no lo llevan en sus programas el resto de los partidos? ¿Acaso, no están interesados en acabar con el dinero negro, las estafas, los chanchullos o es que convivir entre mangantes impunes les pone?  Mi voto cambiará a favor del partido que se comprometa a que deje de existir el dinero físico. El resto de medidas las iremos debatiendo.

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