Se ha filtrado en la sección de
Noticias de esta redacción “Órdenes de servicio” de los respectivos partidos
políticos que se citan y de los que nos hacemos eco a continuación:
PARTIDO POPULAR
Dicen que ganarán las elecciones
abogando porque la educación, la sanidad y las fuerzas del orden público, así
como los dineros, asuntos exteriores y el ejército, dependan del Gobierno
central, controlado por unas Cortes generales, aunque la gestión y administración
sean realizadas por los gobiernos autonómicos respectivos.
PARTIDO SOCIALISTA OBRERO
Especula que el Gobierno del PSOE,
dará a conocer, dentro de la presente legislatura, la lista de los
defraudadores que fueron amnistiados por el Ejecutivo anterior, toda vez que a
ello se comprometió, antes de ser presidente del gobierno Pedro Sánchez, anunciándolo
a bombo y platillo. Una iniciativa que
muchos de sus votantes no olvidan y tal es así, que han decidido no volver a votar al Partido hasta que tal promesa se
cumpla.
La solución pasa porque al señor
Sánchez le permitan aprobar los presupuestos, cosa que sucederá, ya que, en
caso contrario, daría a conocer los nombres de tales defraudadores que, mal que
les pese a muchos, cargarían con el consiguiente daño y perjuicio mediático que
les provocaría su publicación.
CIUDADANOS
Manifiesta Ciudadanos su
intención de eliminar las duplicidades institucionales y suprimir los
aforamientos en su totalidad. Es también su deseo combatir los nacionalismos,
hasta el suyo propio, y realizar una segunda transición mediante un cambio
parcial de la Constitución en la que se contemplaría asuntos sobre la
Monarquía, el Sistema autonómico, la ley de partidos políticos, las pensiones,
la propiedad y los derechos privados… Y,
sobre todo, la regulación de las retribuciones de los políticos, jueces,
funcionarios y empresas públicas, ninguno de los cuales, cobrará un sueldo
superior al del Presidente del Gobierno.
Unas retribuciones que subirán
con arreglo al I.P.C. como la mayoría de los ciudadanos y no como ahora.
PODEMOS
Citan sus fuentes que el Rey, el
actual Jefe del Estado, debería de someterse al refrendo de la mayoría de los
españoles a través de las urnas como cualquier otro ciudadano que desee
ostentar un cargo político, al margen de la gracia de Dios, ya que esto último
le otorga una inusitada ventaja. Siempre y cuando, naturalmente, el refrendo a
su favor sea democrático y mayoritario.
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