lunes, 23 de octubre de 2023

NO. NO ES POSIBLE

 

Últimamente parece haberse incrementado. La cantidad de atractivos de la Web, cada vez más, es más (valga la redundancia) abundante y sofisticado.

Cursos gratis. Resultados extraordinarios. Cien por cien eficaz. Cristo o la Virgen resucitados.

No. No es posible que nadie dé algo a cambio de nada.

No es posible tampoco, que invirtiendo una módica cantidad, por ejemplo 250 euros se obtenga 10, 100 0 2850 veces más.

No es posible, que compañía alguna, se llame como se llame, invirtiendo -¿Qué se yo?- 250 euros u otra pequeña cantidad, puedas ganar la intemerata, como muchos dicen.

No es posible, que en los medios digitales se regale tanto como se regala. Ni siquiera la madre que nos parió lo haría. Eso sí, es tan importante, tan atractivo, tan ¡vamos a ver!,  que siempre habrá alguien facilitando información veraz de sus claves y códigos, números de cuentas y/o tarjetas e, incluso, enviando alguna modesta cantidad de dinero que no le va a sacar de pobre.

Está claro que en el mundo persiste el Toco Mocho, la I.M.N. (Inteligencia Malévola Natural) y comienza la I.A. (Inteligencia Artificial) y, lo de siempre, el  L.M.Q.L.P. (La Madre Que Lo Parió), pese a dar por sabido que por la caridad entra la peste. 

No seamos incautos y desterremos toda esperanza de que (“a mí, a vosotros, a nosotros”) no os pueda pasar, porque engañan  a todos aunque sean por motivos bien diferentes: interés, avaricia, curiosidad, atractivo, “¿qué puedo perder?”... Después, en la comisaría, aparecerán las risas por no llorar, la ingenuidad, el despiste, la falta de consuelo o los lamentos de aquellos expresando “que más se perdió en la guerra”.

Ojo pues y desconfiad. Pensemos que por ganar se pierde. Que la avaricia rompe el saco. Que nada ni nadie que no te conozca (y menos por internet) puede sacarte de un apuro. Que hay muchas más ocasiones. Que casi todo puede esperar y, tranquilamente, con total confianza, antes de decidirte, puedes informarte. Que las prisas son malas. “¡Qué nada ni nadie nos va a sacar de pobres!” y, por supuesto, que sienta muy mal que a uno, por tonto, le tomen el pelo.

¿No es posible –me pregunto- que alguna autoridad acose y elimine tanto timo, tanto engaño, tanto bulo, tan magníficas ofertas… de los medios digitales? ¿No se les puede seguir el rastro como a cualquiera y comprobar si lo que digo corresponde a la realidad? ¿No se puede una vez detectado el cebo, anuncio o regalo, informar y hacer saber a cuantos lo lean de qué se trata?

Somos muchos los que apenas si sabemos manejar los medios digitales (imágenes y audios;  bases de datos y páginas web de propaganda normal; etcétera) y ni te cuento si, como un servidor, son personas crédulas de ciertas edades. En fin: “apaga y vámonos”, el miedo es libre. ¿O, es posible que, tal vez (no lo sé) sea peor el remedio que la enfermedad?

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario