Partiendo de la base de que cada
uno de nosotros tenemos diferentes formas de vivir, diferentes puntos de vista,
diferentes pensamientos o percepciones y somos diferentes en casi todo, tal vez
porque el mundo que nos sustenta esté en continuo cambio, moviéndose a
velocidades de vértigo (¡25 km.
segundo!) nada de lo que ocurra nos ha de extrañar.
Nuestro organismo (físico y
psíquico) es como ese mundo del que hablamos en tamaño reducido, compuesto de
los mismos o similares elementos materiales y aquellos no visibles o
desconocidos del Universo como los componentes de nuestro interior perceptibles
por sus efectos igualmente: Pensamientos, emociones, sensaciones, sentimientos,…,
causantes de las variables situaciones
del ánimo, enfermedades y causas metabólicas ignoradas.
A tenor de cuanto antecede, por
simplificar, convendría tener en consideración:
-1- No preocuparse por cosas que
no dependen de uno.
-2- Reflexionar que nada es
imposible.
-3- Pensar que ganar no es que
otros pierdan.
-4- Aceptar con deportividad lo
que venga porque la mente, en su caso, lo superará.
-5- Agradecer incluso la empatía
como forma social y educada, aunque se crea o entienda que es hipocresía,
fachada o cumplido sincero.
-6- Actuar con prudencia, pero no
con miedo.
-7- No desear a nadie lo que para
ti no quieres.
-8- Reconocer que la conciencia
es el efecto de nuestros sentimientos.
-9- Que las cosas suceden con las
decisiones tomadas, antes de darnos cuenta.
-10- Procurar siempre tener
seguridad en sí mismo.
-11- Conocer lo que somos, lo que
es el mundo y nuestras relaciones.
-12- Lo frecuente y lo reciente
explican la razón del hábito.
-13- El poder de la voluntad es
más importante que los atributos físicos y genéticos; por tanto, es más
determinante lo que nos pasa que lo que llevamos escrito.
-14- Añadir una idea más a las anteriores
citas, que sea exclusiva para ti y tu carácter, que te acompañe y te sirva de
compañía. (La mía es la primera).
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