martes, 16 de diciembre de 2014

CUANTO MÁS SENCILLO, MEJOR

La novela de ficción Escape fue presentada ayer por su autor en Toledo. Su autor vino a decir:
Escape no es más que un trasfondo de la realidad que podía haber ocurrido y que, en algunos casos, sucedió. Un relato imaginario en el que su escritor se dejó llevar por sus personales, siendo incapaz de detenerlos hasta que, mediada la segunda parte de la misma, vio luz e impuso su criterio para divulgar un Nuevo Mensaje, incluso apartándose de aspectos literarios, para que Eduardo Zaragoza, el protagonista principal, diera a conocer algo tan trascendental como que el hombre sólo necesita de una ocupación para subsistir y un pequeño esfuerzo para rodearse de valores y estímulos por los que optar y poder vivir felizmente.
La democracia, decía el señor Zaragoza, es el sistema político más participativo, si bien, limitar su participación al uso de insertar cada cierto tiempo una papeleta en una urna, es dejarla morir por inanición. Su salud dependerá del estilo que marque el poder que la dirige; por eso la opinión pública debe de ejercer una presión importante y tener un papel predominante.
Escape lo hace saber claramente: El hombre (como persona individual) está por encima de la economía, la política y todas las cosas sin excepción; sin él (si falta) nada es viable. No se puede basar la vida en el logro del dinero, acaparando poder y riqueza; hay que convencerse de que sólo el camino en búsqueda de la Felicidad es por el que se ha de transitar. Por tanto, para lograr tan fundamental valor, Escape describe soluciones (excesivamente sencillas) anulando los inconvenientes para el resto de valores naturales como lo son la Vida, la Libertad y la Propiedad.
Sobre la Vida contesta a la pregunta de: ¿quién podrá vivir dignamente sin trabajo con que obtener los recursos necesarios? La medida es clara: Establece el Pleno empleo dando ocupación a todos los que carecen de trabajo a cambio de un s.m.s. (salario mínimo de subsistencia). ¿De dónde se obtiene el dinero necesario para ello? La respuesta no se hace esperar: Creando a través de los impuestos una limitación a las rentas, una regulación de las herencias y una clara diferenciación entre los bienes y derechos de las personas físicas y jurídicas. Potenciando además a éstas últimas, permitiéndolas establecer sus propios costes laborales y una total flexibilidad en el empleo que todos conocemos como despido libre.
Sobre la Propiedad privada, que es un derecho irrenunciable, se determina que sólo es lógica mientras la persona viva. Una vez muerta, con ella se irán bienes, derechos y obligaciones. Los hijos o herederos nada tendrán que temer porque el Sistema les proporcionará los medios para la vida  (alimentación, cobijos, salud, educación, justicia).
Sobre la Libertad del hombre, otro derecho natural que el Sistema debe defender a ultranza, no caben ni el paternalismo (quienes más nos intentan ayudar son quienes más nos acaban perjudicando) ni la hipocresía (los más fanáticos defensores de las normas son aquellos que las han quebrantado) sólo, pese a quien pese, será menester el respeto, la razón y el conocimiento envueltos en un halo de armonía y flexibilidad.
Escape afirma que cuando una sociedad ayude a los países necesitados, ponga fin a las crisis, erradique el hambre y, además, el beneficio de las empresas sea distribuido de manera equitativa entras las personas que la forman, se estarán creando las bases para el bienestar general y no para unos pocos. Nada extraño es pues, que surjan movimientos predicando el cambio del modelo de producción, al cual habrá de adherirse: solidaridad en lugar de caridad. Moderación en lugar de austeridad. “Bien común en lugar de crecimiento.  Bienestar en lugar de beneficio” y todo ello, preservando el medio ambiente y las vida de los demás seres vivos.
Escape da a conocer medidas a realizar de inmediato en España: Suprimir el dinero físico. Separar la política de la Justicia. Limitar cargos y su duración. Exigir ejemplo a nuestros representantes. Eludir privilegios. Impartir responsabilidades y castigos. Y, sobre todo, transformar desde la infancia nuestra identidad con educación, cultura y costumbres de acuerdo con la razón y no con la imposición, al margen de creencias religiosas que provocan sentimientos encontrados e  impiden entendernos. Todo ello vendría a invalidar el podio actual del descontento de los ciudadanos. Pasarían desapercibidos el paro, la corrupción, los políticos, incluso, la economía como si fueran un buen árbitro en cualquier competición.
Por último, el autor manifiesta que no es posible que la Felicidad acompañe al paro, a la falta de cobijo, al hambre, a la miseria, a la ignorancia o a la desgracia. Todos y cada uno de nosotros, que nos movemos en virtud de los sentimientos de dolor y placer, hemos de procurar empequeñecer al primero y engrandecer al segundo: esa es la orientación de nuestro destino. Depende de nosotros.

340 páginas que dan para mucho, aunque una mujer importante dijera de Escape, que es un libre escrito por un hombre para los hombres, porque sucede lo que cualquier hombre quisiera que siempre sucediera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario