miércoles, 31 de marzo de 2021

LA GRAN EMPRESA

 

Hasta ahora el ESTADO viene asumiendo quebrantos privados o, lo que es lo mismo, nacionalizando pérdida, de entidades de crédito, por el interés social, etc. Mientras, al contrario, una empresa pública y rentable pasa fácilmente, sin dificultades ni motivos convincentes, a manos particulares, volando bienes y beneficios públicos a un sector especulativo y con ánimo de lucro a entidades hospitalarias, de comunicaciones, etc. Es decir, la democracia, basada en la decisión de la voluntad de la mayoría, no cuenta ni se impone como  razón social para el beneficio común de la gente, estimando que lo público se gestiona mal y peor. Y es lógico desde el punto de vista práctico, dado que la población carecemos de conciencia para considerar que lo público es de todos. Es una pena, pero es así. Ya el refrán “del ojo del amo engorda al caballo” y otros parecidos, gozan del predicamento que tiene mucho de verdad, aunque no tenga porque ser en todos los casos.

Nada que oponer, excepto cuando la empresa en cuestión sea de importancia vital para la ciudadanía y se ocupe de la seguridad, la sanidad, la justicia, la igualdad de oportunidades, la educación, la convivencia,… y, por supuesto, de los negocios que eviten el hambre, la calamidad y el desamparo.  

Para ellos existe LA GRAN EMPRESA que nos sirve a todos y su utilidad es práctica y reconocida. De ella, sin citarla, respecto al último concepto en especial, hemos escrito en nuestras anteriores entradas de este blog y seguiremos haciéndolo, preguntando y respondiéndonos cosas como:

¿Es inmoral toda ganancia adquirida por medios insidiosos poco correctos?

Hay fortunas que se consiguen tan rápidamente que son, sencillamente, escandalosas. Unos se pasan la vida mano sobre mano. Otros, afanándose desde el principio hasta el fin. ¿No sería conveniente poner límites tanto a la codicia como a la pobreza?

¿Es deshonesta toda remuneración que no guarde la debida proporción con el trabajo que se realiza? ¿Y cómo se determina esa falta de proporción? ¿Es saludable que un trabajador medio gane 15.000 euros al año y el presidente la misma empresa 15.000.000 euros, en el mismo periodo? ¡1.000 veces más!

Abogamos por la ocupación total (el Pleno Empleo) y su movilidad. Por un único contrato. Por la huelga, el despido libre y su remuneración. Por salarios dignos, proporcionalidad en los beneficios, diversidad de los estímulos y provisiones para empresarios y trabajadores. Y, sobre todo, por lograr la garantía y la estabilidad que LA GRAN EMPRESA ha de proporcionarnos con su funcionamiento,  presupuestos y perspectivas de las que nos ocuparemos.

Decía un poeta: “Quiero vivir en un mundo en que los seres sean solamente humanos… “Quiero que la gran mayoría, la única mayoría, todos, puedan hablar, leer, escuchar, florecer…” “No puede ser, es incomprensible que un comunista niegue, persiga y rechace a un liberal y que estos hagan lo mismo con aquellos. Es necesario que cada uno por normas pacificas respetuosas y claras defienda su postura y lleguen a un acuerdo lógico en cada uno de los puntos que se discutan. Que nadie imponga su punto de vista y evite poner en práctica la razón que defiende si ella no es consensuada por los demás...”

Con carácter general, efectivamente, no se ha de imitar a los que, por cualquier motivo, acometen contra otros. No deseemos nuevos salvadores que impongan su criterio aborreciendo y torturando a los demás. Evitemos los impulsos que, sean cuales sean, nos manipulen.

El poder corrompe por completo. Está demostrado que siempre corrompe y hemos de desterrarlo de la sociedad. Que un mandato no alcance, ni intermitente ni seguido, más de ocho años, por mucho que se ansíe el poder, no sea que, el que lo consiga, se agarre en él como una lapa en la roca.

A los hombres y mujeres, en especial a los dedicados a la política, por sus actos se les conoce. Nadie duda de su voluntad por hacer las cosas bien, sin embargo, son más los que desean mandar, olvidando que todos somos sustituibles, sin despojarse de sus intereses personales ni el de sus allegados,

Leo: “Cuando el Covid 19 pase comprobaremos que es cierto que muchas empresas han quebrado o quebrarán en los próximos meses, pero también comprobaremos que hay oportunidades generadas por los cambios de hábitos y costumbres de sus potenciales clientes”.

El futuro será quien nos hable de la bondad de LA GRAN EMPRESA.

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