jueves, 16 de noviembre de 2023

YA ESTÁ BIEN (1)

 

Antepone sus intereses personales al bien común”, es lo que no para de repetir el P.P. refiriéndose a Sánchez. Además insulta, descalifica y, lo que es peor, anima al “alzamiento nacional” para que nos enfrentemos entre nosotros. Algo nada nuevo, horrible, a juzgar por la historia que nos precede.

 ¿No será que, como dice el refrán, cree el ladrón que todos son de su condición”? ¿Acaso ese partido (como todos los demás) no se presentó para poder gobernar? ¿No será que no tienen con quién pactar después de haberse aliado con el terror extremo de quien se considera dueño de la Patria donde todos nacimos?

El P.P. lleva incumpliendo la Constitución más de cinco años no renovando el C.G.P.J., se inventó una guerra  de la que aún siguen sin aparecer las armas  de destrucción masiva y no pudo, o no supo, resolver pacíficamente el problema del independentismo catalán en España.

No seré yo quien diga que la amnistía me gusta para quien en su día incumplieron la ley establecida y que, además, insistirán en la independencia que se habrá de conceder definida, en democracia, tal alternativa. Una ley, por cierto, como todas las leyes, modificable a los nuevos tiempos. Sin embargo, que yo sepa, no he oído soluciones del P.P. (ni una sola) para resolver el problema, que como un cáncer se reproduce.

Prefiero un junco presidiendo el gobierno, capaz de cimbrearse y ser flexible, ante vientos y tempestades, que nos lleve a un puerto seguro; que un roble macizo que, por mantenerse erguido, se derrumba llevándonos al abismo consigo. Prefiero humillarme a tener que perder la vida por no hacerlo. Prefiero el perdón a tener que enfrentarme, por una representación mental de lo que es mi Patria, con un vecino, amigo o familiar. Prefiero poder ir en paz a Cataluña que no luchar contra sus moradores, porque decidan separarse. Prefiero tener un hijo rebelde conmigo, de mi lado, a perderlo por no ceder a sus anhelos.  

Pónganse de acuerdo los políticos. Propongan soluciones  y ajústense a la democracia, donde existe la libertad de pensar lo que se quiera y tratar de llevarlo a cabo, mal que nos pese, por medios pacíficos. El Mundo no fue así. España tampoco. Todo cambia y cambiamos nosotros. Nada existe genuino y la España de hoy, es la única que conoceremos. No es la España romana o mora que fue, no es la de nuestros abuelos ni será la que dejemos a nuestros nietos. Ya está bien de tantas promesas, de anuncios apocalípticos, de que España se rompe. Ya está bien de tantos caudillos que nos llevan a sus paraísos dejando miles de muertos a su paso, para vivir horrorizados del terror que imponen. Ya está bien que aprendamos, de una vez  por todas, que somos la gente de a pie quien más pierde y comprendamos que quien insulta se descalifica, quien emplea la fuerza con ella se encuentra, quien se arroga la verdad es que no cree en ella.

No me extenderé más, salvo con unas breves frases que de niño aprendí: “Humíllate y serás ensalzado”. “Perdona y serás perdonado”. ”Quien siembra vientos recogerá tempestades” y, si odias y serás odiado. No hay cosa peor que repetir y repetir una mentira para que los incrédulos la crean: unos y otros están equivocados. Todo sale a la luz aunque, a veces, la luz llegue tarde. ¿Procrastinar? ¿El 155? Nada se arregla solo. Preferiría equivocarme. Pero por mucho que tratemos de conseguir la igualdad y la justicia entre nosotros, nunca lo lograremos. Convencido estoy de lo contrario. Es decir, aspirar a ello, es tan imposible como alcanzar los cielos, ya que la desigualdad forma parte del ADN humano y, por ende, la injusticia también.

1 comentario:

  1. Sr. Tendero en su larga exposicio no falta de demagogia a mi juicio obvia usted lo sustancial. ¿Acaso ve usted normal el que el jefe que pretende gobernar una nacio

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