sábado, 14 de enero de 2012

Sobre la Teoría de los números primos

PUNTUALIZANDO SOBRE LA TEORÍA DE LOS NÚMEROS PRIMOS
Escribía en días anteriores sobre la Teoría de los números primos, una de las piezas del puzzle del Proyecto de Ciudades ocupacionales, comprometido a innovar el sistema capitalista actual y dar luz a un nuevo Sistema económico, político, social.
¿Alguien ha pensado que supondría poner en practica tal medida?
El Gobierno pondría en marcha una Ley, conforme la redactábamos: “Uno: Ningún pagador (autónomo, sociedad, administración) retribuirá a sus asalariados sueldos diferentes en más de DIECISITE veces. Dos: Ningún contribuyente obtendrá ingresos superiores a CINCUENTA Y TRES veces más que el salario mínimo de subsistencia establecido”. El exceso, en su caso, lo percibirá el erario público; salvo los importes invertidos en alguna de las actividades recomendadas por el Ejecutivo.
El tema de salarios se resuelve así, sine die, sin necesidad de reuniones sindicales.
Y, ¿ por qué no?
Determinemos, por ejemplo, el salario de subsistencia en 10.000 euros anuales (poco más de 800 euros al mes para alimentar el cuerpo y el alma, vestir y gozar de una habitación); en ese supuesto, otra persona podría alcanzar la suma de 530.000 euros (¡más de 44.000 euros al mes o, lo que es lo mismo, unas 245.000 pesetas diarias!).
Bien es cierto, continuando con el ejemplo,  que los motores del empleo (un autónomo, una empresa o una administración) de pagar la máxima retribución (530.000 euros), la persona de la misma empresa que menos cobraría sería unos 2.600 euros al mes; afortunadamente, lejos del mínimo de subsistencia.
¿Seguirán existiendo diferencias crematísticas; los pobres y los ricos?
Por supuesto, es inevitable. Pero aún así, ¿alguien no podría vivir dignamente? ¿Cuánto dinero podrían ahorrar en un año los empleadores, especialmente, las administraciones y grandes empresas? Seguro que se taparían agujeros, endeudarse no sería necesario, la codicia y la envidia estarían fuera de lugar y, veremos, como la miseria desaparecería.
La primera pieza del rompecabezas (la Teoría de los números primos) está definida; apenas un esfuerzo para penalizar la avaricia que el que la practica olvida, (aunque le envilezca) creando celos indecente que sólo perjudica a quien los ejerce.
Más adelante, iremos uniendo el resto de medidas hasta completar el Nuevo Sistema (flanco…, flexible…, como decíamos en la entrada titulada Las soluciones son más simples) que pretendemos desarrollar con la mayor ilusión, en la seguridad de que, con su puesta en marcha, será posible una economía sostenible para alcanzar el objetivo de felicidad del hombre. Mientras tanto, que la Paz y el Amor nos una.


2 comentarios:

  1. Veo que te has tomado tu tiempo en diseñar un modelo que pretenda ser justo o al menos no abusivo o tan aberrante como ejemplifican los ya sonados 2.3 millones de euros con los que han sido premiados los directivos de las cajas de ahorros rescatadas por su brillante e impoluta labor. El mayor inconveniente que veo en esta, tu propuesta, es su razón de ser, y te pregunto Reynaldo, ¿tiene cabida una medida justa, transparenten, solidaria, etc…en el mundo que hemos creado?, ¿no buscamos precisamente abrir una brecha cada vez más amplia y oscura entre ricos y pobres?.
    Creo sinceramente que ante un aluvión de buenas medidas regidas por el sentido común y la responsabilidad nos vamos a dar una y otra vez contra la pared, porque la verdad es que esto no interesa a nadie, mejor dicho, no interesa a todos aquellos mangantes que dominan nuestras vidas, que cada vez se hacen con serruchos más potentes con que seguir abriendo la brecha que nos separa y nos asola…Creo que la motivación, el optimismo, el sentido de lucha y de injusticia, el sentimiento de ¡podemos! y una positiva actitud debe apoderarse de nosotros precediendo a la adquisición de medidas tan creativas como la que propones; y es que debemos estar convencidos de que no nos merecemos lo que tenemos y de que podemos cambiarlo para hacer de tripas corazón, liarnos la manta a la cabeza, coger al toro por los cuernos…y sigue el refranero para, en definitiva, ser VALIENTES y participar todos en la creación de un mundo para TODOS.
    No desecho de ninguna manera tus ideas, es más, las alabo. Solo pretendo decir que para aplicar tales medidas debemos estar preparados psicológicamente y crear un contexto apropiado. Para ilustrar mejor mi crítica lo diré con un símil: ¿puede alguien dejar de fumar con las mejores medidas del mundo si no quiere?...
    Un saludo, esperamos más y mejor

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    1. Son muchas cosas las que afirmas e inquieres; por eso, iré por partes a la hora de responderte.
      El Proyecto de Ciudades Ocupacionales es flexible; por tanto, sometido a ser modelado, a poderse cambiar; si bien, el objetivo que persigue no ha de perderse de ninguna de las maneras, cuidando, si es preciso, variar de inmediato una innovación producida que no responda a ello.
      Dicho objetivo (como supongo sabes al haberlo expuesto con anterioridad) pasa por lograr la felicidad del hombre. Para ello estamos dando a conocer las medidas a realizar. Todas incruentas, encaminadas en beneficio de los seres vivos que formamos parte de la Naturaleza y en especial de los humanos. Es imprescindible que toda persona tenga acceso a la sanidad, a la educación y al trabajo, imposible de alcanzar si no goza de una mínima alimentación del cuerpo (nutrirse, vestirse, cobijarse) y del alma (cultura, esparcimiento, intimidad).
      La distinción entre pobres y ricos nos preocupa sobremanera, (y bien dices) existen diferencias abismales entrambos. En nuestro mundo de bienestar las distancias están siendo cada vez más acusadas y debemos de impedirlo, plantarle oposición a la plutocracia que nos dirige. Pero hay que hacerlo con planteamientos legales (a través de partidos políticos), sin pulsaciones, siguiendo una guía previamente establecida y no un personaje más menos carismático. Hemos de plantearnos otra escala de valores que no sea sólo el dinero (salvo para subsistir) y dar luz (no oscuridad) hasta comprender que podemos equilibrar la balanza de la riqueza a términos justos. Aprovechar las ideas, las sinergias que actualmente se están produciendo, para en un marco de pleno empleo, de libertad respetuosa con la de los demás, de justicia social (que promuevo) acabar con las lacras que nos dominan, especialmente la miseria y la codicia. Unos y otros saldrán ganando.
      Por último, por no extenderme más, contestarte, que nadie que no quiera hacer algo lo hará por iniciativa propia. La Ley, sin embargo, puede conseguirlo, aunque en lo íntimo de su corazón lo desapruebe. Por ello, la Ley no es necesariamente injusta.

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