domingo, 30 de noviembre de 2025

NI EMPRESA NI SENTIMIENTO

Escucho tantas cosas contra el presidente Sánchez que, si yo fuera una persona humana modélica o tuviera verdaderas dotes cristianas, justificaría la mayoría de las afirmaciones que pronuncia y los considerables errores políticos que comete.
Nunca aplaudí sus cambios de opinión interesados por alcanzar el poder; ni las veces que dijo una cosa e hizo la contraria, pero la voluntad popular con sus votos estableció un Congreso de Diputados con muchos partidos a los que contentar.


Ardua tarea por hacer que la actual oposición del P. P., el más votado, no supo lidiar y sí, el que hoy sigue siendo el presidente del P.S.O.E., satisfaciendo a unos y a otros, principalmente a los independentistas a cambio de prometerles amnistía; esa que Jesucristo predicó para conseguir la gloria y Sánchez la consiguió. Y no solo eso, toda su gobernanza se ha dirigido a mejorar el bienestar de los más desfavorecidos y vulnerables (trabajadores, pensionistas, menores, mujeres, emigrantes, subiendo salarios, velando por lo público, …) pretendiendo que paguen más impuestos los que más beneficios tienen (empresas bancarias, gasísticas, energéticas, inversoras, influentes, digitales, …), sin importarle las duras críticas de su oposición que aboga lo contrario y seguirá haciéndolo hasta que logre el poder.

¿Se ha resentido España por todo eso o ha sucedido alguna debacle?


Desde entonces, por muy diferentes causas, los que mantienen la idea de ser independientes de España (allá ellos) han dejado la violencia y en Cataluña se vive mejor. Con broncas, peleas, conflictos, guerras… perdemos todos. Las cosas se arreglan con el dialogo, el acuerdo, la aceptación, cediendo y siendo tolerantes.


España somos todos los españoles que ocupamos su territorio, que pensamos diferente al ser cada uno de nosotros únicos, con sentimientos exclusivos por mucho que la morfología sea semejante. España no será como quieran algunos. Será como queramos la mayoría. No puede ser ni empresa ni sentimiento.


Los partidos políticos tienen como objetivo conseguir el poder, pero este no se puede obtener a base de insultar, mentir, desacreditar sin pruebas…, sino al revés, acordando, consintiendo, planteando medidas justas para la mayoría de los españoles, en especial para los que más las necesitan.

Defiendo las palabras de Jesús: “perdona y serás perdonado, humíllate y serás ensalzado, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra…” y sé que cada uno tenemos un corazón con ideas que requieren cariño y no odio ni rencor.

El bien común reside en defender lo público, en especial la sanidad, la educación, la igualdad de oportunidades y la democracia que faciliten libertad para decidir sin miedo ni acritud, respetando los derechos y obligaciones de la mayoría, mientras lo privado, intrínseco de cada cual, vela por sí, difícilmente por los demás, igual que la empresa se relaciona con cartera y el sentimiento humano con  el alma y la razón. 

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