martes, 20 de marzo de 2012

QUE DESDE EUROPA NO NOS TOMEN EL PELO

En algún momento volveré al detalle y pormenorizaré aspectos de las medidas del Plan de Ciudades Ocupacionales PCO (ya dadas a conocer), en lugar de saltar, como ahora, de rama en rama o de flor en flor para jugar o libar, según me place, ideas, cuestiones, entidades, personas de nuestro sistema capitalista.
En su día, me llamó poderosamente la atención que el Banco Central Europeo no interviniera tan pronto se desencadenó la crisis que aún nos acompaña y que, si no hay quien lo remedie, continuará con nosotros por mucho tiempo. Hace poco, actuó prestando dinero a bancos (principales causantes de la crisis) e, igualmente, me  llamó poderosamente la atención.
Si hubiera querido ayudar a sus países europeos endeudados, hubiera comprado directamente parte de las emisiones de deuda de los mismos. Pero eso no es tan fácil.
Tengo entendido que son los bancos (además de otras personas) los que sistemáticamente vienen utilizando los paraísos fiscales para evadir impuestos (suyos y de sus clientes) y, si es así, esto supone una estafa económica. ¿Qué sentido tiene entonces, me pregunto, ayudar a quién delinque? ¿No habrá entre quién decide tal cuestión personas interesadas en ganarse el favor de los poderosos? ¿Existirá un motivo razonable para hacerlo que desconozco? ¿Tal proceder, (colaborar con defraudadores) no conlleva el riesgo de convertirse en estafadores igualmente?¿Les mueve seguir algún tipo de ejemplo oculto o mostrar un camino desconocido?. No logro entenderlo.
Tampoco logro entender, que el citado Banco Central preste el dinero público a entidades privadas, sino es para que éstas lo presten a su vez al conjunto de la sociedad que lo demande. Y si eso, al parecer, no ha sucedido, entonces,¿para qué?¿Para qué los bancos continúen manteniendo vivas las operaciones especulativas que nos han llevado al desastre actual, al deterioro del bienestar, a la crisis que ahora y, reiteradamente, acaecen?¿Para seguir encareciendo los productos básicos, materias primas, energías, etc. con apuestas absurdas y empobreciendo a quienes los necesitan, mientras se enriquecen con su mediación y nulo riesgo?¿No hemos aprendido suficientemente? ¿No son ya bastantes las apuestas que cada uno ha de hacer para poder sobrevivir?
Tampoco logro entender que el citado Banco Central, a través de los respectivos bancos nacionales, permita cobrar diferenciales abusivos (seis cuando les costó uno), además de comisiones sin conceptos, sin justificación aparente, arbitrarias, inventadas, sin sentido. ¿Es lícito tal robo por sólo intermediar? ¿Por qué no se unifican conceptos? ¿Por qué no les dicen a esos mediadores financieros privados, (a los que prestan nuestro dinero) que dejen de jugar a la guerra, de inventar rumores y trampas, de crear papeles o ingeniera financiera en su propio provecho (y en el de sus amigos) y, en su lugar, inviertan comercial y productivamente,  en personas, familias, empresas pequeñas y medianas?.
Y aún siendo esto muy grave no nos escandaliza como otros casos (“Gürtel”,”Ere”, “Urdangarin”,”Pagas perpetuas”,”indemnizaciones millonarias”, etc.). Mucho me temo que las presentes voces sean palabras que claman en el desierto ¡Las tienen tantas veces oídas! Pero siguen y siguen incansables como si el sistema no pudiera funcionar sin ellos. Y no es así. Los Bancos Centrales bien podían ser el Centro de Cálculo de todos ellos. O la implantación de una banca nacional y comercial con tanto dinero repartido ¡Otro gallo nos cantaría! ¡Adiós a tanta miseria! Y,¿por qué no interviene la fiscalía?. 
Fomentando de tal manera la desigualdad (como acabamos de exponer) nunca podremos conseguir  el objetivo principal del Proyecto de Ciudades Ocupacionales que consiste en alcanzar la felicidad dentro de un orden de justicia, respeto, libertad, pleno empleo y, por supuesto, fomentando la igualdad de oportunidades.
Siento de veras que personas tan poderosas, tan ricas, tan maravillosamente fantásticas, que habrá en esas entidades financieras no sean felices, pese a su aspiración. Y nunca lo serán y lo lamento, mientras deseen el mal ajeno a los demás, sean ruines y miserables (aún sin ser conscientes) arrogándose bienes y derechos que no les corresponden por ser parte de los limitados activos de la Naturaleza de las que todos (sin exclusión) formamos parte.
Me parecieron voces espirituales éstas últimas: Nada de eso. Son egoístamente lasas, económicas, materialistas, basadas en Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad. Un pequeño esfuerzo, un paso en esa dirección, y que el Amor y la Paz nos unan.

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