domingo, 4 de julio de 2021

GUIAS QUE NOS ORIENTEN

Votar, simpatizar e, incluso, pertenecer como afiliado a un partido político u otra organización, no significa, necesariamente, que se comulgue con todo su ideario. Las ideas nos inducen, nos orientan, nos invitan a pensar, pero jamás serán las manos que ejecuten los actos que se cometan. Estos podrán ser de cualquier naturaleza, si bien, los considerados delictivos (hechos absolutamente proscritos por los estatutos de toda doctrina, entidad, sistema, movimiento…) siempre serán cometidos a nivel individual,  seguramente respaldados por la Organización. Así que ninguna agrupación, banda o grupo substantivado con la palabra “ismo” en sus terminaciones, como comunismo, fascismo y nazismo; feminismo, machismo y racismo; liberalismo, socialismo y capitalismo; nacionalismo, franquismo e independentismo…, impedirán acciones punibles a sus militantes, ni se responsabilizarán de ellas aunque las hayan promocionado. Por tanto, no es aconsejable prohibir, abolir, ocultar tales asociaciones por mucho que sean criminalizadas, toda vez que estatutariamente actitudes, fines, tendencias, cualidades, serán loables y, por otra parte, dejarían de verse en público no descubriendo sus intenciones y actos a tener muy en cuenta.

Hay cosas que como el vino emborracha y no, por ello, han de estar prohibidas. Los coches, las escopetas de caza… originan cantidad de muertes y prescindir de ellos, al menos de los primeros, sería catastrófico. Quiero, con tal símil, entender que la mesura, la moderación, la prudencia, en todos sus órdenes, han de ser las guías que nos orienten. Ni todos los comunistas matan, ni todos los capitalistas roban. Ni todos los hombres odian a las mujeres, ni estas los envenenan. Siempre habrá, no obstante, un “ismo” que lo haga, pero la solución no estriba en generalizarlo y difundirlo. Entonces, ¿por qué se hace? ¿Por qué se acusa indiscriminadamente? ¿Es, a la sazón, causa de denuncia su constatación? ¿Se trata de fomentar lo que puede ser un insulto, ofensa o mala educación? ¿Quiénes están interesados en enfrentarnos o que entre nosotros nos pelemos?

Dejemos que el Sistema Político legisle y el Sistema Judicial dictamine y sentencie. Pero ambos, especialmente el segundo, están sobrecargados de trabajo por hacer. Reciben, como no puede ser de otro modo, críticas, opiniones que ignoro si contribuyen o no a su perfeccionamiento. Me temo que no. Sin embargo, se dice que la competencia incita a la pelea (incluso con malas artes), que la unión hace la fuerza (si esta es sólida), que el matrimonio facilita la división de funciones familiares (si son del agrado de ambos) y que la libertad da con la independencia, el aislamiento o la soledad (aunque ni así se esté solo). Lo que nadie nos dice es cómo erradicar el paro, por qué no se hace visible la pobreza existente o la igualdad de derechos entre hombres y mujeres no se da. Obsérvese que, cada vez más, se va ampliando la separación entre ricos y pobres (los mendigos son maltratados por los fundamentalistas)  y se nos habla del patriarcado como una enfermedad sin distinguir ni la época ni su conducta, sin emplear la equidad a la hora de manifestarse un feminISMO radical.

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