Una idea, un pensamiento, una ideología, ¿merecen la muerte
de un ser humano?
Una situación asfixiante, una falta de acuerdo, un
desencuentro, lo que nos espera, ¿es suficiente para dar un golpe de estado o
iniciar una guerra?
¿Existe algo de más valor que la vida de una persona?
Solo una enfermedad incurable o la muerte deberían
arrebatarnos la vida. Todo lo demás tiene soluciones. Y si no lo crees, ¿por qué
no te preguntas cuánto vale la tuya?
Son muchos, es cierto, los que piensan que la vida vale bien
poco. Basta visualizar niños muriendo de hambre, gente sufriendo penosamente,
seres maltratados, violados impunemente e, incluso, momentos por los cuales alguien
hubiera deseado no haber nacido. Sin embargo, piensa un momento: “¿Podrías acabar
con alguna vida?”
Tal vez haya quien lo haga por caridad. Por una enfermedad
irreversible. Suicidándose. Por formar parte de un pelotón de fusilamiento. Por
dinero, por poder o...
¿Y, por qué lo harías tú?
¿Y por qué lo hará Putin?
Nadie es más que nadie. No debemos consentir que quienes no
temen por la vida de los demás ni por la suya propia, se instalen entre
nosotros. Condenemos el crimen, a los asesinos,
a quienes los patrocinan.
Es triste que todavía haya quien siga manteniendo,
justificando o enalteciendo a los que provocan la muerte de sus semejantes,
sencillamente por pensar, sentir o hablar de distinta manera. No es necesario
citar a nadie ya que a nuestras mentes acuden infinidad de nombres que jamás
olvidaremos. ¿Será por esto último el porqué lo hacen?
Luchemos pacíficamente para hacer entender lo que estamos
leyendo. Llevemos a tales precursores del
bien a sus semejantes (eso es lo que se imaginan, pues no carecen ni de
poder ni de dinero generalmente) ante los tribunales independientes para que se les haga justicia, aunque pienses, igual que muchos, que lo mejor sería acabar
con ellos. Esto último vale con pensarlo no con efectuarlo si no queremos
convertirnos en uno como ellos.
¿Alguien conoce una razón para iniciar una guerra? ¿Hay algo
positivo en ello?
Reyezuelos, dictadores, patrioteros, nacionalistas,
embusteros… más a una industria armamentista puede interesar la guerra. Esta únicamente
puede quebrar si las siguientes generaciones son capaces de convencerse de que
la paz en el mundo es imprescindible. Comencemos a preparara a nuestros hijos y
nietos para ello. Han de saber que todos nacemos para morir irremisiblemente, no
para matarnos. Que no ignoren sus consecuencias y todos saldremos ganando.
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